25 abril, 2007

LA NUEVA ESPAÑA 25-04-07 Jacinto gacetillero


CELSA DÍAZ ALONSO

Llevaba unos días notando el gallinero alterado. Las gallinas discutían acaloradamente, así que pensé que se trataba de la inminente llegada de la primavera. Pero hete aquí que no se trataba de problemas climáticos, sino de las próximas elecciones para «gallito de La Quintana», que se van a celebrar en mayo en todos los gallineros de la República Independiente de Paraxes. Los comicios no serían tranquilos en ningún caso (las gallinas ya se sabe cómo son), pero, además, el gallo Jacinto es desde hace unos meses el articulista más metomentodo del periódico de mayor tirada en estos andarriales. Hasta lechugas y ajos, que están espolletando, lo leen asiduamente, ya que aún tratando más de asuntos gallináceos, tiene secciones de huerta y jardín.
Por supuesto, los escritos de Jacinto son muy comentados, y las gallinas están divididas en dos bandos, defensoras y detractoras, sin posible reconciliación. Según las primeras, Jacinto es el mejor plumilla que ha habido en la historia del periodismo avícola, y pone las cosas en su sitio. Para las segundas, esta defensa sólo se basa en los buenos momentos que les hizo pasar en otros tiempos y en que los parciales artículos del gallito defienden a ultranza al gallo que actualmente ostenta el título y que, para qué negarlo, está de muy buen ver. Dicen que es un pelota consumado e incluso un rastrero, ya que si hasta ahora defendió con uñas y dientes la gestión del mandatario actual con argumentos más bien zafios, al temer que pueda haber un cambio en estas elecciones, no se le sonroja la cresta al ponderar también al segundo gallito en la lista de posibilidades.
Y es que -cacarean a la vez todas las gallinas, interrumpiéndose unas a otras- «el pelma de Jacinto ya ha comentado entre sus íntimos que se le debería nombrar cronista oficial de Paraxes. Conseguiría así ciertas prebendas y un reconocimiento social entre aves y hortalizas, al que aspira desde que empezó a hacer el ridículo con sus vergonzantes artículos».
Me comentan, además, que cada vez tiene menos seguidores, ya que incluso muchos de sus iniciales admiradores están cansados de la retórica de caleya de la falta total de elegancia que va predominando en sus escritos.
Gallinas y hortalizas admiten que al principio se admiraban de lo prolífico de su intelecto, que todos los días encuentra sobre qué ejercitar su florida pluma. Pero han descubierto su secreto, y es que Jacinto, que todo lo revuelve, encontró en la panera un montón de viejos periódicos, que «estimulan su imaginación» con los artículos que en ellos encuentra y que copia casi literalmente, cambiando la geografía, las autoridades loadas y el despectivo «rojos» por «ecologistas».
Lo peor de todo este asunto es que, con tanto ajetreo, las gallinas apenas ponen huevo, y creo que estoy siendo demasiado blanda con ellas.
Las tengo muy consentidas.
Celsa Díaz Alonso es pintora salense.

Nota de Amisalas:
Entendemos que Celsa Díaz no apunta muy lejos de nuestro concejo cuando se refiere a Paraxes. También creemos saber, como la mayoría de los lectores, a quien se refiere con el nombre de Jacinto. A buen entendedor...