28 abril, 2006

LA NUEVA ESPAÑA 28-04-06 José Ramón Fernández: «Vengo de la cultura rural»


José Ramón Fernández, con sus vacas.

En Salas tiene 60 vacas, corderos, ovejas y cabras cachemiras y planea la cría de cerdos

Cortes (Salas), M. J. I.

José Ramón Fernández Díaz nació en una casería de Cortes, en Salas. De joven se fue a Madrid, hasta que se estableció en Oviedo, donde regenta un conocido restaurante. Lleva varios años coqueteando con la ganadería, que heredó de su padre. Fue en 1991 cuando decidió refundarla. En su caso, es también un modo de abastecer de buena materia prima a su negocio. En su pueblo natal tiene unas sesenta cabezas de asturiana de los valles, todas ellas con libro genealógico. La ganadería se complementa con la cría de corderos, ovejas y cabras cachemiras, que compró al Principado cuando se desprendió de ellas. «Son muy buenas para fincas con maleza, comen los pinchos, las ovejas no», explica.
No pasa una semana sin que José Ramón se pase por Salas: «Suelo venir los lunes; me gusta mucho estar en el pueblo». La suya es una ganadería que conserva tradiciones de la zona, como la trashumancia: «Nos hicimos con fincas en Torrestío, donde tenemos una casa y subimos allí las vacas en verano». En la nave se ceban los terneros, que también se alimentan con pastos. Asegura que la sangre ganadera corre por sus venas con intensidad. Uno de sus amigos es el ganadero madrileño de reses bravas Victorino Martín, al que acompañó durante una visita que realizó a Asturias para comprar reses de raza asturiana. «Me gusta el campo, vengo de esa cultura». Reconoce las limitaciones que impone el territorio asturiano: «Victorino Martín tiene 1.000 vacas en Extremadura, aquí eso resulta impensable». Otro de los proyectos que baraja es la cría de cerdos de campo, blanco belga cruzado con york. El hostelero lo tiene claro: «Para hacer una buena fabada hay que tener buena morcilla». A su hija de 13 años le gustan las vacas e intenta inculcarle la afición. Opina que el gran problema de Asturias es el pequeño tamaño de las parcelas y defiende vivamente la carne asturiana: «Al principio no era rentable, pero empieza a dar dinero».