16 enero, 2010

LA NUEVA ESPAÑA 16-01-10 Salas añora a Montse y a Manolo


Asistentes al acto de homenaje celebrado ayer en Salas. lorena valdés

Profesores y alumnos del Instituto rinden un homenaje poético a los docentes fallecidos el año pasado

Salas,Lorena VALDÉS
«En la amistad no hay nada fingido, nada disimulado, y, lo que hay, sea lo que sea, es auténtico y voluntario». Este fue uno de los poemas con los que los alumnos del Instituto Arzobispo Valdés-Salas recordaron ayer a los profesores del centro Montserrat López y Manuel Ángel González, fallecidos, respectivamente, el 8 marzo y el 9 de abril del año pasado, en un emocionante y poético acto celebrado en el Espacio de Creación Joven.
«La muerte siempre es caprichosa y, a veces, nos sorprende arrancando de nuestro lado a quienes más queremos». Las palabras de la profesora de Lengua, Mercedes Carid, al glosar a su compañera Montserrat López, arrancaron más de una lágrima entre los asistentes que participaron en este sentido homenaje.
Carid también quiso compartir con compañeros, alumnos y familiares de la profesora fallecida algunos de sus recuerdos más especiales. «Cuando llegó a Salas, Montse fumaba bastante, compraba las cajetillas de dos en dos, pero cuando se quedó embarazada de su hijo Jorge dejó de fumar drásticamente, tenía una fuerza de voluntad extraordinaria. Era una compañera positiva y cordial».
La profesora moscona era gran amante de la literatura; por ello su compañera quiso terminar su intervención con un soneto. «Te lo escribí con mucho cariño, te ruego que no te fijes mucho en su métrica». Tras tomar aire, Carid comenzó a leer su poema. «Te has ido amiga mía y es tu ausencia el más tremendo castigo que el destino ha dejado en el borde del camino llorando por el dolor de tu presencia».
Tras un sonoro aplauso, Enedina García, profesora de Matemáticas, tomó la palabra para elogiar la trayectoria de Manuel Ángel González. «De Manolo siempre esperabas y recibías una lección, era el maestro por excelencia. Amaba su profesión, con dos palabras te trasmitía una enseñanza y, con más, ni te cuento».
La profesora también recordó la pasión por la escritura de su compañero y amigo. «A pesar de ser un buen conversador, no le gustaba demasiado hablar. Se volcaba en la escritura y hacía florecer su creación artística para deleite de quienes teníamos la ocasión y el privilegio de leerlo. Sus cuadernos de clase son auténticas obras de arte».
El docente era un gran aficionado a la canción, por lo que no podía faltar en este acto la actuación de la coral «Villa de Salas», que interpretó algunos de los temas más conocidos de su repertorio. La música sirvió de bálsamo en una mañana en la cual los sentimientos estuvieron a flor de piel.
Como broche de oro, la familia de Montserrat López rebió una placa en la que consta el Memorial con su nombre que la biblioteca del centro organizará todos los años el 8 de marzo, fecha que coincide con su fallecimiento y también con el día Internacional de la Mujer.
Por su parte, Geny Álvarez, la mujer de de Manuel Ángel González, recibió el pin de oro, distinción que se entrega al profesorado que se jubila. Él lo hubiese hecho el 31 de agosto del año pasado. Los familiares también descubrieron una placa en el centro.
Montserrat y Manuel Ángel se han ido, pero, como destacó en el acto de homenaje el director del Instituto Arzobispo Valdés-Salas, Ángel de la Fuente, «vuestra memoria es imperecedera».

http://www.lne.es/occidente/2010/01/16/salas-anora-montse-manolo/860258.html