03 abril, 2007

LA NUEVA ESPAÑA 03-04-07 Munícipes imprescindibles

Luis Arias Argüelles-Meres

Café y vino peleón como testigos. En la reunión, se habla cada vez más alto. No pueden evitarlo, acaso «por no hacer mudanza en su costumbre». No está en juego un proyecto que emborrona un papel que lo resiste todo, sino la continuidad en el puesto de trabajo. No se alude al fatídico día después en caso de derrota que los llevaría a engrosar las listas del paro, si bien comparece como un espectro. El conjuro, además del más vidrioso silencio, es el proyecto para el concejo, recetario de vaguedades, que sólo ellos podrán aplicar debidamente. Se trata de que todos crean, empezando por los interesados, que son imprescindibles, cuando lo que se dilucida es su continuidad en un cargo que los sustenta, y que, en muchos casos, los eleva no sólo al nivel máximo de incompetencia, sino también, lo que es aún peor, de estulticia, aunque, ¡ay!, Cicerón no figura entre sus lecturas.

Nota de amisalas:
Aunque el autor no indica a qué concejo se refiere, estimamos que pudiera ser el de Salas. No obstante, dejamos a los lectores que sean quienes saquen sus conclusiones ya que solamente Luis Arias sabe la solución.