21 septiembre, 2009

LA NUEVA ESPAÑA 20-09-09 La braña pide las cuentas del viento


Los vecinos de la zona vaqueira reclaman a ayuntamientos y empresas inversiones para compensar el impacto de los eólicos
Allande, Tineo y Valdés suman en total nueve de los cuarenta parques eólicos adjudicados la semana pasada por la Consejería de Industria. Brañas tinetenses como Bustellán o Cezures poseen una dilatada experiencia al respecto después de ocho años de convivencia con aerogeneradores. Sus vecinos, autoproclamados víctimas de la energía limpia, afirman sufrir contaminación acústica y otro tipo de perturbaciones a cambio de nada. Otros pueblos, como es el caso de Muriellos, sito en la sierra allandesa del Carondio, afrontan con desconocimiento y resignación la revolución energética que ha llegado impulsada por el viento.
El paisaje protegido de la sierra Carondio y Valledor se encuentra en la zona occidental de Allande. En sus estribaciones y valles, pueblos como Bustantigo, El Rebollo, Penouta o Muriellos viven inmersos en un profundo proceso de envejecimiento y pagando aún las consecuencias de las repoblaciones forestales de la posguerra. El alto de la Marta actúa como umbral y parece ser el limbo entre el pasado y el presente.
En Muriellos, un pequeño núcleo donde viven tan sólo cuatro personas con una edad media de 76 años, la energía eólica es aún una gran desconocida a pesar de que en sus estribaciones será instalado uno de los nuevos parques. «Aún no nos avisó nadie, todo lo que sabemos es a través de rumores», comenta José Zardaín mientras trabaja en su huerto. Zardaín advierte de que el monte Carondio pertenece a Muriellos y a Bendón. Nadie les ha rendido cuentas aún, dice. «Es un monte vecinal, e incluso tenemos las escrituras. Durante la posguerra el régimen de Franco nos lo arrebató», recuerda. Los vecinos de Muriellos, a cuyas casas llegó la luz en 1986, consideran que «el dinero generado por los eólicos tendrá que ser reinvertido en los pueblos».
En la otra cara de la moneda se encuentran Bustellán y Cezures, dos brañas vaqueiras localizadas en el concejo de Tineo y que conviven desde hace ocho años con un parque eólico. «No recibimos nada de dinero y tenemos que convivir con el ruido de los molinos. Nos deberían de compensar», describe el ganadero Iván Blanco, que relaciona la presencia de las torres con un incremento de la caída de rayos en el pueblo y con las constantes averías electrónicas en su cuadra. Blanco, al igual que otros vecinos, apoya a este tipo de energía pero considera que los parques deberían estar más lejos de los núcleos habitados.
Cezures está flanqueado por parques eólicos. El de Bustellán es el más cercano a sus casas. Su vecino José Redruello señala como principales problemas el ruido de los molinos y la proliferación de líneas de evacuación. «Al no ser dueños de nada no estamos recibiendo ningún dinero a cambio. Ya que pagamos las consecuencias de la energía eólica sus beneficios deberían ser repartidos al 50% entre los afectados y el Ayuntamiento», subraya.
Más al Norte, en Las Gallinas (Salas), los vecinos luchan para que sea reconocido como «vecinal en mano común» un terreno en el que han sido ubicados tres aerogeneradores y de este modo poder ser partícipes de los beneficios al igual que sucede en brañas como Buscabrero, Vegacebrión, Curiscado o Faedo. «Hace años, se instaló el gasoducto y se nos fue abonado un dinero. Ahora el Ayuntamiento se lo está llevando todo», comenta Miguel Garrido. «Están tratado de potenciar el turismo en la Comarca Vaqueira y mientras tanto se está perjudicando el paisaje», matiza Garrido. Y añade: «Es imparable pero, al menos, los beneficios deben de revertir en el mundo rural».
Entre Valdés, Cudillero y Salas, 47 propietarios luchan también por cobrar los beneficios generados por la energía limpia en el monte de Busfrío y Lindepín. Gonzalo Gayo, presidente de la asociación cultural de los vaqueiros de alzada, tilda a los eólicos como «industrias colocadas en paisajes protegidos». Y resume: «Empresas eólicas y ayuntamientos deberían invertir en mejorar las brañas».

http://www.lne.es/asturias/2009/09/20/brana-pide-cuentas-viento/810533.html