Buendía afirma que en los últimos análisis realizados en las proximidades de las minas de oro de Belmonte y Carlés «no se detectó la presencia de este metal»DANIEL FERNÁNDEZ/OVIEDO
ENCLAVE. Nuevo depósito de lodos construido en la mina de oro de Boinás. / E. C.
La polémicaGreenpeace: según el colectivo ecologista, en diciembre se detectó una concentración de arsénico en el Narcea de 334 partes por billón (ppb), cuando los valores máximos autorizados son de cincuenta.
ANA: la Asociación Asturiana de la Naturaleza ha pedido a la Fiscalía que investigue un presunto vertido de arsénico y cianuro.Principado: Buendía asegura que la calidad del agua es la correcta.
El pasado mes de diciembre, Greenpeace acusó a la empresa Río Narcea Gold Mines de verter arsénico y cianuro a este cauce procedente de la mina de oro de
Carlés. Tres meses después, el consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras ha descartado no sólo que el agua de este río esté contaminada, sino que la citada compañía minera esté incumpliendo la legislación medioambiental. «Los análisis efectuados desde entonces reflejan que no hay presencia de estos metales», afirmó ayer el consejero a preguntas de los diputados del PP durante su comparecencia en la Comisión de Medio Ambiente de la Junta General del Principado.
Desde hace unos meses, Río Narcea Gold Mines -propietaria de las minas de oro de Boinás-El Valle (Belmonte) y Carlés- está en el punto de mira del PP. Los populares dudan de que la actividad extractiva que lleva a cabo la empresa, sobre todo la que hacer referencia a los lodos obtenidos tras el proceso de lixiviación, se ajuste a la legislación medioambiental y de que el proyecto de construcción de una nueva balsa de decantación en la mina belmontina cumpla los requisitos urbanísticos.
Ayer, los diputados Ramón García Cañal y Marcial González volvieron a poner en entredicho todas estas «irregularidades». Preguntaron al consejero Buendía sobre los últimos análisis de calidad de agua del Narcea llevados a cabo y si en ellos se había detectado la presencia de cantidades de cianuro -«que nosotros sí sabemos que existe»- en el cauce a su paso por
Carlés. Los populares hacían referencia al informe elaborado por Greenpeace en noviembre, en el que el colectivo ecologista aseguraba que los niveles de arsénico detectados en el Narcea «son 6,5 veces superiores» a los permitidos por la legislación.
El consejero Buendía calificó a los populares de «alarmistas» y reiteró que en los análisis «periódicos» que el Principado realiza «nunca se ha detectado» la presencia de arsénico o cianuro en el Narcea. «La única incidencia que hubo fue un enturbiamiento del agua del río producido por las tareas de limpieza de una balsa de almacenamiento», aseguró.
Buendía también descartó que se haya detectado cualquier agente contaminante en el monte que quemó el pasado mes de agosto en Belmonte y para cuya extinción se empleó agua procedente de una balsa de la mina de Boinás.
Balsa de lodosDurante su intervención en la comisión, Buendía también se refirió a la solicitud planteada por Río Narcea Gold Mines para abrir una nueva balsa de lodos en Belmonte. Según el consejero, este depósito cuenta con «todos los informes medioambientales favorables», aunque precisó que aún no dispone de la Autorización Ambiental Integrada ni de la licencia municipal para su entrada en funcionamiento ni del dictamen favorable de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA).
El consejero no quiso aventurar una fecha para que desde su consejería se autorice a la utilización de esta balsa, aunque reiteró que «desde el punto de vista ambiental, tiene todos los informes a favor».
La balsa está previsto ubicarse en la antigua corta de El Valle. Buendía recordó que en la declaración de impacto ambiental de la mina emitido en 1996 «ya contemplaba la posibilidad de que esa zona fuese utilizada como balsa de residuos». La zona ya sido impermeabilizada por Gold Mines, ya que contó con el permiso para construcción, pero no se encuentra en uso.