17 octubre, 2009

LA NUEVA ESPAÑA 17-10-09 Aunar esfuerzos en torno a la cultura vaqueira

Francisco Muñoz de Escalona (Salas)
Recientemente ha tenido lugar en Tineo un congreso convocado y organizado por la llamada Comarca Vaqueira con objeto de «profundizar para dar a conocer el verdadero legado y la historia de esta cultura». LA NUEVA ESPAÑA cubrió el mencionado evento con un reportaje de Pepe Rodríguez sobre la ponencia que presentó Jesús Suárez López resaltando que la cultura oral de los vaqueiros tiene relieve mundial, por lo que anuncia que será presentada a la UNESCO para optar a ser declarada como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Junto a la glosa de esta noticia hecha por el citado Pepe Rodríguez, su periódico publicó un texto titulado «En torno a los vaqueiros, algunas precisiones», firmado por José Feito y Miguel Garrido, promotores de la Asociación Vaqueira Pico de Aguión. Días después, su periódico publicó un extenso artículo de José Manuel Menéndez, alcalde de Salas y presidente de la Comarca Vaqueira, gracias al cual los lectores de su periódico supimos que el texto antes citado fue presentado por José Feito en un receso del congreso de Tineo. Junto a este dato el señor Menéndez hace una serie de detalladas puntualizaciones con el fin de encuadrar la presencia, intervención, entrega del texto (que llamaré manifiesto «En torno a los vaqueiros») y posterior desaparición del congreso del señor Feito.
Una vez expuestos los antecedentes, quisiera echar una vez más mi cuarto a espada sobre el tema vaqueiro, un tema sobre el que ya me he pronunciado en otras ocasiones sin ocultar que no lo he investigado, como sin duda han hecho otras personas tan conocidas como Alfredo García, Suárez López o David González, entre otros no menos conocidos. Creo que debo repetir una vez más que no encuentro razones de peso para magnificar y enaltecer a estas alturas la realidad vaqueira. La magnificación de cualquier realidad objeto de estudio siempre me pone en guardia contra los investigadores que la practican. Y a fe que los tres citados caen en ella, dicho sea sin menoscabo del mérito que sin duda tiene el trabajo que realizan. Toda realidad social ha de ser investigada, a ser posible, desde fuera de ella, porque los investigadores también deben respetar el consejo de Bertolt Brecht a los dramaturgos sobre el distanciamiento de lo representado en escena. Alfredo García llevó a cabo una meritoria investigación con la que destruyó la mitología que siempre rodeó la realidad vaqueira, algo que debemos agradecerle y que siempre será una aportación personal muy valiosa. Suárez López trata, por su parte, de enaltecer lo que llama cultura oral de los vaqueiros más allá de toda ponderación. Y no digamos González, un joven investigador seguramente nacido en alguno de los municipios de la llamada Comarca Vaqueira, y que cae en la contradicción de llamar brañas a los asentamientos de invierno de los vaqueiros cuando si es cierto que braña procede del término asturiano «branu» («verano»), no hay más brañas que las de estío.
Y lo mismo podría decir de José Feito y Miguel Garrido, los cuales, por muy vaqueiros que sean sus apellidos, eso no los faculta para erigirse en detentadores de la verdad sobre la realidad vaqueira. Otro tanto podría decir de José Manuel Menéndez, por muy presidente que sea de la llamada Comarca Vaqueira. Porque esta comarca, en el supuesto de que exista, es más xalda que vaqueira, y a nadie se le ha ocurrido inventar la Comarca Xalda. No es éste momento de desgranar la serie de puntualizaciones que cada uno de ellos hace en los citados escritos, publicados por su periódico, pero sí me gustaría apuntar que Feito y Garrido están en lo cierto cuando sostienen que los vaqueiros no tienen un territorio específico y que el término Comarca Vaqueira sólo obedece a un objetivo, al que los pedantes se refieren con el innecesario galicismo de «puesta en valor», cuando lo que quieren decir es, pura y simplemente, explotación económica de la cultura, en este caso, la vaqueira, por no atreverse a decirlo así para dar la impresión de que eso equivale a que se proponen lucrar se con las sagradas cosas de la cultura en general y de la vaqueira en particular.
La cultura vaqueira es una realidad que, al decir de Alfredo García, tuvo sus orígenes en la liberación de los arrendatarios de la nobleza y de la Iglesia que lograron ser propietarios de sus haciendas allá por los siglos XIV y XV, y que, en consecuencia, acabaron por adoptar una forma de vida (una cultura) diferenciada de la de aquellos arrendatarios que siguieron pagando sus cuotas a la nobleza o a la Iglesia (los xaldos, campesinos de los valles, los que no practicaban la trashumancia). Todo lo que no sea investigar las conflictivas relaciones entre vaqueiros y xaldos y sus causas es perder el tiempo; pero es que, para colmo, la cultura vaqueira entró hace como medio siglo en «moribundia», y hoy no existen más que ligeros rescoldos imposibles de empendolar, por mucho que se intente. Sólo queda el simple remedo de aquella cultura viva que hoy está agonizando porque sólo quedan algunas familias ganaderas que practican la trashumancia, cuya forma de vida cada vez se parece más a la de los demás campesinos y ganaderos de los valles, como la de éstos se parece cada vez más a la forma de vida de quienes viven en las ciudades.
Por todo ello, creo que el escrito de Feito y Garrido muestra un empecinamiento sin mucha causa, por lo que no debió ser respondido en el mismo tono por José Manuel Menéndez. Si tanto unos como otros están convencidos de que hay que mejorar el conocimiento de la cultura vaqueira y de que conviene hacer todo lo que esté en nuestras manos para conservar su memoria para las generaciones futuras de los asturianos de Occidente, estén donde estén, lo que se impone es aunar esfuerzos y olvidar rivalidades inoperantes. Voto por que así sea.

http://mas.lne.es/cartasdeloslectores/carta/2223/aunar-esfuerzos-torno-cultura-vaqueira.html

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

El primer esfuerzo consiste, de entrada, en soportar esta amasijo de prosa acartonada que, al final, no tiene fuerza ni claridad.

11:48 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

pero,¿aún hay vaqueiros?

10:38 p. m.  

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