LA NUEVA ESPAÑA 12-02-07 Dos jóvenes muertos y ocho heridos, cinco de ellos graves, en un choque en Salas
El coche en el que iban los salenses Borja Peña y David Antón con tres amigos derrapó y colisionó con el ocupado por cuatro mujeres y una niña, de Tineo
Estado en el que quedaron los dos vehículos siniestrados.
Salas / Oviedo,
V. DÍAZ PEÑAS / L. Á. VEGA.
Dos jóvenes de 19 años murieron y otras ocho personas resultaron heridas -cinco de ellas de carácter grave- en una colisión fronto-lateral registrada en la carretera de Galicia por el interior (N-634), entre el alto de La Cabruñana y el núcleo salense de La Rodriga, poco antes de las once de la noche del sábado. El accidente se produjo, según fuentes de la Guardia Civil, cuando un Citroën Saxo, con matrícula 4796BNW, en el que viajaban cinco jóvenes salenses -entre ellos los dos fallecidos-, perdió el control al salir de una curva cuando circulaba en sentido a Oviedo. El vehículo invadió el carril contrario y colisionó con un Citroën Xsara, 3031BJY, en el que viajaban cuatro mujeres y un niña de 11 años, pertenecientes a la misma familia, que se dirigían a Tineo tras haber pasado la tarde de rebajas en Oviedo. Se trata de la jornada más negra en las carreteras asturianas en diez meses, ya que ayer también falleció un motorista en Ujo.
El resultado de la brutal colisión fue el fallecimiento del conductor del Saxo, Borja Peña Rubio, y de uno de sus acompañantes, David Antón González, ambos de 19 años. Estos dos jóvenes viajaban junto a otros tres vecinos del concejo: Hugo F. N., Eduardo P. R. y Eloy L. F., de 20, 19 y 18 años, respectivamente, que también resultaron heridos de gravedad y fueron trasladados por efectivos del servicio de emergencias 112 de Asturias al Hospital Central de Oviedo.
Por lo que respecta al otro coche, Mercedes F. F. y su cuñada Pilar G. R., de 49 y 56 años, fueron trasladadas al Hospital Central de Asturias con pronóstico grave. Una de las hijas de Mercedes F. F. -Elsa G. F., de 30 años-, su nieta, Noemí F. G., de 11 años, y una sobrina, Ana María V. G., de 31 años, también fueron evacuadas por el servicio de atención médica urgente al Hospital San Agustín de Avilés, con heridas de carácter leve. En la tarde de ayer las tres habían sido dadas de alta.
La noticia cayó como un jarro de agua fría en la villa de Salas, donde desde primeras horas de la mañana de ayer no se hablaba de otra cosa. El dolor, el llanto y el pesar eran la tónica dominante en los semblantes de los vecinos de los cinco jóvenes, muy conocidos en el concejo. Todos señalaban la fatalidad del accidente, la mala fortuna y el duro golpe tanto para familiares como para amigos y vecinos de los fallecidos, y deseaban que éste fuera de verdad el último accidente que segara vidas y rompiera familias.
Dolor en Salas
La capilla ardiente se instaló a partir de las cinco de la tarde de ayer en el tanatorio de la villa salense, y hasta el lugar se acercaron, en un goteo continuo, numerosos vecinos para mostrar su pésame y su compañía a los familiares de Borja Peña y David Antón. A última hora de la tarde de ayer los cadáveres aún no habían sido trasladados al tanatorio desde la capital ovetense, donde se practicó la autopsia a ambos jóvenes. Mientras tanto, el reguero de gente que se acercó hasta el tanatorio fue continuo y doloroso, más aún teniendo en cuenta la edad de los fallecidos y el entorno juvenil en el que se movían.
Los vecinos y amigos de los fallecidos recordaban con los ojos envueltos en lágrimas lo muy queridos que eran Borja y David en la villa, tanto por su sociabilidad como por su afición al deporte. Ambos residían en la villa de Salas y eran vecinos, pues los dos vivían en la plaza de la Campa. Borja Peña trabajaba con su padre en una empresa de transporte, mientras que David Antón era estudiante y había trabajado en el Ayuntamiento como conserje de la piscina municipal y pertenecía a la peña de bolos de Salas
Estado en el que quedaron los dos vehículos siniestrados.
Salas / Oviedo,
V. DÍAZ PEÑAS / L. Á. VEGA.
Dos jóvenes de 19 años murieron y otras ocho personas resultaron heridas -cinco de ellas de carácter grave- en una colisión fronto-lateral registrada en la carretera de Galicia por el interior (N-634), entre el alto de La Cabruñana y el núcleo salense de La Rodriga, poco antes de las once de la noche del sábado. El accidente se produjo, según fuentes de la Guardia Civil, cuando un Citroën Saxo, con matrícula 4796BNW, en el que viajaban cinco jóvenes salenses -entre ellos los dos fallecidos-, perdió el control al salir de una curva cuando circulaba en sentido a Oviedo. El vehículo invadió el carril contrario y colisionó con un Citroën Xsara, 3031BJY, en el que viajaban cuatro mujeres y un niña de 11 años, pertenecientes a la misma familia, que se dirigían a Tineo tras haber pasado la tarde de rebajas en Oviedo. Se trata de la jornada más negra en las carreteras asturianas en diez meses, ya que ayer también falleció un motorista en Ujo.
El resultado de la brutal colisión fue el fallecimiento del conductor del Saxo, Borja Peña Rubio, y de uno de sus acompañantes, David Antón González, ambos de 19 años. Estos dos jóvenes viajaban junto a otros tres vecinos del concejo: Hugo F. N., Eduardo P. R. y Eloy L. F., de 20, 19 y 18 años, respectivamente, que también resultaron heridos de gravedad y fueron trasladados por efectivos del servicio de emergencias 112 de Asturias al Hospital Central de Oviedo.
Por lo que respecta al otro coche, Mercedes F. F. y su cuñada Pilar G. R., de 49 y 56 años, fueron trasladadas al Hospital Central de Asturias con pronóstico grave. Una de las hijas de Mercedes F. F. -Elsa G. F., de 30 años-, su nieta, Noemí F. G., de 11 años, y una sobrina, Ana María V. G., de 31 años, también fueron evacuadas por el servicio de atención médica urgente al Hospital San Agustín de Avilés, con heridas de carácter leve. En la tarde de ayer las tres habían sido dadas de alta.
La noticia cayó como un jarro de agua fría en la villa de Salas, donde desde primeras horas de la mañana de ayer no se hablaba de otra cosa. El dolor, el llanto y el pesar eran la tónica dominante en los semblantes de los vecinos de los cinco jóvenes, muy conocidos en el concejo. Todos señalaban la fatalidad del accidente, la mala fortuna y el duro golpe tanto para familiares como para amigos y vecinos de los fallecidos, y deseaban que éste fuera de verdad el último accidente que segara vidas y rompiera familias.
Dolor en Salas
La capilla ardiente se instaló a partir de las cinco de la tarde de ayer en el tanatorio de la villa salense, y hasta el lugar se acercaron, en un goteo continuo, numerosos vecinos para mostrar su pésame y su compañía a los familiares de Borja Peña y David Antón. A última hora de la tarde de ayer los cadáveres aún no habían sido trasladados al tanatorio desde la capital ovetense, donde se practicó la autopsia a ambos jóvenes. Mientras tanto, el reguero de gente que se acercó hasta el tanatorio fue continuo y doloroso, más aún teniendo en cuenta la edad de los fallecidos y el entorno juvenil en el que se movían.
Los vecinos y amigos de los fallecidos recordaban con los ojos envueltos en lágrimas lo muy queridos que eran Borja y David en la villa, tanto por su sociabilidad como por su afición al deporte. Ambos residían en la villa de Salas y eran vecinos, pues los dos vivían en la plaza de la Campa. Borja Peña trabajaba con su padre en una empresa de transporte, mientras que David Antón era estudiante y había trabajado en el Ayuntamiento como conserje de la piscina municipal y pertenecía a la peña de bolos de Salas
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