LA NUEVA ESPAÑA 31-03-06 Más recursos para los ayuntamientos
ALBERTO MORTERA
El pasado día 22, el alcalde socialista de Salas retrataba en estas páginas, con precisión y acierto, la penuria por la que pasan los Ayuntamientos asturianos, los nocivos efectos que ello ocasiona a los ciudadanos y la innecesaria proliferación, como contrapartida, de burocracias autonómicas tan ineficientes como innecesarias («monstruos agigantados devoradores de recursos», en sus palabras). Y daba además la razón de todo ello: «El desmesurado afán de poder de los políticos que no reparan en medios con tal de fortalecer éste».
Habla de Asturias, evidentemente, aunque no lo dice por prudencia, ya que si lo explicitase podría recibir a cambio de su sinceridad el expediente o la expulsión de turno, promovida por algún compañero de su propio partido deseoso de hacer méritos ante el jerarca correspondiente, que obtendría pingües beneficios del pleito que le interpondrían después. Uno, para su desgracia, tiene alguna experiencia directa de toda esta asfixia de libertad y criterio. Aunque puede quedar tranquilo, que si pretenden empapelarlo por decir la verdad, algunos estamos dispuestos a asegurar que no hablaba de nuestra región, sino de Baleares o Melilla, que quedan lejos y donde, además, gobierna el PP. En una cosa sí discrepo: compara las disputas políticas por los menguantes recursos municipales con las que establecen las hienas y, esto, no es así. Las hienas forman grupos bien estructurados y el líder puede gruñir amenazador al congénere que le disputa los despojos del antílope; lo que nunca haría sería darse la vuelta para comerse al compañero. Y en Asturias esto sí ocurre: si te dejas, te comen y si te resistes, se querellan contigo.
Lo peor es que tanto neocentralismo autonómico astur vale de bien poco. Sirva la última amenaza vertida por el Gobierno regional contra los ayuntamientos: se fiscalizarán con mano acerada las campañas institucionales municipales. Oiga, si casi no hay, y las pocas que se hacen -ejemplo: la, a mi juicio, espléndida de Oviedo pidiendo que peatones y conductores respetemos las respectivas zonas peatonales y de tráfico- son tan blancas y poco partidistas que pasarían el filtro del más feroz inquisidor. Y así ocurrirá con la que confío que se emprenda para concienciarnos todos de que debemos evitar la proliferación de excrementos caninos en calles y parques. O sea, nada de gobernante recogiendo caquita con semblante modélico; o sea, nada parecido a lo de «Asturias adelante», con la que nos obsequia a costa de millones de euros al año el Gobierno regional día sí y día también. Uno ha vivido esta campaña perpetua en situaciones así de insólitas: mientras esperaba en el aeropuerto el primer avión a Madrid, que ni llegará ni saldrá porque hay una leve bruma, o estancado en una estación de servicio e implorando que alguien despeje de nieve la autovía con la peor relación calidad-precio del país, la del Huerna. Y compartimos coche de alquiler o café con humor los asturianos mientras esperamos para seguir viaje y no enfadarnos.
Ahora sí, en Oviedo, al menos, no hay un euro autonómico para hacer residencias o centros para personas mayores; ni para abrir los centros de salud por las tardes; ni para ampliar el Museo de Bellas Artes, que lleva siete años en el «Asturias Adelante», pero se han olvidado de colocar la primera piedra y las siguientes. En cambio, Presidente viaja a Río de Janeiro para pagar 300.000 euros por un proyecto que han regalado (por cierto, cómo se come esto) -Asturias adelante-; Presidente regresa de samba carioca y dice que de centro para discapacitados en Langreo nada, que apañarnos con lo que hay que más bien no hay -anuncio ídem-. Y ya verá el apreciado alcalde de Salas cómo, si la temporada de salmón va bien en sus riberas de lujo, foto al canto y Asturias adelante; y si no va tan bien, la culpa la tiene la mala gestión municipal del agua o la guerra de Irak.
Claro que adelante con Asturias, pero a lo mejor tenemos que decirle en la próxima a este Gobierno que preferiríamos que esta vez quedase un poco «p'atrás».
Alberto Mortera Fernández. Concejal no adscrito del Ayuntamiento de Oviedo.
El pasado día 22, el alcalde socialista de Salas retrataba en estas páginas, con precisión y acierto, la penuria por la que pasan los Ayuntamientos asturianos, los nocivos efectos que ello ocasiona a los ciudadanos y la innecesaria proliferación, como contrapartida, de burocracias autonómicas tan ineficientes como innecesarias («monstruos agigantados devoradores de recursos», en sus palabras). Y daba además la razón de todo ello: «El desmesurado afán de poder de los políticos que no reparan en medios con tal de fortalecer éste».
Habla de Asturias, evidentemente, aunque no lo dice por prudencia, ya que si lo explicitase podría recibir a cambio de su sinceridad el expediente o la expulsión de turno, promovida por algún compañero de su propio partido deseoso de hacer méritos ante el jerarca correspondiente, que obtendría pingües beneficios del pleito que le interpondrían después. Uno, para su desgracia, tiene alguna experiencia directa de toda esta asfixia de libertad y criterio. Aunque puede quedar tranquilo, que si pretenden empapelarlo por decir la verdad, algunos estamos dispuestos a asegurar que no hablaba de nuestra región, sino de Baleares o Melilla, que quedan lejos y donde, además, gobierna el PP. En una cosa sí discrepo: compara las disputas políticas por los menguantes recursos municipales con las que establecen las hienas y, esto, no es así. Las hienas forman grupos bien estructurados y el líder puede gruñir amenazador al congénere que le disputa los despojos del antílope; lo que nunca haría sería darse la vuelta para comerse al compañero. Y en Asturias esto sí ocurre: si te dejas, te comen y si te resistes, se querellan contigo.
Lo peor es que tanto neocentralismo autonómico astur vale de bien poco. Sirva la última amenaza vertida por el Gobierno regional contra los ayuntamientos: se fiscalizarán con mano acerada las campañas institucionales municipales. Oiga, si casi no hay, y las pocas que se hacen -ejemplo: la, a mi juicio, espléndida de Oviedo pidiendo que peatones y conductores respetemos las respectivas zonas peatonales y de tráfico- son tan blancas y poco partidistas que pasarían el filtro del más feroz inquisidor. Y así ocurrirá con la que confío que se emprenda para concienciarnos todos de que debemos evitar la proliferación de excrementos caninos en calles y parques. O sea, nada de gobernante recogiendo caquita con semblante modélico; o sea, nada parecido a lo de «Asturias adelante», con la que nos obsequia a costa de millones de euros al año el Gobierno regional día sí y día también. Uno ha vivido esta campaña perpetua en situaciones así de insólitas: mientras esperaba en el aeropuerto el primer avión a Madrid, que ni llegará ni saldrá porque hay una leve bruma, o estancado en una estación de servicio e implorando que alguien despeje de nieve la autovía con la peor relación calidad-precio del país, la del Huerna. Y compartimos coche de alquiler o café con humor los asturianos mientras esperamos para seguir viaje y no enfadarnos.
Ahora sí, en Oviedo, al menos, no hay un euro autonómico para hacer residencias o centros para personas mayores; ni para abrir los centros de salud por las tardes; ni para ampliar el Museo de Bellas Artes, que lleva siete años en el «Asturias Adelante», pero se han olvidado de colocar la primera piedra y las siguientes. En cambio, Presidente viaja a Río de Janeiro para pagar 300.000 euros por un proyecto que han regalado (por cierto, cómo se come esto) -Asturias adelante-; Presidente regresa de samba carioca y dice que de centro para discapacitados en Langreo nada, que apañarnos con lo que hay que más bien no hay -anuncio ídem-. Y ya verá el apreciado alcalde de Salas cómo, si la temporada de salmón va bien en sus riberas de lujo, foto al canto y Asturias adelante; y si no va tan bien, la culpa la tiene la mala gestión municipal del agua o la guerra de Irak.
Claro que adelante con Asturias, pero a lo mejor tenemos que decirle en la próxima a este Gobierno que preferiríamos que esta vez quedase un poco «p'atrás».
Alberto Mortera Fernández. Concejal no adscrito del Ayuntamiento de Oviedo.
1 Comments:
El alcalde de Salas fue defendido por su partido, El PSOE, en el Parlamento Asturiano. Ahora lo defiende gente próxima o adscrita al PP. ¿Qué pasa aquí? ¿Cuál va a ser el próximo capítulo?
Desde luego, si el alcalde pretendía estar en las páginas de los periódicos lo está consiguiendo...pero, ¿no será más bien que al PP le interesa que salga en los periódicos de la manera que sale? ¿Quién saldrá beneficiado al final de esta ópera bufa?
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