Anabel Molleda y Javier Pérez, estudiantes salenses, analizan la economía en sus trabajos para un concurso del Parlamento europeo
Fe Ania, Anabel Molleda y Javier Pérez, ayer en el instituto de Salas. lorena valdés
Salas, Lorena VALDÉS
Contentos y muy ilusionados. Así se sienten los alumnos del instituto Arzobispo Valdés-Salas Anabel Molleda y Javier Pérez tras superar la primera selección del concurso Modelo de Parlamento europeo dirigido a estudiantes de 1.º de Bachillerato y de 1.º de Ciclos Formativos de Grado Medio, con el objetivo de fomentar la conciencia de identidad europea. Sus trabajos sobre la crisis económica y la dependencia energética de la Unión Europa les han servido de pasaporte para colarse, junto a otros dos estudiantes asturianos, en la sesión autonómica que se celebrará en Valladolid del 9 al 11 de diciembre.
Con fama de estudiantes aplicados, Anabel Molleda y Javier Pérez, que cursan 1.º de Bachillerarato de Ciencias Sociales, se preparan a fondo para convertirse en los mejores «parlamentarios». Su profesora de economía Fe Ania confía en sus posibilidades y está convencida de que «uno de los dos trabajos participará en la sesión nacional». Y de ahí a Estrasburgo, la última fase del concurso donde se verán las caras los estudiantes seleccionados de todos los países de la Unión Europea para el debate final.
En su trabajo, Javier Pérez aborda la crisis financiera y los problemas a los que se enfrentan las familias para cuadrar las cuentas domésticas. El joven también da algunas pautas sobre como superar esta coyuntura económica. «Hace falta que los ciudadanos tengan confianza y que el Gobierno acierte en las decisiones que tome. El principal problema es que la crisis en España se detectó tarde y la gente vivía muy por encima de sus posibilidades».
Su compañera de clase Anabel Molleda prefirió estudiar la dependencia energética de la Unión Europea y en particular de España. «Nuestro país vive una situación crítica; por ello es clave el desarrollo de las energías renovables. Salas es un ejemplo con sus parques eólicos».
Con las ideas muy claras, estos estudiantes coinciden en que «tenemos claro que estudiaremos Económicas». De momento, siguen al detalle toda la información económica a través de los medios de comunicación. Saben que el nivel será alto pero ellos no están dispuestos a defraudar a sus compañeros. «Están muy ilusionados». Y no es para menos, estos jóvenes, que defienden con desparpajo sus ideas, seguro que dan que hablar.
http://www.lne.es/occidente/2009/12/03/salas-cuentas-estrasburgo/842739.html