LA NUEVA ESPAÑA DIGITAL 01-03-06 Greenpeace pide a Río Narcea Gold Mines la recuperación de las zonas explotadas
Greenpeace ha pedido a la empresa Río Narcea Gold Mines la recuperación de las zonas que ha explotado en Asturias.
Así lo indica en un comunicado en el que añade que "el Gobierno de Asturias no puede permitir que se repitan casos como los de Aznalcóllar, donde la rotura de una balsa supuso un auténtico desastre ecológico".
Greenpeace indica que "a pesar de que el cese de la actividad minera de Río Narcea Gold Mines en Asturias constituye una buena noticia para el medio ambiente, la actividad de esta empresa ha supuesto graves impactos al medio ambiente".
Añade que "los reiterados vertidos tóxicos al medio hídrico, el volumen de tierra desalojado y la existencia de balsas que acumulan millones de toneladas de residuos mineros contaminantes suponen una grave amenaza para el futuro y deben ser recuperados por la empresa que se ha lucrado con estas actividades".
Greenpeace recuerda que ya denunció el pasado mes de diciembre los vertidos al río Narcea por parte de la empresa a su paso por Carlés.
Agrega que "estos vertidos contenían elementos tóxicos y peligrosos, perjudiciales para la salud de las personas y el medio ambiente, con niveles de arsénico que sobrepasaban en más de seis veces los límites permitidos por el Real Decreto 995/2000 que fija los objetivos de calidad para determinadas sustancias contaminantes".
Greenpeace comenta que la existencia balsas mineras como la de Belmonte, con más de cuatro millones de toneladas de residuos con elevados contenidos en cianuro y metales pesados son un legado que no es asumible para el futuro de la zona.
"En España, casos como la rotura de la balsa minera de Aznalcóllar son tristes ejemplos de cómo la mala gestión y abandono de este tipo de instalaciones suponen una amenaza constante para los habitantes de toda la comarca", declara el responsable de la campaña de aguas de Greenpeace, Julio Barea, en un comunicado.
Por ello, Greenpeace solicita que la empresa lleve a cabo la descontaminación y la puesta en marcha de medidas para paliar los daños ambientales producidos por su actividad y que la Administración asturiana controle y supervise la correcta aplicación de todas las actuaciones necesarias para evitar daños causados por Río Narcea Gold Mines.EFE
Así lo indica en un comunicado en el que añade que "el Gobierno de Asturias no puede permitir que se repitan casos como los de Aznalcóllar, donde la rotura de una balsa supuso un auténtico desastre ecológico".
Greenpeace indica que "a pesar de que el cese de la actividad minera de Río Narcea Gold Mines en Asturias constituye una buena noticia para el medio ambiente, la actividad de esta empresa ha supuesto graves impactos al medio ambiente".
Añade que "los reiterados vertidos tóxicos al medio hídrico, el volumen de tierra desalojado y la existencia de balsas que acumulan millones de toneladas de residuos mineros contaminantes suponen una grave amenaza para el futuro y deben ser recuperados por la empresa que se ha lucrado con estas actividades".
Greenpeace recuerda que ya denunció el pasado mes de diciembre los vertidos al río Narcea por parte de la empresa a su paso por Carlés.
Agrega que "estos vertidos contenían elementos tóxicos y peligrosos, perjudiciales para la salud de las personas y el medio ambiente, con niveles de arsénico que sobrepasaban en más de seis veces los límites permitidos por el Real Decreto 995/2000 que fija los objetivos de calidad para determinadas sustancias contaminantes".
Greenpeace comenta que la existencia balsas mineras como la de Belmonte, con más de cuatro millones de toneladas de residuos con elevados contenidos en cianuro y metales pesados son un legado que no es asumible para el futuro de la zona.
"En España, casos como la rotura de la balsa minera de Aznalcóllar son tristes ejemplos de cómo la mala gestión y abandono de este tipo de instalaciones suponen una amenaza constante para los habitantes de toda la comarca", declara el responsable de la campaña de aguas de Greenpeace, Julio Barea, en un comunicado.
Por ello, Greenpeace solicita que la empresa lleve a cabo la descontaminación y la puesta en marcha de medidas para paliar los daños ambientales producidos por su actividad y que la Administración asturiana controle y supervise la correcta aplicación de todas las actuaciones necesarias para evitar daños causados por Río Narcea Gold Mines.EFE
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