LA NUEVA ESPAÑA 19-08-11 «Las romerías son parte de la identidad del pueblo asturiano, hay que conservarlas»

«Hay que ser originales, pero con criterio, no vaya a ser que acabemos preñando el bollo con chorizos criollos»

José Manuel Legazpi, ayer, en un momento de la entrevista. lorena valdés

JOSÉ MANUEL LEGAZPI Escultor y pregonero de las fiestas de Salas

Salas, Lorena VALDÉS
El pintor, escultor e ilustrador José Manuel Legazpi, que reside y trabaja desde hace años en San Esteban de las Dorigas (Salas), será el encargado de pronunciar esta noche el pregón de las fiestas del Bollo que se celebrarán en la villa salense hasta el domingo. El artista, nacido en Bres (Taramundi) y criado en Vegadeo, reconoce que su sermón «no será nada tradicional» y en él apelará a la necesidad de conservar la tradición de las fiestas populares. Para Legazpi, las romerías tienen un significado mucho más profundo que «tirar voladores y echar unos bailes, ya que forman parte de la identidad del pueblo asturiano».
-Es usted un firme defensor de las romerías.
-Hay quién opina que ya no existen los motivos que originan y sustentan la fiesta popular, cuestionando así su vigencia. Pero los voladores y el baile no son la verdadera naturaleza de las romerías, sino manifestaciones de algo más profundo y que tan sólo exteriorizan lo que de verdad se celebra, nuestra identidad como pueblo. En estas celebraciones, los pueblos se reconocen como tales a la vez que públicamente lo manifiestan sin ningún recato y sin escatimar en medios, ni reparar en gastos.
-¿Dónde está escrito?
-En una especie de libro blanco, sin letras, ni filigranas. Estoy hablanco de algo aparentemente abstracto y sin embargo tan real como la vida misma. Me refiero a la tradición, ese tesoro que recibimos de nuestros antepasados, un legado donde constan todos sus nombres y que es fruto de sus caracteres, vivivencias y de su particular filosofía de entender la vida y que queda reflejada en forma de costumbre, trasmitida de padres a hijos, de generación en generación, hasta hoy.
-Y las fiestas del bollo de Salas, ¿qué tienen de particular?
-Para empezar el nombre, que no puede ser más sugerente, y que el programa festivo tiene lugar en una villa recoleta muy agradable en la que el visitante se siente arropado por la historia mientras pasea. Las fiestas de los pueblos suponen la oportunidad de que al menos una vez al año la gente vuelva a reencontrarse y junta disfrute de la romería.
-Organizar unas fiestas en los tiempos que corren es cosa casi de valientes.
-No es fácil, que duda cabe, pero frente a la crisis hay que buscar novedades en los programas festivos, ideas singulares que no tienen por qué exigir un gran presupuesto. Pero también con criterio no vaya a ser que acabemos preñando el bollo con chorizos criollos.
-¿Qué ha encontrado en San Esteban de las Dorigas?
-Para un urbanita, «trotaaceras» como yo, el pueblo me permite centrarme mejor en el trabajo y filtrar la información que recibo. Estoy en el campo y me dejo acompañar por la naturaleza, aunque nunca haya plantado una lechuga. Disfruto del silencio.

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