LA NUEVA ESPAÑA 02-08-08 La Virgen del Viso une a Salas
Cientos de vecinos y allegados participan en la tradicional romería
V. DÍAZ PEÑAS Santuario del Viso (Salas)
Como cada 15 de agosto, la Virgen del Viso volvió a ser el punto de unión de cientos de vecinos y allegados del concejo de Salas. Ayer se celebró la tradicional romería, seguida de una comida campestre, en la que participaron gran parte de la población del concejo. Si bien el tiempo acompañó y la Virgen hizo para que aguantara sin llover, la afluencia a la cita mariana en este año menguó respecto a otros años.
Desde primeras horas de la mañana los romeros acudieron, como manda la tradición, a celebrar el día de la Virgen al Santuario del Viso. Unos llegaron en coche, otros lo hicieron en bicicleta, y la gran mayoría lo hizo a pie, subiendo por una empinado camino marcado con cruces. Una especie de peregrinación que año tras año realizan cientos de vecinos y devotos como muestra del amor y la devoción que sienten por la Virgen del Viso.
Sobre las doce del medio día y con el sol brillando en el cielo comenzó la procesión. La virgen, acompañada por una banda de gaiteros y seguida por centenares de fieles recorrieron el camino entre el Santuario y el área recreativa, un momento que todos los asistentes quisieron guardar en sus cámaras fotográficas. Los fieles rindieron tributo a la Virgen y tras los rezos la devolvieron hasta el Santuario.
En la explanada anexa al templo y después de que los devotos llevaran a hombros a la Virgen, tuvo lugar la homilía. Los asistentes también mostraron su interés por acercarse a la del Viso, mientras otros aprovechaban la sombra que proporcionaban los árboles para resguardarse del sol. La misa estuvo cantada y fue acompañada por la música de las gaitas.
Tras el rito religioso llegó el momento de la reunión de las familias. Cientos de ellas se congregaron en las proximidades del santuario para celebrar un día de fiesta y de encuentro. Así en las mesas las largas agrupaciones familiares disfrutaron de viandas como empanadas y tortillas regadas por sidras y vinos. Toda una celebración con la que agasajar a aquellos que retornaron, una vez más, a su pueblo natal para celebrar la fiesta de la Virgen del Viso.
La sobremesa ni que decir tiene que se prolongó durante toda la tarde. Y más teniendo en cuenta que las nubes se disiparon y la previsión de lluvia se tornó en un espléndido día soleado. Al menos, en la mayor parte del día.