24 julio, 2010

LA NUEVA ESPAÑA 24-07-10 La Espina quiere estar más cerca

Los vecinos de Salas y Tineo reciben con indignación la decisión de Fomento de paralizar la autovía







Varios parroquianos conversan sobre el asunto en un bar de La Pereda.
Varios parroquianos conversan sobre el asunto en un bar de La Pereda. ignacio pulido

Tineo / Salas, Ignacio PULIDO
La decisión del Ministerio de Fomento de rescindir el contrato de la segunda calzada del tramo de la autovía que unirá La Espina con Oviedo ha caído como un jarro de agua fría entre los vecinos del Suroccidente asturiano. La resignación y la desidia campan a sus anchas en concejos como Tineo y Salas tras los constantes retrasos acumulados por el vial y tras experimentar las inclemencias producidas a raíz del corte de la N-632 a la altura de Villazón. Mientras, las palabras pronunciadas por el ministro José Blanco han venido a corroborar lo que ya era una «muerte anunciada» de antemano.
El aspecto de la vieja N-632 en su ascenso a La Espina habla por sí solo. Decenas de camiones de gran tonelaje ralentizan el tráfico, que circula entre nubes de polvo y a través de un pavimento castigado por las obras. «Están dando palos de ciego. Si hubiesen abierto un solo carril de la autovía en cada sentido sería más que suficiente para salir del paso. No entiendo por qué de Oviedo a La Doriga ya está hecha y aquí se nos deja tirados», se pregunta Gonzalo Díaz, propietario de un taller en el polígono tinetense de La Curiscada, que subraya sin vacilar: «Somos los últimos de Asturias».
No en vano, en la zona han asumido que «las palabras se las lleva el viento». «Nos tienen abandonados. Está sucediendo lo mismo que ocurrió con la Ciudad del Motor. El año pasado ya se tenía que haber celebrado aquí una prueba del Campeonato Europeo de karting. En lugar de eso tan sólo hay un puñado de vacas pastando», sostiene Díaz. Del mismo modo, Cayetano Pando, vecino de La Pereda, sostiene: «A la Ciudad del Motor sólo se acudió a poner la primera piedra».
Proyectos paralelos aparte, lo cierto es que la decisión de Fomento no ha hecho más que alimentar el escepticismo de estos vecinos. «Esto estaba visto, no hay un duro. Ya nos esperábamos que ocurriese algo así», recalca una tinetense. Víctor Rodríguez, encargado de una empresa de alquiler y reparación de vehículos afincada en La Curiscada, señala: «La apertura del tramo de la autovía que conecta Salas con La Espina sería un revulsivo y contribuiría a que las empresas redujesen un treinta por ciento sus gastos de transporte». «Nosotros, por suerte, solemos movernos más por la zona de la costa y por la zona de Cangas del Narcea. Los retrasos no nos están afectando mucho, pero sí es cierto que, si nos referimos a términos meramente económicos, sería de gran ayuda que finalizasen las obras», matiza Rodríguez.
El viaje entre Oviedo y La Espina supone, a día de hoy, entre cincuenta minutos y una hora de duración. Tan sólo llegar al enlace de la autovía, abierto hace apenas unos días en La Doriga, supone a los vecinos del área de acción de La Espina media hora. «Si finalizasen de una vez por todas la autovía, nos ahorraríamos casi veinte minutos», advierte una vecina de La Pereda.
Juan Ignacio Carrete, también residente en el mencionado pueblo tinetense, lo tiene claro. «Es de cantamañanas que se comprometan a hacer algo y que luego no cumplan con su palabra. Tan sólo queda lo más sencillo por hacer, los tramos más complejos ya han sido ejecutados», precisa Carrete, quien aún conservaba la esperanza de ver finalizada la obra en un breve plazo de tiempo. «Ves que comienzan la obra, crees que la van a acabar, y ahora nos dicen esto. No hay justicia, la calzada está ya acababa hasta la altura de la fábrica de cerámicas. Sólo faltan pequeños trozos por ejecutar», lamenta.
Por su parte, Cayetano Pando va aún más lejos: «Es una vergüenza que la gente no se movilice. Tanto los políticos como los vecinos de la zona dicen a todo amén», subraya, y prosigue añadiendo: «La segunda calzada está prácticamente hecha ya». «Tan sólo quedan dos viaductos. Hace un año recorrí toda su caja en bicicleta y comprobé el estado de las obras. Si se hubiesen puesto las pilas ya estaría todo acabado. Se están riendo de nosotros», sentencia.

http://www.lne.es/asturias/2010/07/24/espina-quiere-cerca/946412.html