LA NUEVA ESPAÑA 05-02-09 Prerrománico y fondos mineros
Sobre la falta de fondos para los bienes culturales y las tortas por conseguir las ayudas mineras
-¡Canastos! -exclamó Elvira mientras ojeaba LA NUEVA ESPAÑA en un rincón del gallinero.
-¡Qué expresión tan cursi! -He decidido no dar pie a comentarios sobre mi lenguaje, que luego andas cacareándolo por ahí.
-Yo no cacareo, querida. Me limito a transcribir de vez en cuando tus observaciones.
-¡Pues eso!
-Y, por cierto, podías dejarte de tanto periódico y dedicarte a poner huevos, que al fin y al cabo es lo tuyo -le repliqué mientras comprobaba que el ponedero estaba vacío una vez más-, ¿o tendré que tomar medidas drásticas?
-Ya sabes que con amenazas nada consigues -agacho humildemente la cabeza admitiendo mi derrota-. Y es que la prensa humana es un filón -continúa a lo suyo sin hacerme el menor caso-, que aunque Paraxes no es precisamente un modelo a imitar, vuestro mundo no deja de sorprenderme. Me tiene muy enganchada.
Admito con cierto bochorno que en lo que se refiere al comportamiento de nuestra especie tiene toda la razón del mundo.
-No deja de tener su enjundia el estado en el que se encuentran vuestros más preciados bienes culturales, hechos un jardín botánico de variadísimas especies, incluyendo palmeras por los tejados. ¿Habrá que cambiarles la categoría y hacerlos patrimonio natural?
Mi vergüenza estaba llegando a extremos insospechados.
-¿Y qué me dices del silencio de los responsables de tal despropósito? Muy típico de vuestra humana condición a la hora de escurrir el bulto. Sólo se rompe para emitir tontas disculpas: «Es responsabilidad tuya»; «quita, quita que tú dijiste que te ocupabas de ello»; «¿quién, yo? Tú estás majara»; «a mí no me había llegado ningún informe» y otras lindezas parecidas.
-No sigas Elvira -suplico acordándome del turismo cultural promocionado a bombo y platillo en la última feria del ramo-, que me hundes en la miseria.
-Lo curioso de esto -no me cabía duda. No podía esperar compasión. Disfrutaba regodeándose con mi humillación- es que unas páginas después salen todos a la palestra a reclamar el derecho de gestión de esos dinerillos provenientes de los fondos mineros. Mira por donde, con éstos nadie se hace el sueco. Es más, juraría que hay bofetadas por hacerse con ellos: ayuntamientos, Principado, sindicatos? ¿No te parece curioso?
-Sí, Elvira, muy curioso. -Mi gallina favorita empezaba a ser mi peor pesadilla, y lo peor es que mi vergüenza no tenía ningún consuelo. Me fui de allí en busca de Fermín, a ver si me prestaba una de sus famosas fundas de cresta, aunque no fuera de Carolina Herrera auténtica, para poder pasar por una gallinácea más.
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