LA NUEVA ESPAÑA 18-07-12 Salas echa de menos al ferretero
Javier Pérez, a la derecha, de pie, de caza. | reproducción l.v.
El emprendedor Javier Pérez Martínez, fallecido en junio a los 88 años, comenzó
«En mi vida me dediqué a todo menos al cante». Así resumía el emprendedor salense Isaías Francisco Javier Pérez Martínez, más conocido por «Javier el de Visita», su intensa biografía poco antes de fallecer, el pasado 11 de junio, a los 88 años de edad.
Javier Pérez amplió, con materiales de construcción y muebles, la ferretería familiar fundada por su abuela Inocencia Álvarez en la villa, a mediados del siglo XIX, y que hoy regentan su hijo José y su nuera Isabel con el nombre de Casa Javier. Fue uno de los primeros socios de la cooperativa ferretera Cofedas. Y ejerció como concejal del Ayuntamiento de Salas por Alianza Popular. Pero no todo fue trabajo en la vida de este salense que al que le gustaban la caza, la pesca y la folixa; de hecho, cada año acudía puntual, con su sombrero, a la romería del Viso, donde era conocido como el «showman» de la fiesta.
Hijo único de Manuel Pérez Fernández, natural de La Peña (Salas) y emigrante a Cuba, y de la comerciante Visitación Martínez Álvarez, Javier Pérez se quedó huérfano de padre a los ocho años y a esa edad ya comenzó a ayudar a su madre en la ferretería familiar, que por aquel entonces se llamaba Viuda de Javier Martínez, y también con la ganadería. «Era un trabajador incansable. En una ocasión fue a vender una vaca parida a Grado y, como la xata no quería caminar, no se lo pensó dos veces y la cargó al hombro todo el camino», relatan Agustín, Alicia y Paz Fernández, quienes, más que vecinos, fueron como hermanos para el difunto.
Además de coger las riendas del negocio familiar cuando se jubiló su madre, el comerciante, padre de cuatro hijos, creó junto a otros socios, a partir de una pequeña sierra que poseía en Salas, la empresa Minesa (Maderistas Industriales de Norte de España S. A.). «Viajaba a Francia para traer el roble albar con el que luego trabajaban en la sierra», explican sus familiares, muy agradecidos por el gran número de personas que acudió a dar el último adiós a Javier Pérez.
Amigo de sus amigos, servicial y simpático, a pesar de su avanzada edad, Javier el de Visita seguía bajando cada día a la ferretería donde tantos años despachó mercancía tras un mostrador en el que últimamente se entretenía hablando con sus conocidos. «Su vida fue plena», concluyen sus allegados. En Salas, se echa de menos al ferretero, pero, sobre todo, al paisano.
http://www.lne.es/occidente/2012/07/18/salas-echa-ferretero/1272100.html
El emprendedor Javier Pérez Martínez, fallecido en junio a los 88 años, comenzó
a trabajar en el negocio familiar siendo niño
a trabajar en el negocio familiar siendo niño
Salas, Lorena VALDÉS«En mi vida me dediqué a todo menos al cante». Así resumía el emprendedor salense Isaías Francisco Javier Pérez Martínez, más conocido por «Javier el de Visita», su intensa biografía poco antes de fallecer, el pasado 11 de junio, a los 88 años de edad.
Javier Pérez amplió, con materiales de construcción y muebles, la ferretería familiar fundada por su abuela Inocencia Álvarez en la villa, a mediados del siglo XIX, y que hoy regentan su hijo José y su nuera Isabel con el nombre de Casa Javier. Fue uno de los primeros socios de la cooperativa ferretera Cofedas. Y ejerció como concejal del Ayuntamiento de Salas por Alianza Popular. Pero no todo fue trabajo en la vida de este salense que al que le gustaban la caza, la pesca y la folixa; de hecho, cada año acudía puntual, con su sombrero, a la romería del Viso, donde era conocido como el «showman» de la fiesta.
Hijo único de Manuel Pérez Fernández, natural de La Peña (Salas) y emigrante a Cuba, y de la comerciante Visitación Martínez Álvarez, Javier Pérez se quedó huérfano de padre a los ocho años y a esa edad ya comenzó a ayudar a su madre en la ferretería familiar, que por aquel entonces se llamaba Viuda de Javier Martínez, y también con la ganadería. «Era un trabajador incansable. En una ocasión fue a vender una vaca parida a Grado y, como la xata no quería caminar, no se lo pensó dos veces y la cargó al hombro todo el camino», relatan Agustín, Alicia y Paz Fernández, quienes, más que vecinos, fueron como hermanos para el difunto.
Además de coger las riendas del negocio familiar cuando se jubiló su madre, el comerciante, padre de cuatro hijos, creó junto a otros socios, a partir de una pequeña sierra que poseía en Salas, la empresa Minesa (Maderistas Industriales de Norte de España S. A.). «Viajaba a Francia para traer el roble albar con el que luego trabajaban en la sierra», explican sus familiares, muy agradecidos por el gran número de personas que acudió a dar el último adiós a Javier Pérez.
Amigo de sus amigos, servicial y simpático, a pesar de su avanzada edad, Javier el de Visita seguía bajando cada día a la ferretería donde tantos años despachó mercancía tras un mostrador en el que últimamente se entretenía hablando con sus conocidos. «Su vida fue plena», concluyen sus allegados. En Salas, se echa de menos al ferretero, pero, sobre todo, al paisano.
http://www.lne.es/occidente/2012/07/18/salas-echa-ferretero/1272100.html
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