24 diciembre, 2006

LA NUEVA ESPAÑA 24-12-06 El empresario Plácido Arango Arias, «Asturiano del mes» de noviembre


El financiero, de origen asturiano y muy vinculado a la región, presentó el pasado mes por primera vez una muestra de su excepcional colección de pintura en el Museo de Bellas Artes

Plácido Arango, en el Museo de Bellas Artes, ante un bodegón de Antonio Pereda, una de sus últimas adquisiciones y de las obras que más lo han conmovido.

Oviedo
El empresario mexicano de origen asturiano Plácido Arango Arias (Tampico, México, 1931) ha sido distinguido con el título de «Asturiano del mes» de noviembre de LA NUEVA ESPAÑA. Arango Arias, miembro del patronato fundador de la Fundación Príncipe de Asturias, institución que presidió entre los años 1987 y 1995, decidió presentar por primera vez una selección de su magnífica colección de arte de casi trescientas obras en el Museo de Bellas Artes de Asturias, dándole así a los asturianos la oportunidad de apreciar una muestra única de lo mejor de la pintura española. La exposición «Una mirada singular. Pintura española de los siglos XVI al XIX», integrada por veinticinco obras, fue visitada por veinte mil personas, entre ellas el Príncipe de Asturias, don Felipe de Borbón. El propio Plácido Arango Arias explicaba en LA NUEVA ESPAÑA los motivos que le impulsaron a presentar en Asturias una colección que cualquier gran museo español estaría encantado de exhibir. «Accedí porque soy asturiano por origen y por adopción y después porque al director, Emilio Marcos Vallaure, es muy difícil decirle que no», declaraba el empresario a LA NUEVA ESPAÑA.
Plácido Arango Arias es uno de los hijos de Jerónimo Arango Díaz, asturiano de Zorrina (Salas) (*), tierra en la que nació en 1899 y de la que emigró trece años después, primero a Cuba y más tarde a México. «Crecí con la añoranza de Asturias metida en casa. México es mi primera patria y Asturias mi mayor vínculo con la segunda», afirma.
Selecta colección
Arango Arias ha logrado reunir una de las colecciones «más selectas» de las que se conocen en España, en palabras de Alfonso Pérez Sánchez, director honorario del Museo del Prado, historiador y autor de un texto introductorio sobre la exposición que se incluyó en el catálogo editado por el Museo de Bellas Artes. Pérez Sánchez, que asistió a la inauguración en Oviedo, no dudó en calificar el acontecimiento como «un hito» en la historia del museo asturiano. El historiador, buen conocedor de la Colección Arango, considera que es una de las que permite «un itinerario por la historia de la pintura española al completo, con muy pocas lagunas».
Por otra parte, Arango ha sido siempre un coleccionista generoso y nunca ha dudado en prestar obras para su exhibición en exposiciones que tuvieran el sello de la seriedad y el rigor científico. «Es la única forma de que el público pueda acceder a obras que no deben permanecer cautivas. El coleccionismo es un modo peculiar de codicia que, afortunadamente, termina muchas veces con el desprendimiento», declaraba a este diario.
Conocido en España por ser el propietario de la cadena Vips, Plácido Arango Arias presidió hasta hace dos años el grupo empresarial familiar Sigla, S. A., uno de los mayores grupos en restauración y hostelería, del que es principal accionista y propietario. Sigla, hoy presidida por su primogénito, Plácido Arango García-Urtiaga (México, 1959), maneja varias cadenas, entre ellas algunas tan conocidas como Ginos, Laeñe, Tío Pepe o TGI Friday's, y ocho restaurantes, entre los que destacan Teatriz, Irozco, El Bodegón y Paparazzi. Sus otros dos hijos, Maite y Francisco, son vicepresidenta y consejero, respectivamente.
No está seguro de haber transmitido a sus hijos, los tres fruto de su matrimonio con Teresa García-Urtiaga, la pasión por el arte, pero, según declara, cuando piensa en el futuro de su colección, lo hace con la tranquilidad de que si él faltara, sus hijos decidirían bien. Y asegura que «le seduce la idea de que sean ellos los protagonistas de cualquier legado o donación».
(*) Existe un error en este texto: la localidad a la que se refiere no es Zorrina sino Rabadiello (Villazón)