08 marzo, 2007

LA NUEVA ESPAÑA 08-03-07 Mina Conchita

Luis Arias Argüelles-Meres

Geografía del abandono. Topografía de lo inaccesible. Anatomía de un paraje exangüe. Suelo en desuso. Subsuelo perforado. Cacharrería esparcida. Explosivos cuyo control, según algunos de los testimonios, no era muy riguroso. Al descubierto las tripas de un lugar remoto. Cadáver de una mortecina actividad minera. Alguien fue allí, según algunos relatos, en busca de materiales de derribo y destrucción. Del lugar ignoto a la gran ciudad. De la actividad minera a la matanza. Mina Conchita, diminuta explanada de la Asturias postergada. Sobre su superficie, los despojos de unas tareas que son poco más que recuerdo. Allí, unos explosivos. Aquí, los indeseables que con ellos traficaron. Quinientos kilómetros al Sur, el degolladero. Mientras, la mina, osamenta de la Asturias oculta y desentrañada, se convierte en desguace ruinoso de materiales esparcidos que sirven también para asesinar. Aflige contemplarla. Horroriza tan tenebroso tránsito