LA NUEVA ESPAÑA 10-08-08 Verónica Menéndez, de Salas a Shanghai

Verónica Menéndez
Directora de Linkpoint Europe


"Más inglés y menos bable"

Una asturiana emprendedora que se formó personal y profesionalmente entre Salas, Oviedo, Madrid y Filadelfia, dirige hoy una importante consultoría para otras empresas en Shanghai.

Nació en Salas el 21 de mayo de 1975 y en la villa creció y estudió hasta la mayoría de edad. En la Universidad de Oviedo se licenció en Administración y Dirección de Empresas en 1998. Se trasladó a Madrid para hacer un máster en Organi­zación Jurídica Económica y Social del Medio Ambiente. Es asimismo máster en Ingeniería de Sistemas por la Universi­dad de Pennsylvania. Ha desarrollado su carrera en Consul­toría de Medio Ambiente y Calidad en Madrid, Asturias y Filadelfia. En 2005 se embarcó, junto a su marido, Juan Gu­tiérrez, en la aventura de Oriente. En la ciudad china de Shanghai dirige Linkpoint Europe, una consultoría para otras empresas. Por Katyra VÁZQUEZy Cristina RAMOS.

Verónica. Menéndez reivindica para Asturias una preparación a nivel internacional. El asturiano conoce su tierra, sus costumbres, el hable... Pero ella es partidaria de una menta­lidad más abierta al mundo. Conside­ra muy valioso el nivel personal y profesional de los asturianos y cree que es necesario aprovechar ese potencial. Contar con unos jóvenes preparados para salir al mundo, via­jar, conocer otras culturas, tradiciones e idiomas es imprescindible en un futuro laboral fuera. Como dice ella, «tender puentes hacia otros países y culturas, teniendo siempre claro, como nosotros desde China, que esos puentes son de ida y vuelta».

¿Por qué China?
"Es un país con muchas posibilidades"
En junio de 2005, Verónica Menéndez re­gresó a España después de estudiar un máster en Ingeniería de Sistemas en la Universi­dad de Pennsylvania y trabajar en la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. Su marido, también asturiano, Juan Gutié­rrez, le planteó una propuesta que ya habían comentado en alguna ocasión: crear una em­presa en China.
«Una compañera china que tuvo Juan cuando estudió en EE UU le abrió los ojos so­bre las posibilidades existentes en él país asiá­tico. Siempre tuvimos claro que queríamos salir fuera, somos muy viajeros, así que, cuan­do llegué de Estados Unidos, Juan me co­mentó lo que quería hacer. Había que irse a China y allí nos fuimos», relata una Verónica Menéndez muy sonriente.
Desde julio a diciembre viajaron en seis ocasiones a China, contactaron con gente y les contaron sus propósitos. Si se quiere ha­cer negocios allí, hay que ir, así que abrieron la oficina y se asentaron en Shanghai.
Llevan tres años al frente de Linkpoint Eu­rope, una consultoría formada por cinco as­turianos y cuatro chinos. Su misión consiste en ayudar a empresas españolas a introducir­se en el mercado chino y a desarrollar pro­yectos, infraestructuras, energías renova­bles... Por su estructura y vocación, Linkpoint Europe está singularmente posicionada para facilitar la internacionali­zación de las empresas y organismos astu­rianos en China. Trabajan por cuenta ajena, en el sector del acero, materiales de cons­trucción, textil o muebles y mantienen nego­cios en Filipinas, Nigeria, India y Vietnam.
Visitan Asturias en vacaciones. Las de Na­vidad del año pasado fueron distintas a las an­teriores: en Oviedo nació Ana, su primera hi­ja. «Un nombre fácil, corto y que los chinos puedan pronunciar sin llamarla una barbaridad», explica Verónica Menéndez. A la pre­gunta sobre su vuelta a Asturias respondió: «No hay fecha de vuelta, estamos muy a gus­to, cuando seamos mayores volveremos, pe­ro de momento hay mucho que hacer allí».

Ideas para Asturias
"Enfocar la educación hacia afuera"
Verónica Menéndez detecta errores en Asturias y propone soluciones. «Más ingles y menos hable. Enfocar la educación de los jóvenes hacia afuera, hacia otros países y culturas. Los asturianos ya conocemos As­turias, y a estas alturas inventar o exagerar la asturianía es malgastar el tiempo y los re­cursos. Necesitamos conocer, entender al resto del mundo para aprovechar las opor­tunidades que nuestra región tiene, y valo­rar las diferencias que poseen nuestra cultura y tradiciones». Su idea es unir Asturias con más países, que exista un contacto y un conocimiento de lo que hay fuera de la re­gión. «Tender puentes hacia otros países y culturas. A los asturianos siempre se nos ha dado bien cruzarlos. Desde los tiempos de la emigración tenemos claro que los puen­tes son siempre de ida y vuelta. Nosotros, también».

Asturias desde el exterior
"Lugar muy pequeño, gente muy grande"
Shanghai. Una ciudad con veinte millones de habitantes, segura, cómoda para moverse y caótica. El idioma fue la primera adversidad. Con un traductor, al principio, y mediante la, práctica con taxistas o dependientes, Verónica Menéndez comenzó a defenderse sin proble­mas. El choque cultural también le impactó. El trato con la gente no es tan cercano como en España; sus costumbres, como escupir o eruc­tar, son difíciles de llevar, no existe el pincho de media mañana o la caña tras el trabajo... Echa de menos Asturias, pero sigue muy pen­diente de ella.
Después de pasar varios años fuera de la re­gión, su perspectiva es que «el Principado es un lugar muy pequeño con gente muy grande. La calidad personal de los asturianos es enor­me y la falta de oportunidades profesionales que hay se debe sólo al entorno. Ojalá algún día el «paraíso humano» de Asturias sea «pa­raíso profesional». Hoy se pueden hacer mu­chos negocios e intercambios culturales desde Asturias», opina Verónica Menéndez.
Según ella, el resto del mundo sufre proble­mas que la industria asturiana ya resolvió. «¿Por qué no aprovechar nuestra experiencia fuera?», se pregunta. En su visión sobre la re­gión, también detecta problemas. «Mientras el resto del mundo se abre y encuentra en otras regiones su complemento para mejorar y cre­cer, socialmente hay tendencia a mirarnos de­masiado el ombligo. Asturias tiene más opor­tunidades para su gente y sus negocios dentro de un contexto internacional. Eso implica asu­mir que otros países hacen algunas cosas me­jor que nosotros», asegura la salense. Menén­dez cree que falta ambición. «La juventud tie­ne la obligación de fijarse metas más ambiciosas que las que alcanzaron sus mayo­res. Hoy es más difícil, pero la preparación de la gente y las oportunidades de aprender a tra­vés de internet y de viajes es mucho mayor».

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