06 junio, 2006

LA NUEVA ESPAÑA 06-06-06 Entre Salas y La Planadera

JOSÉ DE ARANGO

Este último fin de semana el buen tiempo invitaba a hacer un recorrido por las tierras de Salas. En esta ocasión el cronista inició su andadura por la carretera que arranca desde el mismo casco urbano y se dirige hacia Godán. En las mismas puertas de la villa se trabaja en la construcción de la autovía a La Espina. Los desmontes son de gran magnitud y aunque en la jornada sabatina no había tarea, muchas máquinas esperaban el inicio del turno del lunes.
Pronto se llega a La Barrosa y en lo alto se divisa Arcellana. La iglesia de Godán tiene o ha tenido algún sacristán que ha sido previsor y se ha construido un refugio en el campanario para estar a resguardo de las inclemencias del tiempo a la hora de llamar a los feligreses. Hay que continuar hasta la bifurcación de carreteras que se encuentra a cinco kilómetros de Salas y a trece de Cornellana, hacia la izquierda. A la derecha hay una carretera que conduce a El Pevidal y muere en La Espina. Y siguiendo de frente se va a Soto de los Infantes, que queda allá abajo, en un hermoso valle que recibe ya la brisa del río Narcea.
Se llega rápidamente a Viescas, donde la hermosa iglesia parroquial, construida en piedra, invita al viajero a desviarse doscientos metros de la ruta general para contemplar el conjunto que forman el templo y varios caseríos anejos, señal todo ello de que por aquí había buenos canteros. Pocos sembrados y muchos campos donde hay gran actividad de siega y enrollado de la hierba. A esta comarca la llaman tierra dura. Se aprecia bien esa condición en los labrantíos que tienen pequeños terroncillos que parece que son tan duros que no los deshace el rotovator. Y se afirma que la hierba de estos prados tiene unas muy buenas condiciones alimenticias para el ganado. Es una hierba no muy alta, algo rala pero que deja al ganado bien cuidado con escasa ración. Después de Viescas se llega muy pronto a Ovanes. Han surgido, aquí y allá, naves ganaderas que demuestran que por aquí el ganado de leche tiene preferencia sobre el de carne. Y que hay una juventud que ha apostado por quedarse en el campo. Tractores con segadoras, rotoempacadoras y otros artilugios van y vienen de las buenas praderías. Cortes queda a tiro de piedra y siguiendo ruta se encuentra ya Cermoño, con algunas casas excesivamente cerca de la carretera, lo cual será un inconveniente si algún día se ensancha esta ruta. Poco después de este pueblo, que es cabecera de parroquia, hay un desvío a la derecha, antes de llegar a La Planadera, que conduce a Nava y a Ballouta. En el primero de estos barrios se acaba de levantar una moderna nave a la que, así, a ojo, se le pueden calcular más de trescientos metros cuadrados. Ante de salir de Salas, en una vidriera del Café Berlín, que es como un escaparate de esquelas, anuncios, avisos y otros comunicados incluso los de carácter municipal, había podido leer que esta nave de Nava va a ser inaugurada con una gran fiesta.
Pero en las cercanías de la nave de Nava -valga el juego de palabras- no hay nadie. En la casa más cercana viven Manolo y Nuria, que son un joven matrimonio que ha apostado por la explotación del ganado vacuno. Me acerco al caserío y no hay perro peligroso. Buen recibimiento, invitación a café y a lo que sea, pero optamos por visitar primero la majestuosa nave por dentro. Pese a su gran dimensión, no hiere el paisaje. Me cuenta Manolo que él y su hermano Pepe Luis, que sí emigró del campo, y las mujeres de ambos -la de José Luis se llama Mari Mar- llevan algunos años organizando las fiestas de La Planadera, pero sin un escenario adecuado, teniendo que optar en ocasiones por alquilar una carpa y en otras por la utilización de un montaje de plásticos que fue destrozado por una ventolera.
Comoquiera que esta joven pareja de ganaderos cuenta con mucha maquinaria, se decidieron a construir la nave ya descrita para que les sirva de almacén. Y para inaugurarla han programado una fiesta para este próximo sábado, día 10, que aunque en principio estaba prevista para el viernes, inconvenientes ajenos motivaron el fijarla para un día más tarde. Han contratado al grupo «Ideas», de Cornellana, que está haciendo furor en esta comarca, y a partir de las diez de la noche se abrirán las puertas de la nueva nave que a partir de ahora servirá para asegurar el éxito de las fiestas de La Planadera con un San Miguel que a veces ofrece mal tiempo. Será una fiesta en la que no habrá ni rifas ni nada por el estilo. Se montará el bar, por el sistema eminentemente familiar y de lo que quede en limpio se pagará a la orquesta. Un amplio aparcamiento espera a los visitantes delante de la gran nave, así como en los prados colindantes. El esfuerzo económico realizado por estos jóvenes vecinos de Nava es importante. Es una nave que les hace falta para la casería, pero están muy satisfechos de la obra porque así aseguran las fiestas locales. Ellos apostaron por el campo y por el pueblo y trabajan con ilusión para que todo esté a punto para el sábado próximo, día de la gran conmemoración inaugural. Y no hace falta decir que esperan un lleno de los que hacen época. En alguna fiesta no lejana de La Planadera llegaron a vender 1.500 bollos preñaos, lo cual ya da una idea de la capacidad de concentración. A la salida hay un cartel del Principado en el que se informa de la ejecución de una importante obra para Nava y Buspol. Se trata de la esperada, ansiada y necesaria traída de aguas que tiene un presupuesto de muy cerca de 150.000 euros, con un plazo de ejecución de cuatro meses. Y es muy probable que para la inauguración vuelva a haber otra gran fiesta en la nave que se estrena el sábado en Nava. En esta comarca de Salas se han sabido adaptar perfectamente a la reconversión campesina. Y están teniendo éxito. Pero a base a trabajar mucho.