EL COMERCIO 28-04-08 Restaurada por iniciativa popular la iglesia de San Juan Bautista, en Malleza
R. O.
El colectivo vecinal del pueblo de Malleza, perteneciente al concejo de Salas, decidió recientemente iniciar la restauración de la fachada de la iglesia parroquial dedicada a San Juan Bautista.
A iniciativa de Paulino Lorences, alcalde pedaneo en funciones, se reunió a los albañiles de la aldea para que de manera altruista pintasen el templo, cuya fachada se ha ido deteriorando con el paso del tiempo.
Además, durante este año está previsto la celebración de las bodas religiosas de tres jóvenes naturales del lugar. Para poder acondicionar el santuario a tiempo, los padres de estas jóvenes se han comprometido a costear de su bolsillo el importe de la pintura necesaria para la restauración.
Colecta
Aprovechando el entusiasmo y dinamismo vecinal mostrado ante tal iniciativa, se está realizando una colecta en la parroquia para poder afrontar unas pequeñas obras dentro del edificio, así como la construcción de una escalera que permita acceder al reloj de la iglesia.
Se trata, ésta última, de una pieza de gran valor para los vecinos de la localidad, al tratarse de un joya de la mecánica, regalo de los indianos del pueblo en el año 1920. El reloj hace sonar las horas y las medias horas desde principios del siglo pasado de manera ininterrumpida hasta el momento.
Dentro de las obras de mejora, los vecinos pretenden también poder restaurar la ventana de la torre de la iglesia, y aislar así de posibles temporales el piso que alberga al preciado reloj.
El colectivo vecinal del pueblo de Malleza, perteneciente al concejo de Salas, decidió recientemente iniciar la restauración de la fachada de la iglesia parroquial dedicada a San Juan Bautista.
A iniciativa de Paulino Lorences, alcalde pedaneo en funciones, se reunió a los albañiles de la aldea para que de manera altruista pintasen el templo, cuya fachada se ha ido deteriorando con el paso del tiempo.
Además, durante este año está previsto la celebración de las bodas religiosas de tres jóvenes naturales del lugar. Para poder acondicionar el santuario a tiempo, los padres de estas jóvenes se han comprometido a costear de su bolsillo el importe de la pintura necesaria para la restauración.
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Aprovechando el entusiasmo y dinamismo vecinal mostrado ante tal iniciativa, se está realizando una colecta en la parroquia para poder afrontar unas pequeñas obras dentro del edificio, así como la construcción de una escalera que permita acceder al reloj de la iglesia.
Se trata, ésta última, de una pieza de gran valor para los vecinos de la localidad, al tratarse de un joya de la mecánica, regalo de los indianos del pueblo en el año 1920. El reloj hace sonar las horas y las medias horas desde principios del siglo pasado de manera ininterrumpida hasta el momento.
Dentro de las obras de mejora, los vecinos pretenden también poder restaurar la ventana de la torre de la iglesia, y aislar así de posibles temporales el piso que alberga al preciado reloj.