18 agosto, 2006

LA NUEVA ESPAÑA 18-08-06 Un yacimiento en peligro


(Carte abierta al Rector Magnífico de la Universidad de Oviedo, Dr. D. Juan A. Vázquez)

JUAN VELARDE FUERTES
La Granda, 17 de agosto de 2006

El economista Juan Velarde Fuertes pone en conocimiento del rector de la Universidad de Oviedo, Juan Vázquez, la amenaza que se cierne sobre un yacimiento de Ordoviciense y le pide que intervenga para conseguir su conservación.

Querido Rector:
Aquí, en el tiempo que puedo, me dedico a escribir mis recuer­dos, como economista, que titu­lo «Testigo del gran cambio». Por eso tengo que revisar multi­tud de papeles desde 1947 para acá. En esto me encuentro con que el 24 de octubre de 1972 recibí una carta que, por lo que a continuación te digo, quizá debiera tener ahora mismo algu­na consecuencia.
Por mi afición a la Biología, en una trinchera de la carretera al comienzo de la recta que concluye en Salas, en la desviación de la actual en el lado derecho, nada más salir de Casa Zorrina, siem­pre, desde hace muchos años, suelo rebuscar entre los fósiles que allí se encuentran. En una de esas mínimas búsquedas había dado con un ejemplar extraño de alga fosilizada, junto con varios moluscos. Se lo entregué al famo­so botánico Rufino Sagredo (1899-1991). Me contestó con una carta muy entusiasta que reci­bí ese 24 de octubre de 1972. Al parecer, yo había dado con una Selenepora Compacta (Billings), una extraña alga roja del Ordovi­ciense Medio y Superior, o sea, de hace unos 350 millones de años. Este ejemplar únicamente había aparecido en América del Norte, en Estonia y en Rusia. Sagredo me señaló que eso indi­caba que el yacimiento era muy importante.
Pues bien, querido Rector, al ir hacia Salas el pasado 13 de agos­to a un acto de mi querida Cofra­día de la Virgen del Viso observé que casi al lado de este yacimien­to se veían unas obras de amplia­ción de la carretera. ¿No debería algún geólogo, algún paleontólogo, algún biólogo de la Universi­dad de Oviedo acercarse por allí y ver si lo que entonces daba la impresión de entusiasmar, por el tono de la misiva de Sagredo, merece la pena? Y si es así, ¿no podría hacerse alguna calicata rápida para recuperar lo que se pudiera o, incluso, gestionar que ese bloque de sedimentos del Ordoviciense se conservase en lo posible? Y si ellos opinasen que la cosa no merecía la pena, tam­bién me parecería bien. Pero no quiero tener en el futuro ningún comezón por no haber advertido esto.
Un abrazo, querido y admirado Rector, de tu amigo y colega.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Maestro Velarde, mucho le ennoblece la carta al Rector que acabo de leer. Vivo muy cerca del lugar que en ella cita y soy testigo de las obras emprendidas. Por ello puedo comprobar solo con asomarme al balcón que la obra no solo sigue parada sino que aun no se han emprendido las investigaciones arqueológicas que con tanto acierto propone a los investigadores de la Universidad de Oviedo que fundó otro ilustre salense, Don Fernando de Valdés-Salas. Pero, en fin, para qué agarrar un berrinche. Hace tiempo que perdí toda esperanza, haciendo caso al eslogan que, al decir de Dante Alglieri, cuelga de la puerta del Averno. Con motivo del IV Congreso de Arqueología de Desarollo Sostenible (sic) que tuvo lugar en Salas hace dos años, me dirigí a las autoridades locales que ocupaban la mesa redonda con la que se clausuró en evento, para rogarles que pusieran todo su empeño para que el Camino Primitivo de Santiago no fuera agredido por las obras de la autovía Oviedo - La Espina. Pues bien, de nada sirvió el ruego. El Camino ha sido una vez más maltratado, no, miento, más maltratado que nunca. Al parecer los parlamentarios regionales de la oposición al gobierno bipartito prometieron presentar en la Asamblea General una proposición no de ley para que el Camino fuera objeto de respeto con la pertinente reposición de su trayecto por los pagos de Casazorrina. Ignoro si tal proposición ha sido presentada. De momento la obra, como digo, sigue parada, y el Camino ninguneado a pesar de que se sigue repitiendo la frase grandilocuente de que es la Primera Ruta Cultural Europea. Cada día veo pasar más peregrinos por delante de mi casa, La Devesa, muchos de ellos de países europeos, pero todos ellos tienen que soportar estoicamente el sarcasmo que la inoperancia de nuestras autoridades locales, regionales y nacionales. Créame, maestro: es una auténtica vergüenza. Vamos, una nueva vergüenza que debiera sonrojar a quienes la consienten. Un saludo de su admirador y colega, Francisco Muñoz de Escalona

4:08 p. m.  

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