LA NUEVA ESPAÑA 05-07-08 La familia del empresario de Salas aún no tiene noticias de sus secuestradores
El Gobierno mexicano recomienda a los inmigrantes que aumenten las medidas de seguridad «Estamos destrozados», afirman los empleados
«Su error fue no haber regresado a España después del otro secuestro».
Asturias
Alejandro ÁLVAREZ Oviedo
La familia del empresario salense Manuel Horacio Rodríguez, secuestrado el miércoles en un parque del centro de la ciudad mexicana de Oaxaca, mientras paseaba, no ha recibido aún noticias de sus captores. Su mujer, María Luisa, y sus tres hijos permanecen desde entonces encerrados en el domicilio familiar pegados al teléfono, a la espera de recibir alguna «prueba de vida» sobre su estado de salud.
Manuel Rodríguez, de 69 años y propietario de la empresa Romasa, dedicada a la comercialización de materiales de construcción, ya había permanecido secuestrado durante cuatro meses hace ahora diez años.
En el momento del suceso, el empresario iba acompañado por dos guardaespaldas. Uno de ellos, el policía Víctor Hugo Velásquez, fue asesinado a balazos. El otro, que responde a las iniciales C. E. G., según confirmaron ayer fuentes cercanas a la investigación, presenta fuertes contusiones en la cabeza y en la cara, así como un traumatismo craneoencefálico de primer grado. Aunque su estado es grave, su vida no corre peligro.
El móvil del secuestro, según confirmó la Policía, es económico. En un principio también se habían barajado posibles razones políticas, porque Manuel Rodríguez es tío de la secretaria de Turismo de Oaxaca, Beatriz Rodríguez. Esta hipótesis ha quedado finalmente descartada.
La Procuradoría General de Justicia ha abierto ya una investigación para determinar la procedencia de los ocho casquillos de bala de 9 milímetros hallados en el lugar del suceso.
Los trabajadores de Romasa y los de la estación de servicio propiedad de la familia Rodríguez también viven con el corazón en un puño, a la espera de obtener noticias sobre su estado de salud. Algunos de ellos no daban crédito ayer a lo ocurrido. «Estamos destrozados. Vivimos en un estado de angustia total. No tenemos noticias de nuestro papito, pero esperamos que no le haya ocurrido nada y muy pronto se vuelva a reunir con nosotros», señalaron a este diario algunos empleados de Romasa. El suceso también ha conmocionado a la extensa colonia asturiana residente en México, que ha condenado el suceso.
Con éste, en lo que va de año la región suma 300 secuestros, todos ellos con un mismo fin: recaudar dinero. El concejal de Seguridad Pública de Oaxaca de Juárez, Eduardo Cuauhtémoc, lamentó el secuestro de Manuel Rodríguez y dijo, en declaraciones a los medios aztecas, que Oaxaca «no está excluida del mapa geodelincuencial en la guerra de los cárteles».
El edil recomendó a los inmigrantes que aumenten las medidas de seguridad personales, pero sin enfrentarse a sus posibles raptores.
«Su error fue no haber regresado a España después del otro secuestro».
Asturias
Alejandro ÁLVAREZ Oviedo
La familia del empresario salense Manuel Horacio Rodríguez, secuestrado el miércoles en un parque del centro de la ciudad mexicana de Oaxaca, mientras paseaba, no ha recibido aún noticias de sus captores. Su mujer, María Luisa, y sus tres hijos permanecen desde entonces encerrados en el domicilio familiar pegados al teléfono, a la espera de recibir alguna «prueba de vida» sobre su estado de salud.
Manuel Rodríguez, de 69 años y propietario de la empresa Romasa, dedicada a la comercialización de materiales de construcción, ya había permanecido secuestrado durante cuatro meses hace ahora diez años.
En el momento del suceso, el empresario iba acompañado por dos guardaespaldas. Uno de ellos, el policía Víctor Hugo Velásquez, fue asesinado a balazos. El otro, que responde a las iniciales C. E. G., según confirmaron ayer fuentes cercanas a la investigación, presenta fuertes contusiones en la cabeza y en la cara, así como un traumatismo craneoencefálico de primer grado. Aunque su estado es grave, su vida no corre peligro.
El móvil del secuestro, según confirmó la Policía, es económico. En un principio también se habían barajado posibles razones políticas, porque Manuel Rodríguez es tío de la secretaria de Turismo de Oaxaca, Beatriz Rodríguez. Esta hipótesis ha quedado finalmente descartada.
La Procuradoría General de Justicia ha abierto ya una investigación para determinar la procedencia de los ocho casquillos de bala de 9 milímetros hallados en el lugar del suceso.
Los trabajadores de Romasa y los de la estación de servicio propiedad de la familia Rodríguez también viven con el corazón en un puño, a la espera de obtener noticias sobre su estado de salud. Algunos de ellos no daban crédito ayer a lo ocurrido. «Estamos destrozados. Vivimos en un estado de angustia total. No tenemos noticias de nuestro papito, pero esperamos que no le haya ocurrido nada y muy pronto se vuelva a reunir con nosotros», señalaron a este diario algunos empleados de Romasa. El suceso también ha conmocionado a la extensa colonia asturiana residente en México, que ha condenado el suceso.
Con éste, en lo que va de año la región suma 300 secuestros, todos ellos con un mismo fin: recaudar dinero. El concejal de Seguridad Pública de Oaxaca de Juárez, Eduardo Cuauhtémoc, lamentó el secuestro de Manuel Rodríguez y dijo, en declaraciones a los medios aztecas, que Oaxaca «no está excluida del mapa geodelincuencial en la guerra de los cárteles».
El edil recomendó a los inmigrantes que aumenten las medidas de seguridad personales, pero sin enfrentarse a sus posibles raptores.
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