LA NUEVA ESPAÑA 09-02-06 Ganaderos de Cudillero, Valdés y Salas achacan al lobo la muerte de 30 ovejas
Vecinos de la zona alta en el límite de los tres concejos reclaman al Principado medidas efectivas.
Los habitantes de la zona alta en el límite de los municipios de Cudillero, Salas y Valdés denuncian que continúan sufriendo daños de los lobos a pesar de las medidas puestas en marcha por la Consejería de Medio Ambiente. Por eso, reclaman una actuación mayor. El alcalde de barrio de Brañaseca y Busfrío, Manuel Garrido, se ha dirigido al alcalde de Cudillero, Francisco González, para explicarle la situación que están padeciendo.
Cudillero, E. PELÁEZ
Los daños de los lobos en los pueblos de la zona alta en que limitan los concejos de Cudillero, Salas, Valdés y Pravia aumentan. Los ganaderos de la zona aseguran que sólo en el mes de enero han aparecido muertas 30 ovejas. Ante esta situación, los vecinos han vuelto a dirigirse al Ayuntamiento de Cudillero para que reclame ante la Consejería de Medio Ambiente la organización de cacerías.
En agosto del pasado año los habitantes de estos pueblos ya reclamaban medidas urgentes. El Principado organizaba aguardos y recechos, pero más de medio año después los vecinos no están satisfechos con las medidas emprendidas. El alcalde de barrio de Brañaseca y Busfrío (Cudillero), Manuel Garrido, reclama que sean los vecinos o los cazadores los que organicen las cacerías. Afirma que «hay que entrar donde están los lobos», asegurando que los guardas acuden a la zona pero no llegan hasta el lugar donde se encuentran los animales. «En medio año mataron uno», afirmó.
El mes de enero concluyó con más de treinta ovejas muertas, declaró Garrido, quien califica la situación de insostenible. «Todos los días nos encontramos con alguna oveja muerta o desaparecida e incluso potros y terneros», apuntó. Los vecinos se sienten impotentes. Aseguran que la noche del pasado martes pudieron escuchar los aullidos de los lobos. A la mañana siguiente, se encontraron con los daños.
El alcalde de Brañaseca y Busfrío reconoce que desde hace cuatro años se nota la presencia de lobos en la zona, pero que recientemente es mayor y que cada uno o dos días se encuentran con más daños. «Acaban con lo que tenemos», dice Garrido, aludiendo a las pérdidas económicas de los habitantes de unos núcleos poco poblados. Incluso asegura que algunos vecinos no se atreven a salir de casa por la noche. En agosto del pasado año, ganaderos de Brañaseca, La Rondiella, Busfrío, Cipiello, Lendepeña, Borducedo y Las Gallinas se reunían con el alcalde de Cudillero, Francisco González Méndez, para recabar su apoyo ante la reclamación de una actuación urgente a la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras.
La situación, afirmaban, se agravó desde el mes de abril. En aquel momento hablaban de cien potros y doce terneros a los que se sumarían más de cien ovejas y cabras muertas. Meses después los daños no cesan de aumentar. Los vecinos recogieron meses atrás firmas, que presentaron al alcalde de Cudillero para que apoyase su reclamación. Francisco González Méndez pidió, tras la reunión mantenida el pasado verano con ganaderos de esos núcleos, a la Consejería de Medio Ambiente que tomase cartas en el asunto.
Los habitantes de la zona alta en el límite de los municipios de Cudillero, Salas y Valdés denuncian que continúan sufriendo daños de los lobos a pesar de las medidas puestas en marcha por la Consejería de Medio Ambiente. Por eso, reclaman una actuación mayor. El alcalde de barrio de Brañaseca y Busfrío, Manuel Garrido, se ha dirigido al alcalde de Cudillero, Francisco González, para explicarle la situación que están padeciendo.
Cudillero, E. PELÁEZ
Los daños de los lobos en los pueblos de la zona alta en que limitan los concejos de Cudillero, Salas, Valdés y Pravia aumentan. Los ganaderos de la zona aseguran que sólo en el mes de enero han aparecido muertas 30 ovejas. Ante esta situación, los vecinos han vuelto a dirigirse al Ayuntamiento de Cudillero para que reclame ante la Consejería de Medio Ambiente la organización de cacerías.
En agosto del pasado año los habitantes de estos pueblos ya reclamaban medidas urgentes. El Principado organizaba aguardos y recechos, pero más de medio año después los vecinos no están satisfechos con las medidas emprendidas. El alcalde de barrio de Brañaseca y Busfrío (Cudillero), Manuel Garrido, reclama que sean los vecinos o los cazadores los que organicen las cacerías. Afirma que «hay que entrar donde están los lobos», asegurando que los guardas acuden a la zona pero no llegan hasta el lugar donde se encuentran los animales. «En medio año mataron uno», afirmó.
El mes de enero concluyó con más de treinta ovejas muertas, declaró Garrido, quien califica la situación de insostenible. «Todos los días nos encontramos con alguna oveja muerta o desaparecida e incluso potros y terneros», apuntó. Los vecinos se sienten impotentes. Aseguran que la noche del pasado martes pudieron escuchar los aullidos de los lobos. A la mañana siguiente, se encontraron con los daños.
El alcalde de Brañaseca y Busfrío reconoce que desde hace cuatro años se nota la presencia de lobos en la zona, pero que recientemente es mayor y que cada uno o dos días se encuentran con más daños. «Acaban con lo que tenemos», dice Garrido, aludiendo a las pérdidas económicas de los habitantes de unos núcleos poco poblados. Incluso asegura que algunos vecinos no se atreven a salir de casa por la noche. En agosto del pasado año, ganaderos de Brañaseca, La Rondiella, Busfrío, Cipiello, Lendepeña, Borducedo y Las Gallinas se reunían con el alcalde de Cudillero, Francisco González Méndez, para recabar su apoyo ante la reclamación de una actuación urgente a la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras.
La situación, afirmaban, se agravó desde el mes de abril. En aquel momento hablaban de cien potros y doce terneros a los que se sumarían más de cien ovejas y cabras muertas. Meses después los daños no cesan de aumentar. Los vecinos recogieron meses atrás firmas, que presentaron al alcalde de Cudillero para que apoyase su reclamación. Francisco González Méndez pidió, tras la reunión mantenida el pasado verano con ganaderos de esos núcleos, a la Consejería de Medio Ambiente que tomase cartas en el asunto.
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