LA NUEVA ESPAÑA 17-10-07 El regreso de Elvira

CELSA DÍAZ ALONSO
Contrita, cabizbaja, meditabunda, sin ese esplendor en plumaje y cresterío que durante breves jornadas había hecho palidecer de envidia a las gallinas más coquetas de Paraxes y aledaños. Así se me apareció Elvira, en peor estado que nunca. Arrepentida por no haber estado a la altura de las circunstancias. Por haberse embelesado con los jolgorios festivos, y haber descuidado cuestiones importantísimas para el bienestar de la comunidad gallinácea.
-Las últimas noticias son alarmantes -advertía con afligido cacareo a todo aquel que quisiera escucharla-. Están en peligro los gallineros de Cabruñana, San Justo, La Rodriga, La Rebollada y un largo etcétera. Una empresa de extracción de áridos tiene la aprobación del Gran Gallinero Astur para explotar una cantera en sierra Sollera ¿Os dais cuenta de las nefastas consecuencias que esto puede acarrear?
-Ahora mismo no caigo -cloquea una voz impaciente entre las contertulias-, pero siempre estás oponiéndote al progreso.
-Mira que eres obtusa, querida Renata. El progreso en este caso significa una amenaza para los acuíferos que abastecen los gallineros de toda la zona, cargarse dos necrópolis tumulares: La Cueña, con nueve tumbas, y El Llano las Ayalgas, con cuatro estructuras descubiertas y hasta una veintena sin excavar; un asentamiento fortificado, Castiello'l Pedreo, de época romana y posiblemente hasta una fosa común de milicianos alleranos fusilados en los primeros meses de la guerra civil.
-¡Toma ya!
-No ignoráis -espero- que el gallinero gijonés quiere ampliar el puerto de El Musel, y para ello necesita ingentes cantidades de áridos. En el occidente astur han encontrado la congénere de los huevos de oro. Una zona semidespoblada, deprimida económicamente y en la que la movilización ciudadana brilla por su ausencia. Parece mentira que a estas alturas no os percatéis de que el progreso es siempre basura para los pobres. Parece que en el caso que nos ocupa los Gallitos de la Quintana de todos los gallineros afectados desaprueban esta acción, pero ¿con qué fuerza moral impedirán lo que ya consintieron en otras ocasiones sin despeinarse la cresta?
-A mí me han comentado que, entre otros, puede estar metido en el ajo un empresario leonés de dudosa fama, y que ya ha dado mucho que hablar por estos lares.
La tertulia se fue animando. Unas y otras daban su opinión, y esta vez Elvira era escuchada con interés y auténtica preocupación.
Quizás en esta ocasión se dejen a un lado la apatía, el egoísmo y las dudas sembradas por intereses bastardos para unirse e impedir el expolio de su riqueza.
-Pero, ¿Fermín qué dice?
-Si serás tonta, Renata.