Los empresarios turísticos esperan remontar la campaña a partir de mayo «Ah, pero ¿se abrió la temporada del salmón?». La pregunta irónica del hostelero Marcos Torres, propietario de Casa Grana en Cornellana (Salas), no puede ser más elocuente. El inicio de la temporada de pesca sin muerte el pasado 21 de marzo no ha tenido prácticamente repercusión económica para los bares y restaurantes de la localidad. En plena Semana Santa, los turistas no se han dejado ver por Cornellana y en el río Narcea, apenas hay cañas. Los hosteleros coinc
iden en que «a los pescadores esta nueva modalidad no les convence y no vienen».
Descafeinada. Este es, según Ana Menéndez, propietaria del bar y la confitería Casino, el adjetivo que mejor define el peculiar inicio de la temporada salmonera de este año, tras la entrada en vigor de la nueva normativa de la Consejería de Medio Ambiente para preservar la presencia salmonera en los ríos asturianos. «Hasta el 1 de mayo que los pescadores puedan pescar el
salmón y llevárselo a su casa, no habrá movimiento».
En sus cuatro décadas al frente del negocio, Ana Menéndez no recuerda un año tan malo
de ventas como éste. «A los pescadores hay que sumar toda la gente que venía como espectadora, ahora todos están en sus casas», concluye.
Jorge Fernández, encargado del hotel La Fuente, asegura que desde que comenzó la temporada no ha tenido ni una sola reserva en su establecimiento de pescadores. «Hasta el 1 de mayo me temo que la situación no mejorará. Está todo parado», explica Fernández. El joven confía en recuperar el tiempo perdido y que con el reclamo del «campanu» su negocio se llene el primer fin de semana de mayo.
Para Marcos Torres de Casa Grana, la nueva normativa es un «engañabobos». El hostelero confirma que «los pescadores de aquí están muy desilusionados y los de afuera no vienen porque no van a gastarse el dinero para nada. Han querido vendernos una apertura de temporada que es pura fantasía».
A falta de pescadores, los establecimientos de Cornellana sobreviven gracias a los peregrinos. «La mayoría de clientes de afuera son gente que está haciendo el camino de Santiago. El domingo tuve algún pescador a comer pero se cuentan con los dedos de la mano. Los pescadores más veteranos dicen que esto se acaba», comenta Toñi Rubio del mesón Dany.
Juan José Pico, propietario del restaurante Casa Ricardo se muestra más optimista. «Hay que proteger el río, sino esto será pan para hoy y hambre para mañana. Tenemos que pensar en el futuro».
«El inicio de la temporada ha sido totalmente descafeinado»
Ana Menéndez
Hostelera
«Ningún pescador ha reservado una habitación en el hotel todavía»
Jorge Fernández
Gerente de un hotel
«Han querido vendernos una normativa que es pura fantasía»
Marcos Torres
Hostelero
«Si no se controla la pesca, esto será pan para hoy y hambre para mañana»
Juan José Pico
Hostelero
«Los pescadores más veteranos dicen que esto se acaba, vivimos de los peregrinos»
Toñi Rubio
Hostelera
http://www.lne.es/occidente/2010/03/30/cornellana-caja-salmon/893889.html