19 noviembre, 2010

LA NUEVA ESPAÑA 19-11-10 Inexistencia







LUIS ARIAS ARGÜELLES-MERES
El Gobierno asturiano se atreve a declarar, con la boca pequeña, la necesidad de que no haya retrasos ni en el trazado ferroviario del AVE, ni tampoco en la autovía del Cantábrico. La autovía de la Espina no es reivindicada, se diría que ya no existe. Los que dicen representarnos no hacen más que avalar semejante condena, pues hay silencios clamorosos que nunca tendrán compensación si, pasado el tiempo, se reacciona para salvar los muebles, con mucha cautela, como no queriendo molestar. Por estos lares, no es que se vaya despacio, es que no se camina. Y, en cuanto a la supresión de la segunda calzada entre Salas y la Espina, lo peor de todo son las medias verdades. De haberse llevado a cabo las obras según los plazos establecidos, la autovía hubiera estado concluida antes de las crisis y sus recortes. Pregúntese el lector cómo se administraron esos silencios cuando los retrasos eran clamorosos sin justificación posible más allá de los argayos que no fueron una exclusividad de esta obra.

http://www.lne.es/occidente/2010/11/19/inexistencia/996441.html