29 julio, 2006

LA NUEVA ESPAÑA 29-07-06 Un pueblo llamado La Arquera


JOSÉ DE ARANGO

Hace ahora medio año, veintidós vecinos del pueblo de La Arquera, de Salas, se reunían en asamblea comunitaria para sentar las bases de revitalización de su Asociación «Los Picos», la cual llevaba trece años sin prácticamente más actividad que la del mantenimiento del abastecimiento de aguas. Actualmente son más de ciento cincuenta las personas que configuran el listado de esta entidad asociativa comunitaria y sus promotores quieren llegar a los doscientos uno, que son los socios necesarios para poder constituirse en entidad local menor, con lo que eso supone a la hora de solicitar ayudas y subvenciones para la realización de mejoras de interés general.
La iniciativa de La Arquera ha sido ya respaldada por los pueblos vecinos de Malleza y Mallecina. Y así ahora «Los Picos» está trabajando ya en la promoción de las tres localidades, de las que las dos últimas son parroquias. En estos días se han iniciado los trabajos para la realización de un ambicioso proyecto de abastecimiento de aguas a Malleza y todos sus núcleos, La Arquera, La Puerta de Arriba, La Puerta de Abajo, La Estrada y la cesión de un importante caudal de los manantiales para Mallecina. Con una inversión que supera a los setenta y tres millones de las antiguas pesetas la obra estará terminada en el plazo de cuatro meses. Es un proyecto financiado íntegramente por la Consejería de Presidencia, capitaneada por María José Ramos, que, según nuestras noticias, es probable que siga apoyando a la comarca con algunas otras inversiones.
En este fin de semana -el programa comenzó a desarrollarse ayer, viernes- el pueblo de La Arquera hace un alto en el camino de la tarea diaria para vivir un programa de fiestas en honor de Nuestra Señora la Virgen de la Soledad y que no finalizarán hasta avanzada la noche del domingo. Varias orquestas de prestigio, misa de campaña, pregón, carroza infantil, actuación de la Agrupación Coral de Salas en el acto religioso, bollo con chorizo, comida campestre, juegos para niños y mayores, tres verbenas, son, entre otros, los atractivos de unas fiestas que tienen como escenario el mismo centro del pueblo donde se encuentran el campo de fútbol -construido hace treinta y cinco por el sistema de estaferias-, la capilla de la Soledad, la escuela en fase de habilitación en centro social y cultural, además de domicilio de la Asociación de Vecinos «Los Picos», y todo ello a la sombra de una arboleda constituida por un buen número de viejos robles. Un escenario de lo mejor que hay en Asturias para celebrar una fiesta.
Las iniciativas de «Los Picos» abarcan varios sectores. Y así en materia cultural se está gestionando que revierta al pueblo el viejo centro de inseminación artificial para transformarlo en el museo del labrador del alto Aranguín, que sea representativo de las antiguas labores agropecuarias de los pueblos de Malleza, La Arquera y Mallecina. Anejo al mismo se ha localizado un antiguo calero donde, con la piedra transportada en carros de bueyes y de vacas desde la Cabruñana y carbón de la cuenca del Narcea, se elaboraba el único abono conocido el siglo pasado para las fincas de labor: la cal. Este calero se encuentra lleno de maleza pero las estaferias obrarán el milagro y, como la edificación parece encontrarse en buen estado, muy pronto en La Arquera habrá un calero para que pueda ser visitado por los muchos turistas que suben por aquí arriba.
Como en la organización de cualquier fiesta siempre se está pendiente de las inclemencias del tiempo, «Los Picos» acaba de adquirir una carpa, desmontable, de doscientos cincuenta metros cuadrados que, procedente de Foyedo de Valdés, va a ser trasladada de inmediato para quedar inaugurada el último sábado de octubre en que La Arquera celebrará la II Fiesta del maíz, con esfoyón, enrestrón, garulla y un concurso infantil de dibujo con el maíz como tema artístico. Por otra parte, la fiesta de inauguración del abastecimiento de aguas antes descrito también se celebrará en esta carpa, ya que, para el otoño, cuando finalicen los trabajos, celebrarla al aire libre es invitar a los asistentes a que se mojen o a que pasen frío.
Todo esto se está consiguiendo en La Arquera en virtud de un movimiento asociativo en el que nadie se queda al margen. Vecinos residentes en los tres pueblos a los que abarca «Los Picos», así como quienes están vinculados a la comarca pero que viven fuera, están aportando su colaboración haciéndose socios y con la módica cuota de un euro al mes se está saliendo adelante con toda esta suerte de proyectos e iniciativas. Se recuperan fuentes públicas, se acaba de dejar como una patena, también en estaferia, el escenario de las fiestas de la Soledad y una vez pasado el jolgorio veraniego se va a construir un aparcamiento en el cementerio parroquial de Malleza.
El movimiento asociativo de La Arquera, Malleza y Mallecina ha hecho posible también que en esta zona se edite un periódico mensual que con la cabecera de «Comarca», lleva el subtítulo de «El periódico de los ríos Aranguín y Nonaya», informando, cada primer sábado de mes, de todo el acontecer de la zona comprendida entre las villas de Salas y Pravia por el Valle de Arango y de Priero, Camuño, y la villa salense.
En el pueblo de La Arquera la economía alcanza niveles muy estimables. Hay una cooperativa ganadera con dos centenares de vacunos de leche, una explotación vacuna con medio centenar de reses de alta producción también, una vieja casona de indianos ha sido transformada en el hotel Algaire y al borde mismo de la carretera general se levanta el santuario gastronómico de la comarca que es Casa Manolo, donde en la pasada primavera se celebraron las I Jornadas gastronómicas vaqueiras, a las que han acudido más de medio millar de comensales. Dentro de tan solo unos días iniciará ya su producción de quesos, con leche de la cooperativa Joalfe, una fábrica de transformados lácteos que lleva precisamente el nombre del pueblo. Y todo esto se debe a iniciativas empresariales de un puñado de vecinos jóvenes. Como se lo merecen ahí van sus nombres: Alfonso, José Luis, Angelín, Mari Carmen, Mari Cruz, Flor, Carmen, Cristina y Graciela. Estos nueve jóvenes han levantado la economía de La Arquera que se proyecta de cara al futuro con muy amplias perspectivas además de ser una realidad casi increíble en un pueblo de veintidós caseríos, muchos de los cuales están habitados por personas ya jubiladas del sector agrario. La Arquera merece siempre una visita pero en especial en este fin de semana donde todos los visitantes serán bien recibidos. Palabra de honor.