LA NUEVA ESPAÑA 06-11-09 Grao-Doriga
¿Un tramo de autovía sin salida?
LUIS ARIAS ARGÜELLES-MERES
Hasta donde mis pesquisas alcanzan, la última información disponible con carácter oficial acerca del momento en que sería puesto en servicio el tramo Grao-Doriga hablaba del 28 de octubre del presente año. Pues bien, a 5 de noviembre, la realidad desmiente la previsión. Bueno, si 20 años no son nada, unos pocos días apenas constituyen una pizca, un misquitín que diríamos por aquí. Lo que sucede es que la fecha referida ya suponía un retraso considerable con respecto a otros vaticinios anteriores. Lo que sucede es que no sólo no se han terminado las obras de este tramo de autovía, sino que se desconoce, al menos oficialmente, por dónde se habilitará, aunque sea provisionalmente, su salida, toda vez que se habló de un desprendimiento que impedía hacerlo por donde estaba inicialmente previsto, es decir, bajo el viaducto que unirá Doriga con la salida de Cornellana.
Lo que sucede es que estamos hablando de una autovía cuya conclusión se anunciaba para finales de 2009, y, a día de hoy, sólo está en servicio hasta Grao, de modo que, en el más optimista de los supuestos, habrá dos años largos de retraso. Lo que sucede es que aquí los incumplimientos están en el guión. Como tengo dicho, en julio del pasado verano, se cortó la carretera entre Doriga y Lloureda, inicialmente por seis meses. Pues bien, aún no se ha abierto. No hay prisa, desde luego.
Recuerde nuestra alma dormida que en febrero de 2008, cuando doña Magdalena Álvarez vino a inaugurar la variante de Grao, anunció que este tramo hasta Doriga, así como la primera calzada de la Espina, estarían en servicio aquel mismo año. Como adivina, tendría un mal porvenir la afamada Maleni. Mejor le va como eurodiputada. Claro que aquel año se celebraron elecciones, y había que ser optimistas y vender todas las burras disponibles, incluso las inexistentes.
Lo que sucede es que, cuando hace unos meses se anunció que todos los tramos en obras de esta autovía sufrirían retraso por las lluvias del pasado invierno, no se planteó nadie que no sería fácil justificar nuevas demoras tras una larga temporada de sequía, tal como fue la escasa pluviosidad de los últimos meses. Si el mal tiempo es eximente para los retrasos, la bonanza en el clima se convierte en agravante. Pero aquí, por lo que parece, todo da igual.
Lo que sucede es que, estando en el guión que todas las grandes obras pueden sufrir aplazamientos, las que se llevan a cabo por estos lares se prolongan, no meses, sino años.
Lo que sucede es que, hasta el momento, ni los diputados del occidente asturiano en nuestro Parlamento autonómico, ni tampoco los alcaldes de la zona se han manifestado al respecto preguntándose por estos retrasos. Sí lo hicieron varios regidores cuando Cascos era ministro. Entonces, claro, había mayor apremio.
A poco que se conozcan estas comarcas, se sabe que el tramo Grao-Doriga es fundamental para ahorrar tiempo evitando los grandes embotellamientos que se producen en la Cabruñana.
Siendo esto así, no podemos no preguntarnos por qué, a día de hoy, no hay una información oficial acerca del estado de la cuestión.
¿Hasta qué extremo se nos considera, a la hora de los hechos, ciudadanos de segunda o tercera categoría con respecto a la llamada área central de Asturias?
Al tiempo que se cierran escuelas y se nos invade de parques eólicos, la autovía llamada a acercar estas comarcas al centro de Asturias no sólo se viene retrasando de continuo, sino que ni siquiera se tiene a bien informarnos de las demoras.
Son varias las preguntas que se plantean.
En primer lugar, cuándo se terminará el tramo Grao-Doriga.
En segundo término, por dónde se habilitará la salida, pues no parece previsible que sea en el pueblo de Doriga, ya que la carretera que por allí discurre no está en condiciones de absorber todo el tráfico.
Habría que saber, en fin, cuánto tiempo se tardarán en poner en servicio el tramo y su salida.
Y, por último, y no menos importante que todo lo anterior, ¿por qué no se dan las explicaciones pertinentes desde los ámbitos oficiales? ¿No nos están obligando, acaso, a llegar a la conclusión de que no se nos tiene respeto alguno como ciudadanos?
¿Qué nos dirán dentro de dos años los diputados que se presenten al Parlamento por la circunscripción del Occidente, en el caso de que, como todo parece indicar, repitan candidatura?
¿Qué discurso podrán esgrimir los alcaldes de estas comarcas que justifique su silencio y conformismo ante todos estos retrasos, si, como también es previsible, volverán a presentarse encabezando las respectivas listas locales?
¿Qué dicen los distintos grupos parlamentarios?
¿Existen estos pagos para el señor Iglesias? ¿Se molestó en acercarse por aquí una sola vez desde que encabeza en el Parlamento asturiano la coalición de la izquierda plural y transformadora? ¡Ay!
¿Cómo es que don Ovidio no se da una vuelta por Doriga? ¿Tan ocupado está que no dispone de tiempo para una pequeña visita a esta zona en compañía del infatigable Emilio Rodríguez?
¿Y el señor Lastra, occidental como el que más, que en su momento criticó el ritmo al que iban las obras de esta autovía siendo ministro Cascos, nada dice, nada pregunta, cree que todo transcurre como es debido?
¿Adónde podemos dirigirnos con nuestra indignación por la forma en que se nos trata? ¿A quién le podemos exponer nuestro «basta ya»? ¿A la defensora del pueblo en versión llariega?
¡Y luego hablan de fijar población y de políticas de desarrollo sostenible!
¿Es esto una encrucijada, o, peor aún, se trata de una tomadura de pelo en toda regla?
¡Ay, ay, ay!
http://www.lne.es/opinion/2009/11/06/grao-dorigabr/830620.html
3 Comments:
¡Cuánto poder tiene "La Nueva España"!. Había silencio cuando el plazo prometido pasó sin pena ni gloria. Se publica este artículo y al día siguiente sale a la palestra el Alcalde de Salas hablando del asunto. Y hoy se pronuncia Fomento a través de Delegación del Gobierno y además se recaba la opinión, indignada, de algún vecino.
Gracias, señor Arias.
La Nueva España tiene un gran poder. Por eso solo salen las cosas que interesan al gran Poder.
¿Y al gran poder le interesa que se denuncien retrasos y atropellos como se hace en este artículo?
Mientras no argumente su afirmación, sólo cabe intrepetarla en clave demagógica.
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