03 marzo, 2006

LA NUEVA ESPAÑA 03-03-06 Pescadores del bajo Narcea denuncian vertidos incontrolados que dañan el río


Los aficionados se muestran preocupados por el «lamentable estado» que presentan las aguas a escasas semanas de la temporada de pesca

Tineo / Salas, Alejandro ÁLVAREZ

«Ambas márgenes están perdidas de porquería». Lo dicen los pescadores del bajo Narcea, quienes han mostrado en los últimos días su preocupación por el lamentable estado que presentan las aguas a escasas semanas de que se dé el pistoletazo de salida a la temporada de pesca.
A pesar de que la entrada en funcionamiento de la depuradora de Cangas del Narcea, en marzo de 2005, supuso un gran salto cualitativo en la calidad de las aguas, los pescadores denuncian que a día de hoy aún se sigue produciendo todo tipo de vertidos incontrolados, algunos de ellos, aseguran, «con alevosía y nocturnidad», como en el caso del salto de Calabazos. Los pescadores sostienen que desde hace dos años la compañía eléctrica, propietaria de la presa, ha sustituido la grúa-pluma que utilizaban para recoger la porquería que se acumulaba en el dique de sujeción por otra fórmula mucho más rentable, y que, según los pescadores, «consiste en abrir el aliviadero por las noches y dejar que los residuos se diluyan río abajo».
Pero eso no es todo. Los pescadores y algunos vecinos de la localidad salense de Lleiroso han alertado de la presencia de un remolque cargado de cenizas que volcó hace más de un mes y medio en la AS-15 (Cornellana-Puerto de Cerredo). «La empresa se afanó por retirar la cabina tractora a los pocos días, que era lo que valía». El remolque, denuncian, «como no les interesaba, al estar rajado, lo han abandonado a su suerte en una finca muy cercana al río y ya han comenzado a producirse peligrosos vertidos». Las lluvias de las últimas semanas, según un conocido pescador de la zona, han formado un espeso charco de ceniza que amenaza con llegar al río. «Si esa pasta llega al agua van a morir muchos peces. La ceniza se adhiere a las agallas de los peces y termina por ahogarlos», advierte el pescador. Pero las consecuencias de estos vertidos no sólo se dejan notar en el cauce del río. La localidad sotobarquense de San Juan de la Arena, como asegura su alcalde, el socialista Jaime Corrales, lleva padeciéndolos desde siempre.