18 enero, 2007

LA NUEVA ESPAÑA 18-01-07 Un lingote de historia al mejor postor

Río Narcea Gold Mines subasta por internet la primera pieza que fundió la empresa en 1998, que está tasada en 26.760 euros

Oviedo, María ALONSO
El primer lingote de oro que Río Narcea Gold Mines fundió en Asturias salió ayer a subasta. La empresa asegura que la pieza data de febrero de 1998 y supuso un hecho histórico, ya que fue «el primer lingote después de los romanos». Por ello, por su carácter simbólico, fuentes de Río Narcea matizaron que esperan que la pieza pueda quedar en la región. En este sentido señalaron que están manteniendo contactos con distintas empresas y administraciones públicas para la venta del lingote; pero la compra del oro está abierta a todos los que están dispuestos a pujar por encima de su precio, tasado ayer por la mañana, 26.760 euros.
El lingote pesa dos kilos y la empresa lo ha mantenido hasta ahora bajo su propiedad por motivos sentimentales; pero tras el cierre el que quiera adquirir la pieza puede hacerlo en la dirección de correo electrónico subastaprimerlingote@rngm.es. Los interesados en adquirir el preciado metal deberán enviar su oferta a esta dirección y tendrán que hacerlo en el plazo máximo de quince días. Fecha que se ha marcado la empresa para cerrar la subasta.
El dinero obtenido por la venta será donado por la empresa a los ayuntamientos de Salas y Belmonte, donde se hayan las instalaciones de la mina. El deseo de Río Narcea es que los ayuntamientos empleen el dinero que se saque de la subasta en «asuntos sociales». Con lo que se saque de la venta del lingote la empresa pretende paliar el «daño y las pérdidas» que ha supuesto el cierre de las explotaciones. El que ayer se puso oficialmente a la venta ha sido el primero de los más de 1.000 lingotes que durante estos nueve años han salido de la planta que Río Narcea tiene en Belmonte.
El primero de los lingotes de Río Narcea fue fundido en febrero de 1998, el último apenas tiene un mes. En diciembre la empresa hizo su último lingote antes del cierre efectuado a final de año. El primero tenía unos dos kilos de peso y un aspecto extraño. El último eran casi 38 kilos de material de una pureza superior a los 18 quilates, divididos en tres lingotes, de 15, 18 y 4 kilogramos de peso. Todo lo que dieron de sí los 45 kilos de material, que se encargó de fundir una caldera durante más de 12 horas a 1.200 grados centígrados. Los 7 kilos restantes fueron lodos, escoria.
Frente a los 26.760 euros en los que está tasado el primero de los lingotes fundido están los 144 millones de pesetas que alcanzará en el mercado el último oro asturiano.
Convertir el material extraído de la montaña en un lingote requiere un largo y delicado proceso. El material es molido, para pasar después por dos fases de extracción de cobre. Después, se usa cianuro para disolver el oro, se absorbe sobre carbono activo y se vuelve a recuperar del carbón, para obtener finalmente el oro líquido. Es entonces cuando, por medio de la electrolisis, se cambia el estado líquido del elemento por el sólido y por fin se coloca en la caldera para proceder a su fusión final. Tras doce horas de cocción se procede finalmente a la colada.