LA NUEVA ESPAÑA 29-08-06 Universitario y científico(Réplica sobre un yacimiento paleontológico en Salas)
JUAN VELARDE FUERTES
Entre los científicos usamos ciertas convenciones. Si se incumplen, lo que se ofrece queda, de inmediato, desechado. De ahí mi asombro ante el artículo enviado por el profesor García-Alcalde bajo el título «Un yacimiento en Salas que no es desconocido», publicado en LA NUEVA ESPAÑA el 26 de agosto de 2006.
Dice en él «comentar la carta abierta dirigida al rector de la Universidad de Oviedo» por mí en LA NUEVA ESPAÑA el 18 de agosto de 2006. Y he aquí que se lanza a decir que en ésta se habla de un yacimiento «arqueológico», y, como un nuevo Fray Gerundio de Campazas, sobre una frase que no existe, naturalmente, en mi carta, intenta posar de culto en léxico y en geología.
Yo decía, humildemente, a la Universidad de Oviedo que un botánico, Rufino Sagredo -las algas son de su dominio, creo-, me había escrito en 1973 una carta, al entregarle yo para que la identificase una fósil que había encontrado en un yacimiento en Casazorrina, diciendo que era un ejemplar raro de «Selenepora compacta» (Billings), un alga roja extraña. Por eso le parecía que el yacimiento podría ser muy interesante. Rufino Sagredo ha merecido que el catedrático de Botánica Gabriel Blanca le dedicase la «Centaurea sagredoi», que, por cierto, tiene una flor preciosa.
Textualmente, yo añadía al rector: «¿No debería algún geólogo, algún paleontólogo, algún biólogo de la Universidad de Oviedo acercase por allí y ver si lo que entonces daba la impresión de entusiasmar, por el tono de la misiva a Sagredo (el botánico), merece la pena?». Y concluía: «Y si ellos opinasen que la cosa no merecía la pena, también me parecería bien».
Yo no soy no geólogo, ni paleontólogo, pero no quería tener la responsabilidad de que se destruyese algo que pudiera ser interesante. Lo que sí pretendo ser es universitario y científico. Y quien escribe sobre otro texto sin congruencia con lo que en él se dice no es científico y en la Universidad no sigue la mínima cortesía corriente en ella.
Juan Velarde Fuertes es catedrático de Economía Aplicada y premio «Príncipe de Asturias» de Ciencias Sociales.
Entre los científicos usamos ciertas convenciones. Si se incumplen, lo que se ofrece queda, de inmediato, desechado. De ahí mi asombro ante el artículo enviado por el profesor García-Alcalde bajo el título «Un yacimiento en Salas que no es desconocido», publicado en LA NUEVA ESPAÑA el 26 de agosto de 2006.
Dice en él «comentar la carta abierta dirigida al rector de la Universidad de Oviedo» por mí en LA NUEVA ESPAÑA el 18 de agosto de 2006. Y he aquí que se lanza a decir que en ésta se habla de un yacimiento «arqueológico», y, como un nuevo Fray Gerundio de Campazas, sobre una frase que no existe, naturalmente, en mi carta, intenta posar de culto en léxico y en geología.
Yo decía, humildemente, a la Universidad de Oviedo que un botánico, Rufino Sagredo -las algas son de su dominio, creo-, me había escrito en 1973 una carta, al entregarle yo para que la identificase una fósil que había encontrado en un yacimiento en Casazorrina, diciendo que era un ejemplar raro de «Selenepora compacta» (Billings), un alga roja extraña. Por eso le parecía que el yacimiento podría ser muy interesante. Rufino Sagredo ha merecido que el catedrático de Botánica Gabriel Blanca le dedicase la «Centaurea sagredoi», que, por cierto, tiene una flor preciosa.
Textualmente, yo añadía al rector: «¿No debería algún geólogo, algún paleontólogo, algún biólogo de la Universidad de Oviedo acercase por allí y ver si lo que entonces daba la impresión de entusiasmar, por el tono de la misiva a Sagredo (el botánico), merece la pena?». Y concluía: «Y si ellos opinasen que la cosa no merecía la pena, también me parecería bien».
Yo no soy no geólogo, ni paleontólogo, pero no quería tener la responsabilidad de que se destruyese algo que pudiera ser interesante. Lo que sí pretendo ser es universitario y científico. Y quien escribe sobre otro texto sin congruencia con lo que en él se dice no es científico y en la Universidad no sigue la mínima cortesía corriente en ella.
Juan Velarde Fuertes es catedrático de Economía Aplicada y premio «Príncipe de Asturias» de Ciencias Sociales.
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