LA NUEVA ESPAÑA 10-03-10 Tercermundismo en Tineo
El pasado 24 de febrero tristemente se nos fue mi abuelo a sus 85 años. Este vivía en un pueblecito de Salas, Brañasivil, junto a mi abuela y uno de mis tíos. Tuvieron ocho hijos y todos ellos han tenido que irse de su casa para buscar un futuro mejor.
La casa de mis abuelos es una casa que se encuentra sin acceso, sí, leyeron bien, una casa sin un triste camino por el que acceder en pleno siglo XXI. Para llegar hasta ella tenemos que caminar cuesta abajo durante un kilómetro. Eso no sería problema si este camino no estuviera lleno de barro y maleza. Para mi abuelo, el tener que caminar todos los días un kilómetro para buscar el pan, coger un coche para ir al médico, el simple hecho de visitar a sus vecinos, o como antiguamente cuando él trabajaba en la labranza que recorría el camino para poder entregar la leche en los bidones ya no era una novedad.
Pero llegó el día en el que a mi abuelo le flaquearon las fuerzas y se fue una tarde de febrero, una tarde en la que el viento y el agua eran protagonistas. Pero la pregunta era ¿cómo llegar el coche fúnebre delante de la casa? Por desdicha, el coche no pudo pasar por el camino, ya que entre el poco acceso que existe y las incidencias meteorológicas del invierno hicieron el acceso imposible. Y ahora, ¿cómo llevar la caja? Mi abuelo tuvo que salir de la casa en un tractor, en un tractor, por no tener un maldito acceso.
Como suele decir un famoso presentador de la televisión, lanzo la piedra a ver si la coge alguien, por ello hago un llamamiento al Ayuntamiento de Salas o a cualquier otra institución para que, por favor, nos ayuden a acabar con esta situación, para que por fin llegue un coche delante de la casa ya que allí, en el fondo de aquel camino, vive aún mi abuela, que tiene 85 años.
http://www.lne.es/opinion/Nota de Amisalas: inluimos este escrito por referirse a la localidad de Brañasivil, del concejo de Salas, a pesar del título de dicho escrito.
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