CELSA DÍAZ La ciudadanía había dado un mensaje claro y meridiano pero, una vez más, la voluntad de los votantes quedó muy abajo en la escala de los intereses partidistas. En algunos ayuntamientos asturianos, y a pesar de las presiones ejercidas desde la dirección regional del PP, las juntas locales decidieron por su cuenta. «Nosotros somos los que vivimos aquí», le razonaron desde Salas a Emilio Pérez Cueva, enviado para estrujar a los ediles electos. Cada municipio tiene su idiosincrasia y la cabezonería de la cúpula regional no era argumento para que en este concejo volvieran a regir el nepotismo, la prepotencia y el caciquismo. Los verdaderos protagonistas de la jornada fueron los dos ediles que, en un Pleno de infarto, pusieron por encima de los intereses de su partido la razón y la cordura, y dieron la posibilidad a este pequeño Ayuntamiento del occidente asturiano de que estos modos puedan ser agua pasada, se abran las ventanas, se sacudan las alfombras y el aire vuelva a ser respirable. Gracias a ambos.
http://www.lne.es/occidente/2011/06/14/pequena-insumision/1088930.html
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