LA NUEVA ESPAÑA 25-05-12 «Cuando llegué al IES de Salas no había disciplina, vi hasta grafitis de excrementos»
«Echaré de menos el centro toda mi vida, en la actualidad es un referente con importantes reconocimientos»
ÁNGEL DE LA FUENTE MARTÍNEZ Director del instituto de Salas durante 13 añosSalas, Lorena VALDÉS
Tras trece años como director del Instituto Arzobispo Valdés-Salas, repartidos en dos etapas de 1994 a 2000 y desde 2005 hasta la actualidad, Ángel de la Fuente Martínez dejará el cargo el próximo 30 de junio para incorporarse como profesor de historia y geografía el próximo curso en el instituto Aramo de Oviedo. De la Fuente considera que es el momento de «cerrar un ciclo y dar paso a un nuevo equipo con ideas renovadas». Atrás deja un centro que «gracias al trabajo de todos ha conseguido atajar sus graves deficiencias, tanto de disciplina como de instalaciones, y convertiste en un instituto de primera con importantes reconocimientos».
-¿Cómo fue su primer día en IES de Salas?
-La primera vez que vine al centro en septiembre de 1993 me perdí por los pasillos y no era capaz de encontrar la zona de administración. Por fin di con ella y me atendió una señora que me preguntó todos los detalles de mi vida, sólo le faltó interesarse por la talla de ropa interior que usaba. Yo venía del instituto de Vegadeo donde fui director con sólo 29 años.
-Al curso siguiente ya asumió la dirección.
-Fui el único profesor que presenté proyecto y salí elegido por unanimidad. Nada más asumir el cargo hubo que hacer una revolución de arriba a abajo al centro. Las instalaciones eran precarias, no había más que media docena de ordenadores en total y existía un gran problema de disciplina. Los alumnos no respetaban las instalaciones, yo llegué a ver grafitis en los baños hechos con excrementos humanos.
-¿Cómo atajó estas deficiencias?
-Por un lado, conseguimos el apoyo económico de instituciones que nos permitieron hacer grandes inversiones. En 1996 se gastaron 19 millones de las antiguas pesetas en adaptar el edificio para la LOGSE. Asimismo, el alumnado se fue implicando en los proyectos del instituto.
-A pesar de los logros, en 2000 deja Salas y asume la dirección del instituto Monte Naranco.
-Recibí una llamada de la inspectora para proponerme el cargo y tuve que aceptar. Estuve como director en ese centro hasta 2004 cuando sufrí un golpe de estado.
-¿Un golpe de estado?
-Sí, porque quien me sucedió en la dirección manifestó públicamente: «Voy a hacer todo lo posible para que no sigas al frente de este instituto». Y lo consiguió, pues uno de los representantes que nombró la administración para valorar mi proyecto reconoció en la comisión que me daba la mínima puntuación para que no saliese director. Ante algo tan grave la administración hizo oídos sordos.
-Tras el mal trago vuelve a Salas.
-Aquí tenía mi plaza. Tras un curso como jefe de departamento en 2005 vuelvo a asumir la dirección hasta hoy. Esta última etapa ha sido la de los reconocimientos al centro que se ha convertido en un referente y eso me llena de satisfacción pero creo que ha llegado el momento de cerrar un ciclo y dar paso a un nuevo equipo que aporte sus ideas. De momento, la plaza está vacante.
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