LA NUEVA ESPAÑA 31-07-09 En nombre de los vaqueiros
Los verdaderos protagonistas de las brañas aún esperan justicia e inversiones en sus necesidades reales
GONZALO GAYO CORBELLA PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN CULTURAL DE LOS VAQUEIROS DE ALZADA
En el nombre de los vaqueiros de alzada se celebran bodas convertidas en reclamos turísticos en el alto de Aristébano para honrar la vanidad de algún xaldo o xalda, se levanta un museo en Naraval a golpe de subvenciones donde se reinventan la historia y el hábitat de los vaqueiros e incluso se concibe una Comarca Vaqueira que divide el territorio donde se asientan los vaqueiros para tratar de justificar unas subvenciones que nunca llegan a los verdaderos protagonistas de siglos de discriminaciones. E incluso podemos saborear tanta manipulación a golpe de cucharadas saboreando un yogur al «puro sabor vaqueiro».
En el nombre de los vaqueiros algunos llevan medio siglo viviendo de la sopa boba emulando los bailes de la sección femenina, mientras otros tratan de enterrar una cultura para reinventar la suya propia, para simplemente poner la mano allá donde caen unas subvenciones europeas, o estatales o del Principado, mientras los verdaderos protagonistas siguen esperando que se haga justicia y se invierta en las necesidades de las brañas vaqueiras.
Atrás quedaron las vigas de madera, los enterramientos alejados del camposanto o los escritos en piedra en templos católicos donde se «invitaba» a los vaqueiros a no oír misa más allá de una línea que duró demasiado tiempo. Es posible que muchos quieran borrar esa historia, pero lo verdaderamente triste es que continúa el agravio comparativo, con esa misma línea imaginaria en la que puede leerse «no pasarán a tener las mismas condiciones y servicios públicos los vaqueiros de alzada», pese a que pagamos los mismos impuestos durante siglos a cambio de casi nada.
A la falta de inversiones se suma la apropiación en el nombre de los vaqueiros de alzada de su historia, folclore y tradiciones con la creación de festivales, museos o comarcas cuya finalidad es la de obtener beneficios privados a costa de las necesidades de mejora de servicios públicos de una parte de la población asturiana.
Hoy los mismos que enarbolan la bandera de una vaqueirada en el alto de Aristébano han sido incapaces en cincuenta años de dedicar un mínimo esfuerzo a recuperar la casa en ruina de la más grande trovadora de los vaqueiros, Rogelia Gayo, pese a las ayudas recibidas durante este tiempo. Desde la Asociación Cultural de los Vaqueiros de Alzada proponemos a los ayuntamientos de Tineo y Valdés que promuevan la recuperación de la casa de Rogelia para convertirla en un verdadero museo vaqueiro del folclore de las brañas y, de paso, que se recuperen también las grabaciones realizadas por la BBC con la voz de Rogelia, hoy en depósito en una fundación en Nueva York.
A los promotores del Museo de los Xaldos en Naraval, mal llamado museo vaqueiro, no estaría mal que destinaran parte de las subvenciones recibidas a habilitar una placa allí donde fueron enterrados Rogelia Gayo y otros tantos vaqueiros en el cementerio de Naraval, alejados del resto de vecinos, en el silencio y olvido de una historia repleta de discriminaciones que no hace tanto tiempo recorría las calles, iglesia y la misma escuela de Naraval.
Qué decir de una Comarca Vaqueira que se jacta de dividir el territorio de los vaqueiros y de no apoyar las brañas en la mejora de caminos y en las condiciones de vida de las personas mayores, así como ofrecer una oportunidad a los jóvenes para el desarrollo del mundo rural. ¿Adónde van las ayudas del Gobierno, del Principado y de Bruselas para el desarrollo de las condiciones de vida de los hombres y mujeres de las montañas? Desde luego, por las brañas no aparecen, ni en la mejora de las condiciones de vida ni en el desarrollo del potencial económico, pero sin embargo hay quien sí que está haciendo su agosto a costa del nombre de los vaqueiros.
Es hora de que la llamada Comarca Vaqueira tome otro rumbo e integre a otros concejos vaqueiros hasta Somiedo y promueva el verdadero desarrollo rural de las brañas en el Occidente de Asturias y no sea el instrumento para que unos pocos vivan de la sopa boba a costa de no satisfacer las necesidades y la sed de justicia de los vaqueiros. Es hora de que el Principado tome cartas en este asunto para no dejar escapar las oportunidades que ofrecen Europa y el Gobierno de España en el desarrollo de zonas rurales más desfavorecidas y porque es una cuestión de justicia hacia el mundo vaqueiro. Tan sólo el Ayuntamiento de Tineo ha atendido proyectos de mejora en infraestructuras de poblaciones vaqueiras a través del plan E del Gobierno de España, sin duda un ejemplo a seguir, y que sin embargo brilla por su ausencia en el resto de concejos.
Los vaqueiros de alzada pedimos que no se reinvente nuestra historia, la misma que habla de siglos de discriminaciones sufridas por nuestros mayores y antepasados y que aún hoy perdura en la falta de inversiones y servicios públicos. Los vaqueiros de alzada nos sentimos muy orgullosos de nuestras raíces y del tesón de nuestras gentes pese a que muchos tuvieron que partir a otras «alzadas» para prosperar en tierras donde no había más muro ni viga que el esfuerzo personal, en igualdad de oportunidades. Es hora de que se haga justicia a los vaqueiros, a nuestras gentes de las brañas, desde la necesaria solidaridad de todos los asturianos. Pido que se tome conciencia de que podemos perder parte de nuestra historia si se sigue dando la espalda a las necesidades de las brañas, en caminos, iluminación pública, agua potable, desagües, etcétera, ¿es tanto pedir? Es preciso apoyo a la recuperación del patrimonio cultural para rehabilitar viviendas centenarias y mejorar las condiciones de la actividad ecológica ganadera.
Es hora de que se haga justicia y es un ruego que reitero a los asturianos para que definitivamente se destruyan todas las vigas que impiden el progreso de las brañas vaqueiras y del occidente de Asturias.
http://www.lne.es/opinion/2009/07/31/nombre-vaqueiros/789451.html
GONZALO GAYO CORBELLA PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN CULTURAL DE LOS VAQUEIROS DE ALZADA
En el nombre de los vaqueiros de alzada se celebran bodas convertidas en reclamos turísticos en el alto de Aristébano para honrar la vanidad de algún xaldo o xalda, se levanta un museo en Naraval a golpe de subvenciones donde se reinventan la historia y el hábitat de los vaqueiros e incluso se concibe una Comarca Vaqueira que divide el territorio donde se asientan los vaqueiros para tratar de justificar unas subvenciones que nunca llegan a los verdaderos protagonistas de siglos de discriminaciones. E incluso podemos saborear tanta manipulación a golpe de cucharadas saboreando un yogur al «puro sabor vaqueiro».
En el nombre de los vaqueiros algunos llevan medio siglo viviendo de la sopa boba emulando los bailes de la sección femenina, mientras otros tratan de enterrar una cultura para reinventar la suya propia, para simplemente poner la mano allá donde caen unas subvenciones europeas, o estatales o del Principado, mientras los verdaderos protagonistas siguen esperando que se haga justicia y se invierta en las necesidades de las brañas vaqueiras.
Atrás quedaron las vigas de madera, los enterramientos alejados del camposanto o los escritos en piedra en templos católicos donde se «invitaba» a los vaqueiros a no oír misa más allá de una línea que duró demasiado tiempo. Es posible que muchos quieran borrar esa historia, pero lo verdaderamente triste es que continúa el agravio comparativo, con esa misma línea imaginaria en la que puede leerse «no pasarán a tener las mismas condiciones y servicios públicos los vaqueiros de alzada», pese a que pagamos los mismos impuestos durante siglos a cambio de casi nada.
A la falta de inversiones se suma la apropiación en el nombre de los vaqueiros de alzada de su historia, folclore y tradiciones con la creación de festivales, museos o comarcas cuya finalidad es la de obtener beneficios privados a costa de las necesidades de mejora de servicios públicos de una parte de la población asturiana.
Hoy los mismos que enarbolan la bandera de una vaqueirada en el alto de Aristébano han sido incapaces en cincuenta años de dedicar un mínimo esfuerzo a recuperar la casa en ruina de la más grande trovadora de los vaqueiros, Rogelia Gayo, pese a las ayudas recibidas durante este tiempo. Desde la Asociación Cultural de los Vaqueiros de Alzada proponemos a los ayuntamientos de Tineo y Valdés que promuevan la recuperación de la casa de Rogelia para convertirla en un verdadero museo vaqueiro del folclore de las brañas y, de paso, que se recuperen también las grabaciones realizadas por la BBC con la voz de Rogelia, hoy en depósito en una fundación en Nueva York.
A los promotores del Museo de los Xaldos en Naraval, mal llamado museo vaqueiro, no estaría mal que destinaran parte de las subvenciones recibidas a habilitar una placa allí donde fueron enterrados Rogelia Gayo y otros tantos vaqueiros en el cementerio de Naraval, alejados del resto de vecinos, en el silencio y olvido de una historia repleta de discriminaciones que no hace tanto tiempo recorría las calles, iglesia y la misma escuela de Naraval.
Qué decir de una Comarca Vaqueira que se jacta de dividir el territorio de los vaqueiros y de no apoyar las brañas en la mejora de caminos y en las condiciones de vida de las personas mayores, así como ofrecer una oportunidad a los jóvenes para el desarrollo del mundo rural. ¿Adónde van las ayudas del Gobierno, del Principado y de Bruselas para el desarrollo de las condiciones de vida de los hombres y mujeres de las montañas? Desde luego, por las brañas no aparecen, ni en la mejora de las condiciones de vida ni en el desarrollo del potencial económico, pero sin embargo hay quien sí que está haciendo su agosto a costa del nombre de los vaqueiros.
Es hora de que la llamada Comarca Vaqueira tome otro rumbo e integre a otros concejos vaqueiros hasta Somiedo y promueva el verdadero desarrollo rural de las brañas en el Occidente de Asturias y no sea el instrumento para que unos pocos vivan de la sopa boba a costa de no satisfacer las necesidades y la sed de justicia de los vaqueiros. Es hora de que el Principado tome cartas en este asunto para no dejar escapar las oportunidades que ofrecen Europa y el Gobierno de España en el desarrollo de zonas rurales más desfavorecidas y porque es una cuestión de justicia hacia el mundo vaqueiro. Tan sólo el Ayuntamiento de Tineo ha atendido proyectos de mejora en infraestructuras de poblaciones vaqueiras a través del plan E del Gobierno de España, sin duda un ejemplo a seguir, y que sin embargo brilla por su ausencia en el resto de concejos.
Los vaqueiros de alzada pedimos que no se reinvente nuestra historia, la misma que habla de siglos de discriminaciones sufridas por nuestros mayores y antepasados y que aún hoy perdura en la falta de inversiones y servicios públicos. Los vaqueiros de alzada nos sentimos muy orgullosos de nuestras raíces y del tesón de nuestras gentes pese a que muchos tuvieron que partir a otras «alzadas» para prosperar en tierras donde no había más muro ni viga que el esfuerzo personal, en igualdad de oportunidades. Es hora de que se haga justicia a los vaqueiros, a nuestras gentes de las brañas, desde la necesaria solidaridad de todos los asturianos. Pido que se tome conciencia de que podemos perder parte de nuestra historia si se sigue dando la espalda a las necesidades de las brañas, en caminos, iluminación pública, agua potable, desagües, etcétera, ¿es tanto pedir? Es preciso apoyo a la recuperación del patrimonio cultural para rehabilitar viviendas centenarias y mejorar las condiciones de la actividad ecológica ganadera.
Es hora de que se haga justicia y es un ruego que reitero a los asturianos para que definitivamente se destruyan todas las vigas que impiden el progreso de las brañas vaqueiras y del occidente de Asturias.
http://www.lne.es/opinion/2009/07/31/nombre-vaqueiros/789451.html
1 Comments:
Sobre este tema, véase el nº 9 de NONAYA (Boletín de Amigos del Paisaje). El principado debería de poner mano en esto.
Debe crearse un foro de Asociaciones Vaqueiras, adecuadamente acreditadas.
Debe crearse un Consejo de Cultura Vaqueira
Debe organizarse un encuientro anual de los vaqueiros dispersos
por todo el mundo
José Feito Fernández
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