21 julio, 2011

LA NUEVA ESPAÑA 21-07-11 El pan de Salas

Luis Peláez y Javier Llanio elaboraron el pasado verano más de 10.000 bollos preñaos para las fiestas de los pueblos






JOSÉ DE ARANGO
Luis Peláez y Javier Llanio no duermen por la noche. Lo hacen a partir de las tres de la tarde, una vez que comen tras finalizar su recorrido diario por los pueblos de la comarca repartiendo pan y periódicos. Y tienen poco tiempo para el descanso porque muy pronto han de comenzar a preparar ya la masa para la «arroxada» nocturna. A Luis se le conoce, en los medios automovilísticos, como «El Pana», dada su condición de experto en la materia, de destacado piloto y de presidente de la escudería salense. Organiza, cada año, la Subida al Viso, que, con un modificado recorrido, ofrece espectáculo y emoción a gran parte de los pueblos del concejo.
Metidos ya en plena temporada veraniega los fines de semana de Luis y de Javier son de jornada prolongada puesto que de sus hornos salen miles de bollos preñaos para las fiestas de los pueblos. Ellos, más o menos, ya saben de qué comisiones van a recibir los encargos. A eso de las cinco de la tarde del día de la fiesta tienen el último parte de incidencias por medio del teléfono y ya se les fija la demanda exacta de bollos que puntualmente llevan hasta el mismo escenario de la romería. Es imprescindible, porque el consumidor así lo demanda, que los bollos lleguen calientes a su destino. A partir del último aviso ya tienen que trabajar contra reloj porque unos minutos de retraso en la entrega produce inquietud ya en la fiesta. El pasado verano contabilizaron más de 10.000 bollos salidos de sus tahonas.
Dicen los entendidos en esto del pan que los bollos preñaos de Luis y de Javier son de lo mejor de esta comarca centro-occidental de Asturias. Sus fronteras entran en el vecino concejo de Pravia, desde el que suben también los bollos de Los Cabos que, a su vez, abarcan hasta Cudillero. El chorizo, la panceta y hasta el huevo cocido -este último en la versión de la Sacramental de Villavaler de Pravia- son el ingrediente del bollo. Y la calidad del pan, por supuesto, es vital.
Si bien por la mañana Luis y Javier llegan a los pueblos con la prensa acompañando al pan -éste periódico más algunos deportivos de Madrid y Barcelona, que a las dos aficiones hay que atender-, a la hora de llevar el bollo para las fiestas de los pueblos no hay noticias escritas porque esas ya se llevaron en el reparto matinal. Lo fundamental en esto del bollo preñao es llegar puntual por dos razones fundamentales: la impaciencia de los romeros y que el pan esté recién salido del horno. El pan nuestro de cada día Javier y Luis lo llevan dos veces cuando el pueblo está en fiesta. Y ahora ya preparan la gran «arroxada» de agosto en la villa de Salas porque se acerca precisamente la gran fiesta del Bollo. Es cuando tienen que dejar lo de dormir para otro día.

http://www.lne.es/occidente/2011/07/21/pan-salas/1105543.html