22 junio, 2010

LA NUEVA ESPAÑA 22-06-10 La reparación del argayo de Villazón se complica y prolonga el cierre de la carretera

La ladera sigue cayendo y Fomento deja sin fecha la apertura de la vía entre Salas y Cornellana, prevista para esta semana


Unos operarios, ayer, colocando las señales de la ruta alternativa a la salida de Salas.
Unos operarios, ayer, colocando las señales de la ruta alternativa a la salida de Salas. lorena valdés
Villazón (Salas), Lorena VALDÉS
Los planes del Ministerio de Fomento de reabrir parcialmente esta semana el tramo cortado de la carretera N-634 entre Salas y Cornellana a la altura de Villazón desde el pasado jueves se complican. El delegado del Gobierno, Antonio Trevín, visitó ayer junto al alcalde de Salas, José Manuel Menéndez, el teniente de alcalde, Alberto Díez de Tejada, y varios técnicos el argayo que provocó un desplazamiento del trazado y dejó intransitable un tramo de unos 100 metros de longitud. Trevín comprobó que la situación ha empeorado considerablemente en los últimos días y que la ladera sigue derrumbándose, tal como denuncian los vecinos afectados.
Tras el encuentro, el teniente de alcalde, Alberto Díez de Tejada, afirma que «habrá que tener paciencia. De momento, se están barajando varias alternativas, pero no se tomará ninguna decisión hasta encontrar la opción que garantice la seguridad de los ciudadanos y de las personas que realicen los trabajos en la zona». Díez de Tejada lamenta el perjuicio que este corte supone, sobre todo, para los camiones de más de 18 toneladas que no pueden acceder a Salas por la AS-15, a través de Soto de los Infantes, como hacen el resto de vehículos, y tienen que hacerlo a través de Tineo, lo que supone un rodeo de unos 70 kilómetros en cada trayecto.
A la espera de conocer la actuación que llevará a cabo Fomento, operarios de Carreteras reforzaban ayer la señalización en la ruta alternativa, que se realiza por carreteras estrechas y sinuosas y supone media hora más de trayecto en automóvil. Por ello son muchos los salenses que en estos días han recurrido a caminos y carreteras locales para evitar el obstáculo de Villazón.
El pesimismo se apodera ya de los vecinos. «¡Tanto pedir la autovía, y ahora, mira que peaje tenemos que pagar en la carretera de toda la vida, ¡vaya ruina!», lamentaban ayer algunos de los vecinos afectados. Todos coinciden en que «habrá que armarse de paciencia».

http://www.lne.es/asturias/2010/06/22/reparacion-argayo-villazon-complica-prolonga-cierre-carretera/932481.html

LA NUEVA ESPAÑA 22-06-10 En Malleza todo el mundo es un héroe

La Asociación de Vecinos «Los Texus» monta un pedestal en la plaza del pueblo salense para que los visitantes se suban y se fotografíen







Un turista madrileño, ayer, en el pedestal de Malleza.
Un turista madrileño, ayer, en el pedestal de Malleza. lorena valdés
Malleza (Salas), L. VALDÉS
En Malleza (Salas) todo el mundo puede sentirse héroe por un día. La asociación de vecinos «Los Texus» acaba de inaugurar en la plaza Conde de Casares de este núcleo rural un monumento dedicado al héroe anónimo. Para sentirse como tal, basta perder la vergüenza de convertirse en protagonista y subirse al pedestal de piedra rematado en mármol y presidido por las banderas del Principado de Asturias y de España. Una vez arriba, sólo resta disfrutar del momento y hacerse la foto de rigor para el recuerdo. Los promotores esperan que «esta iniciativa, de coste prácticamente cero, sirva para promocionar la localidad y contar con nuevos visitantes».
Paulino Lorences, presidente del colectivo y alcalde pedáneo de Malleza, recuerda como nació esta singular idea. «En invierno, durante una de las nevadas nos quedamos incomunicados en el pueblo, incluso para que les llegase el pan a algunos vecinos, los más jóvenes no dudaron en colocarse los esquís y acercárselo. Una noche, mientras charlábamos todos estuvimos de acuerdo en que éramos unos héroes por vivir en estas difíciles condiciones en el medio rural. A partir de ahí, nos pusimos a trabajar en la idea porque todos alguna vez a lo largo de nuestra vida hemos sido héroes para alguien, aunque en ocasiones ni lo sepamos», explica.
Lorences, a su vez hostelero, lamenta que desde hace tres años no existen trípticos promocionales de Malleza. «Se terminaron y no se han editado más, así que no nos queda más remedio que recurrir al ingenio para recordar que Malleza existe», manifiesta.
Con o sin publicidad, lo cierto es que el núcleo salense es parada obligada de muchos turistas. Y algunos de ellos ya son héroes oficialmente. «A la mayoría les sorprende mucho el monumento, pero son pocos los que se resisten a subirse, a la gente de aquí le cuesta más, les da apuro», afirma el hostelero. A buen seguro este miércoles, día en el que se celebrará la tradicional cena de hermandad de los vecinos, más de uno mallecín debute sobre el pedestal.
El principal motor turístico de Malleza, que tiene unos 75 habitantes, han sido siempre sus impresionantes y bien conservadas casonas de indianos y sus atractivos gastronómicos, a partir de ahora sus vecinos esperan que su pueblo sea conocido también por un lugar donde las hazañas, pequeñas o grandes, anónimas o públicas, pasan a la historia.

http://www.lne.es/occidente/2010/06/22/malleza-mundo-heroe/932465.html

LA NUEVA ESPAÑA 22-06-10 El final de la espalda

El lugar que ocupa el occidente asturiano


CELSA DÍAZ ALONSO A poco que recordemos los numerosos ejemplos de nuestro lenguaje, ese destilado de una forma de pensar, tendremos constancia del desairado papel de la espalda respecto al frente. Si continuamos bajando y llegamos al final de la espalda, encontramos el lugar donde todo va mal, donde se castiga: lo olvidado, el vertedero.

No creo que existan ombligos del mundo, sino una infinidad de finales de espalda que, como los humanos, pueden ser ricos o pobres, vestiditos de marca, de trapillo o al aire, limpios y sanos, desatendidos y enfermos.
Si en la sección digital de este periódico alguien se quejaba del poco espacio y la poca importancia que las catastróficas inundaciones de Asturias habían merecido a los medios de comunicación nacionales, ¿qué final de espalda es entonces el occidente de Asturias? Me lo pregunto a partir de un caso que, por cercano, conozco bien. La carretera nacional 634 entre Salas y Cornellana llevaba cinco meses funcionando con un solo carril a la altura de Villazón, sin que se recibiera ninguna explicación ni se percibiera ninguna intención de arreglo, sin que ninguna autoridad local -obediente, sumisa- levantara la voz. Y ahora se ha caído enterita. Una grieta más que desgaja esta balsa de piedra del Occidente (gracias, Saramago) y que parece importar muy poco, que apenas ha ocupado sitio en la información y en la atención de nuestros prebostes.
Repito que la carretera hoy inexistente estuvo al menos cinco meses con un carril hundido y la magnífica solución de un semáforo dando paso alternativo. Aquellos veinte minutos para llegar a Oviedo, que cual Nostradamus profetizaba el alcalde de Salas, eran exactamente lo que duraba el viaje a Cornellana si queríamos solazarnos con la Casa del Río, situada a once kilómetros. ¿A qué esperaban para solucionarlo? ¿Esperaban, en vista del silencio y la resignación, aguantar en estas condiciones hasta el lejano día de la finalización de la autovía?
Quizás era esto, porque ustedes fantasearon sus juveniles sueños de autoridad mientras leían esa cursilada de «Juan Salvador Gaviota», y en esta Asturias de piruetas aéreas (Laborales, Calatravas, AVES, hospitalones, autopistas), en la que hasta si el ayuntamiento más paupérrimo hace una caseta para el perro tiene que ser el pasmo de las naciones, no hay tiempo ni ganas para el vuelo gallináceo de una carretera nacional (que me disculpen mis aves). Dígannoslo, díganselo a los habitantes de El Bao, de Riberas, a los enfermos del Hospital de Arriondas...
Ya sé que pensarán que somos desagradecidos con sus desvelos (de maquinaciones internas y externas, simpatías y tirrias personales) y sus sacrificios (que deben de ser inhumanos, viendo cómo afloran las puñaladas y las mezquindades a la hora de repartir carguillos). ¡Qué malos ciudadanos, no comprendiendo que fueron circunstancias imprevisibles y excepcionales!
Les diré que a la mañana siguiente todo el mundo llegó a su trabajo. Después de mil peripecias buscando la ruta más adecuada (de momento, aún existe la libertad de residencia), estaban en su puesto todos los que ahora están pagando esta crisis provocada por los perversos especuladores con los que ustedes hace dos días compartían mesa y mantel, puros de importación, prebendas, palmadas en la espalda e intrigas. No, no somos malos ciudadanos, somos mansos hasta lo lanar, pero no nos pidan que les riamos las gracias.

http://www.lne.es/opinion/2010/06/22/final-espalda/932591.html