LA NUEVA ESPAÑA 06-07-10 Comienzan las obras del desvío que permitirá salvar el argayo de Villazón

El paso, de unos 500 metros de longitud, tiene un plazo de ejecución de cinco semanas, pero el alcalde de Salas espera que quede listo en un mes

Dos vecinos charlan con personal de obra en el tramo de carretera cortado por el argayo en Villazón. lorena valdés

Villazón (Salas), L. VALDÉS
La construcción de un desvío a la carretera N-634 a la altura del argayo de Villazón, en Salas, como alternativa para habilitar el paso a todo tipo de vehículos por esa zona, cortada al tráfico desde el temporal del pasado 17 de junio, comenzaron este fin de semana, después de que el Ayuntamiento llegase a un acuerdo con los 22 propietarios de las fincas afectadas, y está previsto que concluyan en un plazo máximo de cinco semanas. El alcalde de Salas, José Manuel Menéndez, se muestra optimista y asegura que «incluso podría adelantarse la fecha de apertura, ya que el ritmo de trabajo es muy intenso».
Los operarios de la empresa Dragados se centraban ayer en la construcción de uno de los dos puentes que se tenderán para salvar el río Nonaya en este desvío de unos 500 metros, que tendrá dos carriles.
El regidor, el socialista José Manuel Menéndez, considera que el corte en la carretera N-634 entre Cornellana y Salas, a causa de un desprendimiento de tierra en Villazón, es uno de los momentos más delicados de sus 19 años en el cargo. «Hay que estar contentos por la prontitud y la agilidad con los que va camino de solucionarse un problema tan gordo. El sentido de solidaridad que han tenido los dueños de los terrenos con el resto de vecinos ha sido extraordinario. Han firmado un documento para autorizar la ocupación sin saber lo que van a cobrar, esa confianza en el Ayuntamiento me emociona», comenta.
Hay que recordar que, durante ocho días, los vehículos de gran tonelaje que se dirigían a Salas tuvieron que dar un rodeo de unos 70 kilómetros por trayecto, a través de Tineo, al no poder entrar por Soto de los Infantes como el resto de vehículos. Esta circunstancia provocó una auténtica crisis en las empresas y servicios de transportes del municipio, que acusaron importantes pérdidas y exigieron soluciones inmediatas para poder evitar el cierre de sus negocios. El pasado 25 de junio los vehículos de más de 18 toneladas comenzaron a circular entre Soto de los Infantes y Salas.
Al golpe a la economía salense que representó el corte de la N-634 hay que sumar las consecuencias para los vecinos de la zona, quienes, en reiteradas ocasiones, aseguron sentirse «incomunicados». El Ayuntamiento salense dispuso a finales del mes pasado dos viales a través de la vega del Nonaya y de Villarraba para desviar parte del flujo de vehículos ligeros en dirección a Oviedo o a la capital del concejo. No obstante, esta medida fue considerada insuficiente por los afectados, los cuales se concentraron, en señal de protesta, el pasado martes, frente a la casa consistorial de Salas. Los partidos de la oposición, Izquierda Unida y PP, se adhirieron a las movilizaciones vecinales.
Al problema actual se suma la preocupación de vecinos y políticos por el desprendimiento de la vía en las inmediaciones de El Llanón, entre Salas y La Espina, que obligó hace unos días a cortar un carril. El paso alternativo está señalizado por semáforos. Tras la experiencia de Villazón, muchos temen que ocurra lo mismo en este otro lugar.
En cuanto a la recuperación del actual trazado, el Ayuntamiento estima que no se logrará al menos en cinco meses debido a la complejidad del proyecto.
Ayer, varios vecinos de Villazón, de los más mayores del pueblo, se acercaban a la zona del argayo para charlar con los operarios y pedirles que lo hiciesen bien. «Nosotros vamos a venir a menudo por aquí, nos pilla al lado de casa», adelantaban los salenses dispuestos a estar al pie del cañón. Villazón no quiere más sorpresas.

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