05 septiembre, 2006

LA NUEVA ESPAÑA 04-09-06 Salas. En el umbral de las oportunidades (Asturias Siglo XXI)


Fermín RODRÍGUEZ/ Rafael MENÉNDEZ

Los expertos del Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial (CeCodet) de la Universidad de Oviedo analizan hoy el concejo salense, «un municipio extenso y complejo ante el que se presenta una nueva oportunidad», vinculada a la autovía, indican. En el Cecodet creen que la mejora de las comunicaciones y la proximidad al centro metropolitano «deben permitir dar la vuelta a la quietud aparente de las últimas décadas».
El municipio debe aprovechar la autovía para romper una situación caracterizada por una quietud melancólica


Salas se presenta, con la vista puesta en el inmediato futuro, como un territorio de oportunidades. Por asentarse en una nueva situación propiciada por la conversión de la carretera Oviedo-Canero en autovía y su recuperación como eje interregional de histórico relieve. Y también por la mejora de la calidad de vida en sus principales núcleos residenciales, todos ellos vinculados a dicho eje y a las encrucijadas de caminos del mismo. Y también de los caminos tradicionales, como el de Santiago, que pide su vuelta a la condición de eje regional e interregional de primer orden, tanto en Salas como en los concejos de Tineo, Allande o Grandas de Salime, si de verdad creemos en el futuro del occidente interior, más allá de las palabras.
Si la villa salense no ha tenido el crecimiento de otras de la comarca ha sido en parte a causa de la dimensión más escasa de su población y de su desvinculación de la actividad minera, hasta la llegada de la del oro, en Carlés, hoy en su ciclo final, tras poco más de una década de actividad. Su área de influencia municipal le ha permitido un crecimiento muy moderado, hoy próximo al estancamiento, en unos niveles de población por debajo de los centros comarcales principales, en espera de las nuevas oportunidades y con la vitalidad que le da ser cabeza de un concejo de 6.300 habitantes, extenso, complejo y con unidades internas diferenciadas.
Las encrucijadas de caminos y las unidades internas han permitido el crecimiento de otras dos localidades, que no son específicamente rurales en sus actividades ni en su dimensión. Cornellana, sobre el valle del Narcea, es un enclave principal en la red regional de carreteras, en las comunicaciones entre Oviedo y el Occidente y entre la costa y el interior, en fase de recuperación ambos como ejes principales de comunicación. Ello ha permitido el crecimiento moderado de esta localidad (550 habitantes), cuya posición estratégica debe reforzar su carácter de nueva centralidad en el futuro, a partir de su vinculación con la autovía Oviedo-La Espina y su necesaria continuidad hacia la costa (Querúas) y hacia el interior (Tineo-Cangas del Narcea-Allande). La Espina es un tradicional cruce de caminos que aspira a recobrar con la autovía una posición privilegiada, a la que suma equipamientos y servicios de nuevo cuño, en el eje hacia Tineo, que han dado lugar a un cierto crecimiento en el umbral de los 500 habitantes.
El resto de la población se reparte en una compleja red de parroquias y aldeas: 28 parroquias de menos de 400 habitantes, 10 de ellas con menos de 100, varias aldeas en cada una. Ninguna de ellas llega hoy a los cien habitantes, salvo las tres localidades mencionadas. Casi una veintena de aldeas deshabitadas. País de brañas y vaqueiros en el Norte, en las sierras de Aguión y Los Vientos, una cultura tradicional que comparte con sus vecinos de Cudillero, Valdés y Tineo, con los que coopera en las iniciativas de desarrollo rural, que toman esta tradición como imagen con que proyectarse al exterior. Paisaje ganadero de producción lechera y forestal en el Sur, con las carreteras principales como ejes de actividad y poblamiento.
En un concejo donde la ganadería y la producción forestal son aún fundamentales, el sector terciario ya es el dominante en el valor de la producción y en el empleo, más de 800 activos de los 2.000 del municipio, un 40 por ciento. Y con capacidad notable de crecimiento futuro, al amparo de las nuevas comunicaciones, de la tradición económica y de los potenciales existentes. El sector primario aporta, tras el ajuste, 700. Estamos ante la característica especialización dual de los concejos rurales de dimensión notable y villa central.
La ganadería lechera está saliendo del ajuste, que ha reducido sus explotaciones de 600 a 250 en una década, aumentando la producción más de un 13 por ciento, pero con una pérdida de empleo importante, que se refleja en el declive demográfico de los núcleos rurales, que continúan perdiendo población en los últimos años. Sólo la villa, Cornellana y La Espina se resisten a esta tendencia, amparadas en una mejor calidad residencial, de equipamientos y servicios. Como en otros concejos, tienden a aumentar las explotaciones de producción cárnica, más de 300 en la actualidad de un total algo inferior a las 600. En relación con el sector está la explotación forestal y su industria vinculada, así como la láctea, que proporcionan más de 300 empleos, con una destacada capacidad para atraer nueva localización empresarial gracias a las nuevas comunicaciones.
Fruto de la participación continuada en las iniciativas comarcales de desarrollo nos encontramos con una actividad turística de cierto relieve, una veintena de establecimientos hoteleros, 250 plazas de alojamientos y un buen número de reconocidos restaurantes. Diversidad de atractivos: pesca fluvial, paisaje ganadero, ruralidad, calidad residencial de la villa y principales núcleos de población, patrimonio cultural, caminos de Santiago, que permiten pensar en una continuidad del crecimiento de la actividad.
Salas está en el umbral de un cambio a mejor, a partir de una base ganadera, forestal, industrial y de servicios y de unas localidades y ejes de comunicación que ya existen y que presentan fuertes expectativas de mejora. Ello debe apoyar un cambio en la situación heredada, caracterizada por cierta quietud decadente y melancólica en la que el concejo parecía instalado hasta hace bien poco, al paso de su lejanía y aislamiento relativos y sus malas comunicaciones.