La espina del retraso clava la autovía

El eje del Suroccidente, que acumula múltiples demoras, sólo llega a Grado.

El tramo de Salas a La Espina no se abrirá hasta finales del verano.

Grado-doriga. Uno de los tramos más espectaculares del trazado. Debería haber finalizado en septiembre de 2008. Según Fomento, entrará en servicio a finales de este año. miki lópez

Cornellana-salas. Uno de los tramos con menos actividad. Los trabajos se centran en la gran glorieta. miki lópez

Salas-la espina. La próxima calzada que se abrirá. El viaducto de El Regueirón planea sobre un barrio de Salas. miki lópez

Doriga-cornellana. Un argayo complica la realización del tramo, que se retrasará hasta 2011. miki lópez

Oviedo, Luján PALACIOS

La autovía que vertebrará las comunicaciones del suroccidente asturiano se ha convertido con el paso del tiempo en un camino de espinas. El trayecto que unirá Oviedo con el alto de La Espina se ha atascado en Grado y, por el momento, la fecha de finalización de las obras no hace sino posponerse. La primera calzada del tramo entre Salas y La Espina, prevista inicialmente para septiembre de 2008, se demora hasta finales del verano, según el Ministerio de Fomento.

Este contratiempo no es el único, y parece que en ninguno de los casos será posible cumplir con los plazos pactados. Por ejemplo, el tramo Cornellana-Salas acumulará nueve meses de retraso.

Por ahora, la autovía es en esta zona una gran herida abierta en la montaña, con grandes desmontes de tierra y viaductos de infarto que se abren camino a paso lento.

Ahora, la autovía se acaba en la variante de Grado. Una rotonda marca el final del trayecto rápido y el inicio del ascenso a la Cabruñana, salpicado de camiones de obra que ralentizan la marcha. Desde el trazado del Camín Real de la Mesa, monte arriba, se divisa la envergadura de la obra: la entrada del túnel que atraviesa el monte y su salida hacia Doriga, con espectaculares movimientos de tierra, pistas auxiliares para los camiones y plantas provisionales para fijar con hormigón un terreno resbaladizo.

Desde Doriga hasta Cornellana, apenas dos kilómetros, la obra se complica. Es el que se acabará más tarde (en el primer trimestre de 2011, según Fomento), pero su ejecución se verá comprometida por un argayo aparecido en los últimos días. El desprendimiento obligará a replantear la construcción del enlace con el Corredor del Narcea, un punto clave para las comunicaciones con Cangas, que se acabará viendo trastocado. Si el terreno no es firme, el entronque puede desplazarse hacia el Sur, con toda la tramitación administrativa que conllevaría.

Los trabajos entre Cornellana y Salas también están muy atrasados. Las obras se centran por ahora en la construcción de una gran rotonda distribuidora del tráfico a unos metros del monasterio de San Salvador de Cornellana. Desde este punto y hasta Salas apenas se han iniciado los movimientos de tierras.

Los trabajos entre Salas y La Espina son los más avanzados, en lo que a la primera calzada se refiere. No obstante, la complejidad de la obra, con la ejecución de un gran viaducto sobre el Regueirón y la creación de otros seis puentes, ha hecho que los trabajos se ralenticen. Fomento preveía abrir esta primera calzada en abril; finalmente, lo hará a finales del verano. La segunda calzada marcha aún más retrasada y se terminará a finales de este año.

Una vez que se abra la autovía hasta La Espina, aún queda por ver qué sucederá con el trazado hasta Ponferrada, una obra prometida por José Luis Rodríguez Zapatero, pero sin presupuesto por el momento.

Este tramo está en servicio desde el año 2003.

Trubia-Llera Se abrió en 2005, con un coste de quince millones por kilómetro, debido a la gran cantidad de viaductos y túneles de una calzada hecha por los aires.

Llera-Grado La segunda calzada se abrió al tráfico en octubre de 2007.

Variante de Grado Este tramo, de apenas dos kilómetros, fue el último en entrar en servicio, en febrero del año pasado. En este punto, la autovía se interrumpe y el tráfico sigue subiendo hacia el concejo de Salas por el alto de la Cabruñana.