03 octubre, 2009

LA NUEVA ESPAÑA 03-10-09 En torno a los vaqueiros, algunas precisiones

Debe investigarse sobre la cultura vaqueira y evitar usar el término con falta de rigor

JOSÉ FEITO Y MIGUEL GARRIDO PROMOTORES DE LA ASOCIACIÓN JUNTA VAQUEIRA PICO DE AGUIÓN
Desde el 31 de julio, en que se publica el texto de Gonzalo Gayo titulado «En nombre de los vaqueiros», hasta la inauguración del congreso sobre «Cultura vaqueira y patrimonio intangible», el 30 de septiembre de este año, se han vertido en los medios de comunicación muy variadas opiniones sobre la cuestión vaqueira.
Para contribuir a un establecimiento más claro y más fundamentado del estado de la cuestión vaqueira, y sin ánimo de pretender cerrar ningún debate, parece necesario realizar ciertas precisiones:
1. Los vaqueiros somos un grupo humano, siempre disperso y de una extraordinaria dispersión por todo el mundo en la actualidad.
2. Un rasgo decisivo en la cultura vaqueira es la capacidad intercultural (adquirida temprana y generalizadamente) o aptitud para moverse dentro de diferentes culturas y en diferentes espacios de mercado.
3. ¿Cómo se sabe qué personas son vaqueiras? Tres son las pistas que pueden darnos seguridad al respecto, especialmente si se aplican de manera cruzada. Una, los apellidos. Quien lleve determinados apellidos, viva en la parte del mundo que viva, se encuentra a pocas generaciones de una braña. Dos, vivir en una braña. No obstante, hay quien vive en una braña o ha emigrado recientemente y puede haber perdido apellidos vaqueiros, cuando éstos vienen transmitidos por vía materna. Tres, la memoria familiar.
4. El Festival de Aristébano, después de tantos años y a pesar de sus elementos degradados, ha venido siendo la única forma de transmisión de señales de existencia del grupo cultural vaqueiro. Debe continuar haciendo un esfuerzo en pro de mayor rigor, dignidad y legitimidad.
5. Museo Vaqueiro. La muestra etnográfica de Naraval contiene cierto valor y, como tal, debe permanecer, incorporándola a una red de muestras etnográficas vaqueiras, en el marco de un auténtico Museo Vaqueiro. La creación de dicho museo será un proceso largo y laborioso; dicho proceso deberá ser transparente y en el mismo deberán cooperar investigadores, estudiosos, vaqueiros habitantes actuales de las brañas y vaqueiros migrantes (dispersos). Deberá gozar del apoyo de administraciones, de universidades, de muy diferentes organismos? e incorporará la cultura material (compuesta por brañas restauradas y todos sus ajuares domésticos, herramientas, etcétera) y la cultura inmaterial (compuesta por textos de escribanos, piezas musicales, letras de canciones, relatos, leyendas, etcétera), con un enfoque de ecomuseo.
6. La Comarca Vaqueira.
En primer lugar, urge precisar de forma subrayada que los vaqueiros carecemos de territorio, nunca lo tuvimos y nunca lo reivindicamos. Las brañas y las rutas de trashumancia son espacios intersticiales dentro de la misma región (hoy Comunidad Autónoma de Asturias).
En segundo lugar, las brañas vaqueiras, altas y bajas, se extienden por muchos concejos asturianos. Además de las más conocidas o de conocimiento más divulgado actualmente y situadas en los concejos del occidente medio asturiano, desde la Cordillera hasta la costa (Somiedo, Belmonte, Cudillero, Pravia, Salas, Tineo, Cangas del Narcea, Allande, Valdés, Navia?), hay quien defiende con fundamento la existencia de vaqueiros de alzada en los concejos centrales de la región (Oviedo, Llanera?).
En tercer lugar, mediante el uso, carente de todo rigor y al margen de cualquier intento de legitimidad, de la marca vaqueira, algunos gobiernos municipales obtienen cuantiosos recursos financieros del común, con los que formalmente dicen querer fomentar el turismo en esos municipios. El hecho es que en las brañas se instalan parques eólicos, líneas de evacuación y subestaciones eléctricas, actividades que contribuyen a la degradación de esos entornos naturales y culturales, al tiempo que actúan como factores de repulsión de otras actividades económicas, éstas sí, con capacidad de creación de rentas y empleos sostenidos en el medio plazo. Y se autorizan sin la información previa necesaria, sin ningún debate previo.
En cuarto lugar, no se informa públicamente del dinero obtenido por los intermediarios de estas operaciones ni de cuál ha sido y está siendo su aplicación.
7. Consejo vaqueiro de cultura, Foro de Asociaciones vaqueiras y Encuentro mundial de vaqueiros son algunas de las propuestas que apoyamos, con el fin de dotar de transitividad las ideas aquí expuestas.
Los promotores y demás personas que se han sumado a la asociación Junta Vaqueira Pico de Aguión -en constitución- pretendemos, en resumen, transmitir dos ideas básicas:
Primera, debe establecerse e incentivarse una senda de investigaciones múltiples, plurales, solventes, serias, fundamentadas, sobre la cultura vaqueira.
Y segunda, debe evitarse el uso de la cultura vaqueira y del término vaqueiro para asuntos carentes del necesario rigor, poco transparentes o totalmente opacos, o para negocios en beneficio exclusivo de personas ajenas a los vaqueiros y en perjuicio de las brañas y de los propios vaqueiros.
(José Feito leyó ayer este manifiesto en la clausura del Congreso vaqueiro de Tineo, en calidad de promotor de la asociación, en constitución).

http://www.lne.es/occidente/2009/10/03/torno-vaqueiros-precisiones/816061.html