LA NUEVA ESPAÑA 16-08-11 La Virgen del Viso, con chubasquero

Los salenses pusieron al mal tiempo buena cara y tras cubrir a la patrona con un plástico salieron en procesión y disfrutaron de la romería

Devotos de la Virgen del Viso portan a hombros su imagen cubierta con un improvisado chubasquero. / ignacio pulido
El Viso (Salas), Ignacio PULIDO

Ni siquiera la imagen de la Virgen del Viso se libró ayer de las inclemencias meteorológicas. La lluvia obligó a los salenses a cubrir la talla con un improvisado «chubasquero» de color azul para evitar que su integridad se viese afectada por el agua. Sin embargo, cabe decir que en la romería no faltaron ganas de folixa. Desde media mañana, centenares de personas se sumaron al tradicional festejo en el que lo profano se mezcla con lo religioso.
En torno al mediodía, la imagen de la Virgen del Viso fue sacada en procesión desde la capilla que la alberga hasta las inmediaciones del campo de tiro. La talla cuenta con un gran número de devotos en el concejo y en municipios limítrofes. Prueba de ello es que ayer resultó todo un reto acceder en automóvil hasta el pequeño templo, donde también fue oficiada una misa solemne.
Mientras, el área recreativa del Viso no paró de recibir a romeros. La salense Eva Lorences llegó al epicentro de la folixa a media mañana acompañada de varias amigas entre las que se encontraba la barcelonesa Lara Suanzes, que no se pierde ni una edición. «Aviso. El beber me llama», era el mensaje que rezaba en algunas de sus camisetas. Y es que humor no le falta a esta cuadrilla de chicas, cuya intención era bailar al ritmo de la charanga y aguantar en la romería hasta última hora de la tarde.
Fernando Rey, «Tito», y Laurentino Martínez Rey disfrutaron de la fiesta del Viso en compañía de su familia. Comer y pasarlo lo mejor posible, ése era su plan. «Traemos empanada, tortilla, jamón, chosco, chorizo, cerveza y sidra», subrayaron. Todo un arsenal de viandas y bebida con el que hacer frente al festejo no sin antes levantar una suerte de toldo con el que cubrirse de la lluvia.
Loli Martín tenía un plan similar. Esta salense llegó al Viso acompañada por una veintena de amigos y familiares, entre ellos, su hija Begoña Rodríguez, residente en Grado. «Venimos desde hace treinta y tres años. Los mejor de esta fiesta es el ambiente familiar», señalaron con humor.
A escasos metros, Jorge Quiñones, natural del concejo pero residente en Madrid, escanciaba un culín de sidra tras otro. «Llevo treinta años viniendo con la misma montera», comento entre risas, y prosiguió añadiendo que «ni aunque llueva se pierde la fiesta del Viso». «Te encuentras con amigos que sólo ves una vez al año o incluso menos. Ésta es una gran oportunidad para disfrutar de su compañía», enfatizó.
Rodrigo Martínez, con apenas un año de edad, fue ayer uno de los asistentes más jóvenes. Natural de Teruel, acudió al Viso acompañado de sus padres y con un grupo de amigos entre los que se encontraba en salense Juaco Díaz, quien esperaba seguir con la marcha en Salas una vez acabada la romería. «Nuestra intención es bajar de noche a la verbena», comentó.
«Venimos desde hace 30 años; lo mejor es el ambiente familiar», señaló Begoña Rodríguez

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