20 abril, 2012

LA NUEVA ESPAÑA 20-04-12 Madera de carpinteros

Daniel Fernández (con funda) y Margarita Llorente (a la derecha), junto a los profesores Carlos García (de bata) y Eugenio Iglesias y los alumnos Juan José Flórez y Víctor Moreno (asomado a la ventana de la casita de madera). l. valdés

Los alumnos del ciclo del mueble de Salas equipan la cafetería del Instituto y construyen casas de juegos para colegios

Salas, Lorena VALDÉS
«De momento no tienen goteras... ¡y mira que llueve!». Los alumnos del ciclo formativo de fabricación e instalación a medida de carpintería y mueble, que se imparte en el Instituto Arzobispo Valdés-Salas, han dejado listas las dos casas de madera, diseñadas por ellos mismos para el patio de los colegios de Cornellana y La Espina, antes de comenzar sus prácticas en empresas del sector de la zona.
Además de las «casinas», como ellos las llaman, los futuros carpinteros también han fabricado el nuevo mobiliario de la cafetería del centro. Unas mesas y bancos que sus compañeros ya han estrenado de buena gana. «Estos bancos no se rompen, damos fe de ello», afirma un grupo de alumnos mientras disfruta de ellos en el recreo.
«Luego no pongas la excusa de que no tenéis dónde vivir para casaros, ¡que una casa ya la sabes construir!», bromea el director del instituto salense, Ángel de la Fuente, con el alumno Daniel Fernández, mientras abren las coloridas ventanas y las puertas de las casas de madera. «Ya están listas, sólo falta darles una capa de barniz por afuera», explica el joven, quien, junto a sus compañeros de ciclo, dedicó los últimos cuatro meses del curso a la construcción de las «casinas» y del mobiliario de la cafetería.
«Estamos ultimando una mesa que tiene un diseño muy espectacular, va a llamar mucho la atención», adelanta la profesora Margarita Llorente, muy satisfecha con la obra de sus alumnos.
A la espera de que los jóvenes matriculados este año en el ciclo tengan la misma suerte que las promociones anteriores, cuyo índice de inserción laboral fue del orden del 90%, gracias a la diversificación de las salidas, el Instituto abrirá el plazo de matrícula para el próximo curso en junio. «A ver si se matricula alguna chica, hacen falta más mujeres en este gremio», animan los profesores del ciclo, que tiene una duración de dos cursos académicos, con un total de 2.000 horas lectivas, de las cuales 360 se realizan en centros de trabajo.
Para las clases de este plan de formación, el centro dispone de un aula de 40 metros cuadrados, un taller de madera de más de 200 metros cuadrados y una cabina de lacado. En el Instituto de Salas todos quieren tocar madera, pero de la de fabricación propia, para que la suerte no cambie y los carpinteros tengan, a pesar de la crisis, prácticamente su futuro asegurado.

http://www.lne.es/occidente/2012/04/20/madera-carpinteros/1230356.html