LA NUEVA ESPAÑA 18-07-06 Los autónomos de Salas

JOSÉ DE ARANGO

Por iniciativa de un pequeño grupo de industriales de la villa de Salas se acaba de dar el primer paso para la constitución de lo que va a ser la Asociación de Autónomos del Concejo de Salas, que pretende agrupar a todas cuantas personas realizan alguna actividad profesional. Hasta no hace mucho tiempo aquí existía una asociación de hostelería que en los años de su mayor empuje y esplendor llegó a organizar incluso unas jornadas gastronómicas que fueron perdiendo fuerza hasta desaparecer, como prácticamente ha ocurrido con la propia asociación que las promocionó. A la última reunión celebrada por dicha entidad solamente asistieron cinco o seis profesionales del sector, por lo que todo aquello murió, y no por asfixia, sino por abandono y abulia. La villa de Salas va a verse muy pronto aislada prácticamente del tráfico general, tanto por la nueva autovía de Grado a La Espina como por la circunvalación, cuyas obras están a punto de iniciarse, de la carretera que comunica a las parroquias de Villamar, Camuño, Priero, Mallecina y Malleza. Para los automovilistas que vengan de esos pueblos o que se dirijan a los mismos pero con dirección a Cornellana o procedentes de la autovía en construcción, habrá una vía alternativa que no obligará, como ahora, a circular por el interior de la villa.
Queda, por tanto, poco tiempo para que la capital del concejo salense quede un tanto aislada de dos importantes vías de comunicación de la comarca. La autovía, naturalmente, tendrá desvío a la villa. Por tanto, el visitante no tendrá dificultad alguna para entrar en la monumental Salas. Por lo que se refiere a la otra carretera, tendrá desvío poco antes de llegar al casco urbano para desviarse hasta la zona denominada La Recta.
Quiere todo esto decir que Salas ha de prepararse, especialmente su sector hostelero, para ofrecer los suficientes atractivos para que el viajero se decida a entrar en la villa y pasar en ella unas horas. El carácter monumental del Salas urbano es algo que viene en todas las guías turísticas, porque tiene la categoría suficiente como para figurar en las mismas con todos los honores. Pero queda que la hostelería se adapte, se prepare, se dinamice para afrontar el reto de una renovación en las vías de comunicación que no tiene que significar aislamiento, sino todo lo contrario, facilidades máximas para visitar Salas, porque merece la pena bajo cualquier aspecto que se analice.
En el último mes de abril se celebraron en Salas unas Ferias de Primavera que han significado la mayor concurrencia de visitantes que se conoce en la villa. El Ayuntamiento preparó un programa de feria y de fiesta de auténtica categoría y el público respondió de forma masiva. Todo perfecto. Incluso se dieron facilidades para el traslado desde el casco urbano hasta el recinto ferial, ya que funcionó un trenecillo -se dijo que el AVE había llegado a Salas-, pero el sector de la hostelería se limitó a recibir con los brazos abiertos a todos pero sin programar nada en esas especiales fechas. Hubiese sido muy oportuno que la hostelería de Salas ofreciese, por ejemplo, unas jornadas gastronómicas de lo que fuese, porque la comarca es rica en huerta, en productos cárnicos y en postres. En Carnavales y Semana Santa sucedió igual. Lleno en Salas, pero sin más atractivos especiales en cuanto a gastronomía se refiere. Únicamente Casa Manolo, de La Arquera, se atrevió, de forma individual, a organizar antes de Semana Santa unas Jornadas gastronómicas vaqueiras, que concentraron en este pueblo salense a más de medio millar de comensales en un par de días.
Con la puesta en marcha de una asociación que agrupe a todos profesionales autónomos de Salas y su concejo se puede ya pensar en que, si existe la unión y el entusiasmo adecuados, lleguen a cristalizar otros proyectos que configuren una programación, a lo largo del año, que resulte atractiva y que la villa sea polo de atracción principal de la comarca. El hecho de que a esta primera toma de contacto para crear una asociación de autónomos hayan asistido cerca de medio centenar de profesionales es un síntoma que hay que estimar como positivo y que contrasta con la reunión de hosteleros a que hacemos referencia más arriba. Los promotores de esta primera asamblea están muy esperanzados de poder seguir dando pasos efectivos de cara a que Salas y su concejo tengan una asociación de autónomos defensora de los intereses del sector, promotora de actividades formativas y otros capítulos que configuran el objetivo de esta clase de entidades.
Salas es uno de los concejos de Asturias en que más duro ha golpeado la brutal reconversión ganadera llevaba a efecto en los últimos años. Y el concejo ha diversificado considerablemente sus actividades industriales y empresariales. Los autónomos configuran una red profesional, en la villa y el concejo, sumamente importante y las más variadas actividades han ido surgiendo en todos los pueblos. Hace muy pocos días recogíamos aquí, en este mismo rincón del periódico, el caso de Malleza, donde con muy escaso censo poblacional se encuentran carpinteros, pintores, fontaneros, una empresa de decoración, otra de cuidado de ancianos y enfermos, una residencia geriátrica, una fábrica de transformados cárnicos, dos núcleos de casas de alojamiento rural, un hotel, un restaurante de cocina moderna, un transportista, almacén de piensos y de materiales de construcción, una empresa de limpieza y desbroce de montes y dos autónomos tratantes de ganado en considerable escala.
En el concejo de Salas van surgiendo, aquí y allá, iniciativas empresariales que vienen a complementar, por los pequeños núcleos del concejo, la actividad ya de mayor rango que se registra en La Espina y en la misma villa de Salas, así como camino de Cornellana. Si se consigue que todos los autónomos tanto de la capital como del concejo lleguen a unirse en una asociación profesional habrá mucho camino adelantado a la hora de ir planificando otros capítulos no menos importantes del desarrollo de la pequeña empresa de un municipio que va creando puestos de trabajo ajenos al sector que predominó en Salas durante el último siglo: la ganadería.
Parece, por tanto, llegado el momento de que el llamamiento que se está haciendo en todo el territorio de Salas para poner en marcha la Asociación de Autónomos del Concejo reciba el apoyo adecuado de todo un sector que afecta prácticamente a todos y cada uno de los pueblos y, en mayor medida aun, a la propia villa.