LA NUEVA ESPAÑA 19-08-10 El supermercado de La Barraca

Los vaqueiros celebraban sus bodas en Casa Claudio, un establecimiento fundado en Salas en 1930 y que hoy en día mantiene su actividad como bar-tienda

Claudio García, frente a una estantería repleta de productos. ignacio pulido

POR IGNACIO PULIDO La Barraca (Salas)
Hubo un tiempo en el que el acceso al pueblo salense de La Barraca sólo se podía efectuar a lomos de un caballo, en carro o a pie. Por aquel entonces, el éxodo rural era algo que carecía de significado en las brañas vaqueiras de Salas, Cudillero o Valdés. Sus habitantes, que se contaban por centenares, acudían cada día a realizar sus compras a este pequeño núcleo donde, en 1930, fue fundado «Casa Claudio», un comercio en el que era posible encontrar cualquier cosa. Ochenta años después, apenas queda nada de ese pasado, tan sólo este bar-tienda que sigue abierto contra viento y marea.
Casa Claudio fue fundado en la parte alta de La Barraca por Claudio García y Emilia Fernández. Diez años más tarde, el comercio fue trasladado a una hacienda sita en las proximidades del río Aranguín. Su fundador nació en el seno de una familia dedicada al mundo de la construcción. «Mi padre emigró a Cuba y en La Habana montó la empresa García y Comesaña, dedicada a la realización de reformas», comenta Claudio García Fernández, hijo del indiano salense.
García y Comesaña daba empleo a unos treinta emigrantes asturianos hasta que la imposición de una nueva normativa provocó un giro de ciento ochenta grados en el devenir de la empresa. «En Cuba se aprobó una ley que obligaba a que un setenta y cinco por ciento de la plantilla de las empresas estuviese compuesto por nativos», subraya Claudio García. Poco a poco, el negocio del patriarca se vino abajo y la familia García Fernández se vio obligada a regresar con el capital suficiente como para echar a andar un negocio que nació como bar, tienda, restaurante y almacén de piensos. «Teníamos clientes en Salas, Cudillero y Valdés. Suministrábamos todo tipo de productos a brañas como Lendepeñas, La Arquillina, Los Baos, Brañaiveinte o Brañaseca», precisa Claudio García Fernández.
Frente a Casa Claudio se amarraban cada día decenas de caballos dando lugar a una estampa propia del «lejano oeste». «En aquella época movíamos mucha mercancía. La teníamos que bajar en un carro desde La Arquera», recuerda García, el cual comenzó a trabajar con quince años en el negocio familiar. «Mi padre falleció cuando apenas contaba con cuarenta y cuatro años de edad. Entonces me encargué de la empresa», señala el comerciante, de ochenta y dos años de edad.
La fama de Casa Claudio no sólo se limitaba al comercio de todo tipo de productos y piensos sino que su local llegó también a ser escenario de bodas vaqueiras. Los novios y los padrinos bajaban de las brañas a lomos de cuatro caballos y solían ir precedidos por los músicos de la orquesta «La Estrada». «Al principio, nosotros tan sólo poníamos la mesa y el vino, mientras que los contrayentes eran los encargados de poner la comida», matiza Claudio García. Las fiestas nupciales se prolongaban hasta el atardecer, hora a la que los asistentes regresaban a pie a sus brañas para seguir con la fiesta. «Alrededor de 1950 dejaron de celebrarse este tipo de eventos», precisa el regente del comercio.
En 1956, Claudio contrajo matrimonio con Dolores Castro, natural de Vegacebrón. Desde entonces el matrimonio ha estado al pie del mostrador. Cada día ambos reciben a decenas de clientes. Tan sólo algunos de sus servicios, como el teléfono público, primero que se instaló en el pueblo, han caído en desuso. «Aquí hay de todo, es como un supermercado», enfatiza Manuel López, cliente de la casa.
Nombre
Casa Claudio
Lugar
La Barraca (Salas)
Fundadores
Claudio García y Emilia Fernández
Fecha de apertura
1930
Tipología
Bar tienda y almacén de piensos
Otros datos
Durante décadas Casa Claudio fue elegida por los vaqueiros de Salas, Cudillero y Valdés para celebrar sus enlaces matrimoniales

http://www.lne.es/occidente/2010/08/19/supermercado-barraca/956949.html