EL COMERCIO 14-03-09 Castilla y León ve «muy complicado» el futuro de La Espina-Ponferrada si Fomento no la financia
El Principado avanza la tramitación y licitará las obras para extender la autovía a Tineo si el ministerio aporta los fondos Los alcaldes del suroccidente demandan la conexión «para evitar la despoblación»
La actual carretera serpentea el puerto de Rañadoiro. / JUAN CARLOS ROMÁN
La actual carretera serpentea el puerto de Rañadoiro. / JUAN CARLOS ROMÁN
RAMÓN MUÑIZ GIJÓN
El documento redactado por técnicos del Ministerio de Fomento y desvelado por EL COMERCIO ha despertado una indignación que ya traspasa la región. El texto indica que «el itinerario La Espina-Ponferrada no reúne la condiciones para ser considerado como de interés general (...) Por lo tanto, no hay ninguna intención de incluir este itinerario» dentro del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT). Esa planificación ata al ministerio hasta 2020. Lo hace con un listado de obras que se compromete a costear.
Si las presiones políticas ahora reforzadas no modifican esa posición, la conexión asturleonesa «tendría un futuro muy complicado para salir adelante», advierte el consejero de Fomento de Castilla y León, Antonio Silván. «Desde luego nosotros y el Principado insistiríamos al Gobierno de forma machacona, porque es una obra cuyo coste no podríamos asumir solos», avisa el consejero leonés.
La oficina de información del ministerio atribuyó el documento de sus técnicos a «un error interno». La estrategia de rectificación se reforzó emitiendo a última hora del jueves un comunicado en el que asegura que «estudiará» la inclusión de La Espina-Ponferrada en el PEIT. Lejos de calmar, esa palabra ha provocado más inquietud a ambos lados de la cordillera.
«¿Cómo que estudiar? Zapatero prometió que daría 500 millones a esta carretera, el Principado y Castilla y León hicimos nuestras tramitaciones y el único que no se mueve es Fomento», clama Silván. «Magdalena Álvarez debería ser más seria, porque aquí ya hay mucho compromiso incumplido», acusa el consejero de Castilla y León, Gobierno que ostenta el PP.
Asturias mueve ficha
La respuesta del Principado es seguir trenzando alrededor de Zapatero una confianza que lo presione. «Tenemos la palabra del presidente del Gobierno», explicó el consejero de Infraestructuras, Francisco González Buendía. «Se comprometió en varias entrevistas privadas con nuestro presidente», abundó.
«Es una conexión irrenunciable para equilibrar al suroccidente», apunta el director general de Carreteras, José María Pertierra. «En esa zona no hay líneas ferroviarias, la única salida es la carretera, no hay otra forma de vertebrar que no sea con esta carretera», expone. El problema es que éstos mismos argumentos fueron los que el Principado ya le expuso a Fomento en 2004, cuando se elaboró el PEIT, ahora en revisión. El ministerio los refutó entonces esgrimiendo que la mejora se hacía sobre carreteras de titularidad regional.
El ministerio repite ese mismo argumento en su comunicado oficial del jueves, en un gesto que supone un jarro de agua fría para el Ejecutivo asturiano. Desde el rechazo obtenido hace cinco años, el equipo de Areces se ha movido en tres frentes: en Madrid, persuasión directa sobre Zapatero; en Castilla y León, buscar el apoyo del Gobierno vecino, y en el ámbito interno, costear y avanzar en la tramitación administrativa del proyecto, con la esperanza de que el día que Fomento lo haga propio, sólo tenga que licitar las obras y no pierda tiempo.
Esa estrategia se encontrará antes de julio con una encrucijada. Según confirma Pertierra, «a finales de este semestre esperamos todos los permisos para el tramo de autovía La Espina-Tineo». Es decir, las obras para ejecutar esos 12 kilómetros de carretera de alta capacidad «se podrían licitar en unos seis u ocho meses; en el mejor de los casos, estaría todo resuelto a finales de año», avanza el director general de Carreteras. Pero ese pronóstico necesita la certeza de que los fondos de Fomento acabarán llegando. «Soy optimista, al final entenderán que es una obra capital», apunta.
Decir lo contrario «significa no tener ni idea de este territorio», defiende Marcelino Marcos Líndez, el escamado alcalde de Tineo. El documento de los técnicos de Fomento precisaba que la conexión del suroccidente se tendría que hacer con fondos Miner. «En teoría, acaban en 2012 y una autovía no se hace en tres años», precisa Líndez. En Cangas del Narcea, otro de los concejos afectados, su regidor, José Manuel Martínez, explica por qué tiene tantas esperanzas: «No hacerla traería más despoblación».
Si las presiones políticas ahora reforzadas no modifican esa posición, la conexión asturleonesa «tendría un futuro muy complicado para salir adelante», advierte el consejero de Fomento de Castilla y León, Antonio Silván. «Desde luego nosotros y el Principado insistiríamos al Gobierno de forma machacona, porque es una obra cuyo coste no podríamos asumir solos», avisa el consejero leonés.
La oficina de información del ministerio atribuyó el documento de sus técnicos a «un error interno». La estrategia de rectificación se reforzó emitiendo a última hora del jueves un comunicado en el que asegura que «estudiará» la inclusión de La Espina-Ponferrada en el PEIT. Lejos de calmar, esa palabra ha provocado más inquietud a ambos lados de la cordillera.
«¿Cómo que estudiar? Zapatero prometió que daría 500 millones a esta carretera, el Principado y Castilla y León hicimos nuestras tramitaciones y el único que no se mueve es Fomento», clama Silván. «Magdalena Álvarez debería ser más seria, porque aquí ya hay mucho compromiso incumplido», acusa el consejero de Castilla y León, Gobierno que ostenta el PP.
Asturias mueve ficha
La respuesta del Principado es seguir trenzando alrededor de Zapatero una confianza que lo presione. «Tenemos la palabra del presidente del Gobierno», explicó el consejero de Infraestructuras, Francisco González Buendía. «Se comprometió en varias entrevistas privadas con nuestro presidente», abundó.
«Es una conexión irrenunciable para equilibrar al suroccidente», apunta el director general de Carreteras, José María Pertierra. «En esa zona no hay líneas ferroviarias, la única salida es la carretera, no hay otra forma de vertebrar que no sea con esta carretera», expone. El problema es que éstos mismos argumentos fueron los que el Principado ya le expuso a Fomento en 2004, cuando se elaboró el PEIT, ahora en revisión. El ministerio los refutó entonces esgrimiendo que la mejora se hacía sobre carreteras de titularidad regional.
El ministerio repite ese mismo argumento en su comunicado oficial del jueves, en un gesto que supone un jarro de agua fría para el Ejecutivo asturiano. Desde el rechazo obtenido hace cinco años, el equipo de Areces se ha movido en tres frentes: en Madrid, persuasión directa sobre Zapatero; en Castilla y León, buscar el apoyo del Gobierno vecino, y en el ámbito interno, costear y avanzar en la tramitación administrativa del proyecto, con la esperanza de que el día que Fomento lo haga propio, sólo tenga que licitar las obras y no pierda tiempo.
Esa estrategia se encontrará antes de julio con una encrucijada. Según confirma Pertierra, «a finales de este semestre esperamos todos los permisos para el tramo de autovía La Espina-Tineo». Es decir, las obras para ejecutar esos 12 kilómetros de carretera de alta capacidad «se podrían licitar en unos seis u ocho meses; en el mejor de los casos, estaría todo resuelto a finales de año», avanza el director general de Carreteras. Pero ese pronóstico necesita la certeza de que los fondos de Fomento acabarán llegando. «Soy optimista, al final entenderán que es una obra capital», apunta.
Decir lo contrario «significa no tener ni idea de este territorio», defiende Marcelino Marcos Líndez, el escamado alcalde de Tineo. El documento de los técnicos de Fomento precisaba que la conexión del suroccidente se tendría que hacer con fondos Miner. «En teoría, acaban en 2012 y una autovía no se hace en tres años», precisa Líndez. En Cangas del Narcea, otro de los concejos afectados, su regidor, José Manuel Martínez, explica por qué tiene tantas esperanzas: «No hacerla traería más despoblación».
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