18 junio, 2010

LA NUEVA ESPAÑA 18-06-10 Un nuevo hundimiento entre Salas y Cornellana complica todavía más las salidas al Occidente

El incidente deja intransitable un tramo de cien metros en la carretera de La Espina - El Corredor del Aller, cortado entre Mieres y Moreda a la altura de Valdefarrucos







Oviedo / Villazón (Salas),
I. PULIDO / J. A. O.
Las lluvias torrenciales y las inundaciones han dejado un rastro de destrucción que también se nota con fuerza en las infraestructuras asturianas de comunicación. Los primeros balances han confirmado que las salidas a Galicia han sido las más perjudicadas por el histórico diluvio que sumergió a la región bajo las aguas. Y es que a los graves problemas registrados la semana pasada en la N-634, a la altura de la localidad naviega de El Bao, y que todavía persisten, se les suma ahora el corte de esta misma carretera entre Salas y Cornellana, en Vilazón. Se trata de una incidencia que cobra una especial relevancia, pues afecta al principal eje hacia la comunidad vecina por el interior de la región. También resulta fundamental para la comarca suroccidental. La autovía Oviedo-La Espina sólo llega hasta Grado y este corte obliga a realizar un importante rodeo por carreteras estrechas y sinuosas.
Además de en estos tramos occidentales de la N-634, también está suspendida la circulación por el Corredor del Aller, entre Valdefarrucos y Moreda; en un tramo de la carretera N-632 que se ha hundido en Soto del Barco; en el puente de La Portilla, entre Soto y Muros de Nalón; en la N-625 a su paso por Vega de Cien (Amieva) y en numerosas vías comarcales y locales, afectadas por argayos, caídas de árboles y desprendimientos de rocas y piedras. La Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda circular con la máxima precaución (nivel amarillo) en la autovía A-8, de Villaviciosa a Gijón, afectada por cortes de carriles.
En el otro lado de la balanza, tras los problemas de las últimas horas, ya ha sido posible recuperar la normalidad del tráfico en la carretera de Santander (N-634), que el miércoles por la mañana había quedado cortada entre Arriondas y Ribadesella, a causa de las enormes inundaciones en el entorno de Llovio. Tampoco hay problemas ya en todo el Corredor del Narcea.
El incidente en la carretera de La Espina se sitúa entre Salas y Cornellana y obedece a un importante corrimiento de tierras en uno de los márgenes del vial, lo que ha provocó un desplazamiento del trazado. El río Nonaya, que discurre en paralelo a la calzada, arrastró el material de relleno y dejó intransitable un tramo de unos cien metros de longitud, a la altura del núcleo rural de Villazón.
El alcalde salense, José Manuel Menéndez, mantuvo ayer mismo una reunión en la Delegación del Gobierno con Ignacio Arango, jefe de la Demarcación de Carreteras, para analizar la situación. La reparación será efectuada con carácter de urgencia, según le garantizó Arango al regidor, y comenzará «en breve». Sin embargo, mientras tanto, toda la circulación será desviados por la AS-15, a través de Soto de los Infantes.
El corte del vial ha deteriorado las ya de por sí complicadas comunicaciones con Galicia, que «penden de un hilo» tras las inundaciones registradas en el río Bao a su paso por Navia. La nueva alternativa que se abre para los usuarios de la N-634, también conocida como carretera de La Espina, pasa por llegar a Salas a través de Soto de los Infantes, lo que supone alrededor de media hora más de recorrido. No obstante, muchos conductores optan por llegar a la villa salense, desde Cornellana, a través de Santa Eufemia y Cermoño.
Esta última opción no es la más aconsejable, pues se trata de un trazado sinuoso y estrecho por el que apenas pasan dos coches y por el que es imposible la circulación de vehículos de gran tonelaje. «Paso por Villazón todas las semanas y esto ya se veía venir. Ahora, no me queda otra más que ir a Soto de los Infantes», comentaba ayer por la mañana el transportista José Francisco Álvarez. El corte de la carretera ha sido acogido con indignación por los usuarios habituales, sobre todo, por los retrasos que se están acumulando en la autovía, una infraestructura que, en principio, debería entrar en servicio el año que viene, a expensas de los recortes económicos del Ministerio de Fomento.

http://www.lne.es/asturias/2010/06/18/nuevo-hundimiento-salas-cornellana-complica-todavia-salidas-occidente/930897.html

Los usuarios achacan el cierre de La Espina a las obras de la autovía







Las obras en El Bao, Navia.
Las obras en El Bao, Navia. ana serrano

«Lo que ha pasado se veía venir; un carril de la carretera ya permanecía cortado desde hacía seis meses y el tráfico estaba regulado con un semáforo», asegura José Antonio Méndez, vecino de Llamas y usuario habitual de la carretera de La Espina. Según los lugareños, el mal estado de la vía se había agravado tras las inundaciones del pasado mes de enero, sin que se tomasen las medidas necesarias para evitar el cierre que se produce ahora. «Nadie hizo nada y, mientras tanto, siguieron pasando a diario decenas de camiones procedentes de las obras de la autovía a La Espina», subraya Méndez.
Por su lado, José Díaz, vecino de Villazón, califica lo sucedido de «vergüenza». Según indica, «los autobuses de Alsa no pasan desde el miércoles y los chiquillos se han quedado sin transporte escolar. Llevamos medio año pidiendo que se arreglara la carretera, y nada. ¿Qué hay que hacer en este país para que lo escuchen a uno?». Amparo García, al frente del bar de Villazón, incide en que «el agua del Nonaya no llegó a la carretera, lo que creemos es que todo se debe a las obras de la autovía. Siempre hubo río y nunca pasó nada, justo hasta que empezaron las labores de construcción de la nueva carretera».
Por su parte, el alcalde, José Manuel Menéndez, achaca el incidente a que «los corrimientos de tierra en la ladera desplazaron la carretera y, como consecuencia, el río minó el vial y se llevó el material de relleno». El regidor añadió que «los principales afectados por la situación están siendo negocios como las explotaciones mineras de la zona, la industria láctea y la fábrica de cerámica», mientras que «los vehículos articulados tienen que dar un rodeo de unos setenta kilómetros, llegar a Tineo a través de la AS-15 y luego bajar a Salas».
Mientras, en El Bao continúan los trabajos de recogida de escombros. Una decena de camiones extrae material para dejar paso al río Barayo, cuyas aguas inundaron las viviendas del valle de esta localidad, al obstruirse los tubos por los que pasaba el cauce, construidos bajo la vía. El tráfico se está desviando por la antigua carretera, en visible estado de deterioro y que, de momento, soporta el paso de todos los vehículos que circulan en dirección a Oviedo y a Galicia.

http://www.lne.es/asturias/2010/06/18/usuarios-achacan-cierre-espina-obras-autovia/930898.html