24 enero, 2006

LA NUEVA ESPAÑA 24-01-06 Lexatín y Navidades


CELSA DÍAZ ALONSO
En la huerta se han pasado unas Navidades bastante tristonas, no por la falta de especies vegetales, puesto que los semilleros están a rebosar, sino porque las berzas, que eran las más animadas otros años, cayeron en una depresión de la que van saliendo poco a poco gracias a mis desvelos y cuidados.
Todo surgió a raíz de su pasión por las nuevas tecnologías, que las llevó a aficionarse a la lectura de la prensa diaria a través de internet. El 5 de diciembre de 2005 quedará marcado como un día fatídico en sus vidas. Esa mañana se detuvieron en las declaraciones realizadas por el primer edil del concejo de Salas reproducidas por un diario regional. Desde entonces no levantan cabeza.
Ellas, preocupadas toda su vida por la situación medioambiental de su huerta y alrededores (menudas lecciones me dan sobre agricultura ecológica), considerándose ecologistas de toda la vida, vieron cómo desde las esferas políticas se las insultaba y se las tachaba de catastrofistas e ignorantes. Ellas, que creían que lola falta de saneamiento, la clausura de puntos limpios, la deficiente recogida de basuras, la proliferación de minas y canteras, las balsas de residuos contaminantes, las subestaciones eléctricas en medio de brañas vaqueiras, la indiferencia ante s múltiples basureros piratas denunciados, la suciedad de los ríos, etcétera, se debían a imponderables difíciles de definir, resultaban ser el fruto de la desidia y la inoperancia, e incluso podían deberse a otros oscuros motivos. Se sumieron entonces en un estado de apatía del que no lograban sacarlas mis más esmerados argumentos.
«Contentas tendríais que estar -les decía-, alguien cree que sois capaces de influir en la vida pública y en las decisiones políticas, lo que tanto vosotras como yo (y media humanidad) ignorábamos totalmente, no como los pobres ciudadanos de a pie, que aunque chillen y pataleen no les hace caso ni la sota de bastos. Fijaos cómo han progresado las cosas: hace pocos años se cometía todo tipo de tropelías en nombre del progreso sin que nadie pusiese ningún reparo, puesto que no existía ninguna conciencia medioambiental y los responsables se presentaban como prohombres benefactores. Si surgía alguna voz discordante, se acallaba con facilidad a esos "ecologistas de asfalto" desenmascarando su perverso intento de impedir el progreso de las zonas rurales para egoístamente disfrutar sus paseos de fin de semana».
Mientras esto les decía, vi cómo las berzas componían con sus hojas mustias una sonrisa triste y me di cuenta de que con mi intento de animarlas estaba dibujando el panorama actual. Cuando ante el silencio cómplice o ignorante de muchos se malvende, esquilma, destruye y envenena toda una comarca para el beneficio de pocos, de tal modo que han de ser esos ecologistas de fuera -quizá los mismos que crían lobos en el balcón de su casa de la calle Uría, para luego soltarlos en La Espina- quienes denuncien el envenenamiento de nuestros ríos, y la montaña de mentiras con que se encubre la codicia.
Ahora, a las protestas de los ecologistas -quizá los mismos que crían culebras en el cuarto de baño de su casa de la calle Uría, y aunque el Principado no les hace puñetero caso para nada, sí les deja un helicóptero para soltarlas por los campos-, a los señoritos que quieren un Narcea limpio sólo para pegarse un chapuzón en verano, habrá que añadir las de quienes no queremos que nuestras berzas se envenenen.
Esperemos que empiecen a ser suficiente número de protestas para que algunos, como IU, al menos pregunten algo. O quizá la tajada de votos captables aún no sea suficiente para el señor Valledor, que, informado desde hace tiempo de los riesgos ecológicos y de los indicios de actividades ilegales en esta comarca, indudablemente prefirió la seguridad de la poltrona a realizar, aunque fuera, una sola pregunta.
Probablemente lo que ocurre es que nuestros representantes están preferentemente preocupados por la ley antitabaco, que define más su progresismo. ¡Por tan altas cumbres del pensamiento transitan hoy las ideologías!
Nada, no había manera de sacarlas del marasmo y la confusión en que las habían sumido las susodichas declaraciones, así que opté por un tratamiento de choque a base de antidepresivos y raciones extra de vitaminas. Tardan en recuperar, pero poco a poco van levantando las hojas.

LA NUEVA ESPAÑA 24-01-06 El Supremo confirma la condena de 20 años al asesino de una joven en Mallecina (Salas)

Antonio D. F. L. acuchilló hasta diez veces a Rocío Pereira, con quien salió 4 años, «aumentando de forma muy considerable su dolor», según el fallo
Oviedo, Idoya RONZÓN

El Tribunal Supremo ha confirmado íntegramente la condena de veinte años de prisión impuesta por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) al asesino de la joven Rocío Pereira Arrojo, de 21 años, apuñalada el 18 de septiembre de 2003 por el que había sido su compañero sentimental durante cuatro años. El alto tribunal rechazó así todos los argumentos planteados por la defensa del agresor, dando por válidos los esgrimidos por la acusación particular, representada por el abogado José Carlos Botas en nombre de la familia de la víctima. Antonio D. F. L., que doblaba en edad a Rocío, fue condenado por un delito de asesinato con ensañamiento, con la atenuante de trastorno mental.
El hombre había iniciado la relación con Rocío Pereira Arrojo cuatro años antes del crimen, cuando la joven era menor de edad -tenía 17 años-. La pareja no había llegado a convivir, ya que Antonio D. F. L. «era una persona violenta» e incluso «le había pegado en algunas ocasiones, concretamente un puñetazo a finales del mes de julio de 2003», según refleja la sentencia. También la había amenazado «diciéndole que como la pillara con otro se acordaría de él y que si no era para él no era para nadie».
A pesar de ello, Rocío decidió acabar con la relación, aunque durante un tiempo «le siguió planchando la ropa debido al autoritarismo de él», explica el fallo. Pero el hombre no aceptó nunca la ruptura y «pretendía imponer, incluso por la fuerza, la continuidad de la relación». Así, la seguía continuamente, la llamaba por teléfono y la amenazaba. En definitiva, apostilla la sentencia, trataba de «atemorizarla y presionarla por todos los medios a su alcance». Finalmente, «decidió acabar con la vida de Rocío y, además, haciéndole cuanto más daño pudiese».
El 18 de septiembre de 2003, con la excusa de la ropa planchada, logró citarse con ella, sobre las once de la mañana. En realidad, según la sentencia, «lo que había determinado era acabar con su vida». Ambos se encontraron en la carretera entre Mallecina y Salas, una vía poco frecuentada. Al verse, Antonio D. F. L. comenzó a golpearla con un objeto romo y contundente, ante lo que la joven intentó subirse de nuevo al coche, sin conseguirlo. Presa del pánico, echó a correr por la carretera en dirección a Pravia, hasta que fue alcanzada por el hombre, que la seguía con un cuchillo en la mano, de 15 centímetros de longitud y tres centímetros de anchura de hoja. Rocío recibió una primera cuchillada en la espalda, «quedando anuladas completamente sus posibilidades de defensa», subraya la sentencia. Antonio D. F. L. continuó asestando hasta diez puñaladas «al cuerpo indefenso de Rocío», de las cuales al menos cuatro fueron mortales de necesidad. El fallo asegura que las cuchilladas fueron «de tal contundencia y entidad» que aumentaron «de forma muy considerable el dolor» de la joven.
Tras matarla, Antonio intentó ocultar el cuerpo de Rocío para fugarse, arrastrándolo hasta donde se encontraba el coche de ella, a unos 28 metros de distancia. No obstante, la presencia fortuita de una testigo, M. L. F. C., le hizo cambiar de estrategia y solicitar asistencia médica, por miedo a que la mujer lo hubiera reconocido.
Antonio D. F. L. fue juzgado por un jurado popular y, ya en la sentencia del TSJA, la Sala de lo Civil y lo Penal destacó la «eficaz actuación procesal» del letrado de la acusación particular, «merced a la cual se han acogido prácticamente todas sus peticiones». Además de la pena de prisión, el hombre fue condenado a indemnizar a los padres de la joven en 120.000 euros.

LA NUEVA ESPAÑA 24-01-06 La Comarca Vaqueira recibe una subvención de 150.000 euros del "Leader"

La Espina (Salas),E. P.

El centro de desarrollo de la comarca Valle del Ese-Entrecabos, que gestiona del plan «Leader Plus», concede una subvención de 150.000 euros a la comarca vaqueira. Una aportación que la mancomunidad turística a la que pertenecen los municipios de Allande, Cudillero, Salas, Tineo y Valdés destinará a acciones de promoción.
Este conjunto de medidas, que pondrá en marcha en breve la gerencia de la comarca vaqueira, se presentará hoy al sector empresarial. La mancomunidad turística y el Ceder Valle del Ese-Entrecabos desarrollarán varios proyectos de forma conjunta.
Además, se desarrollará un programa de mejora de la calidad de los establecimientos turísticos a través del programa «El cliente misterioso», financiado por el «Leader Plus» y la Cámara de Comercio. La comarca vaqueira presentará la memoria con las acciones de promoción llevadas a cabo en 2005. El Ceder Valle del Ese-Entrecabos ha convocado también una reunión con responsables del sector agroalimentario de la comarca con el objeto de presentarles los resultados de un estudio, enmarcado en el proyecto «Marca de calidad territorial» para poner en marcha una etiqueta de calidad de los productos de la zona bajo la marca «Comarca vaqueira».