11 febrero, 2009

LA NUEVA ESPAÑA 11-02-09 Realidad virtual

Las promesas de los políticos siempre se convierten en realidad (virtual)

ANTONIO OCHOA
Fui el otro día a Oviedo con el GPS encendido. Lo había programado aquí, no porque la capital del principado me pareciese cada vez más extraña y alejada del Occidente (que lo está), sino porque quería ir a una calle concreta. El caso es que, cerca del cruce de Cornellana, intentó convencerme de que cogiera el desvío hacia la autovía. Por supuesto pasé del asunto y el aparatito estuvo refunfuñando durante un rato. Después, a media subida de la Cabruñana, pretendió de nuevo desviarme hacia la dichosa autovía. Volví a ignorarlo y esta vez se enfurruñó y dejó de hablarme durante un buen rato. No se lo tomé a mal porque no creí que lo hiciera con mala fe ni por tomarme el pelo. Lo que sucede es que la inteligencia artificial aún está en su infancia e igual que los humanos a esa edad (y otras) creen cualquier cuento que les endilgan. De hecho, estoy convencido de que los únicos que aún creen en las promesas de doña Magdalena y del señor Trevín son los GPS y los niños, porque confunden la realidad con la ficción fundiéndolo todo en una cosa llamada «realidad virtual».
Por eso, si su maquinita intenta convencerlo de que coja la autovía de Tineo a La Espina para ver una carrera en la Ciudad del Motor, sepa que no le engaña conscientemente. Seguro que alguien le contó que ya estarían terminadas hace tiempo y la pobre lo creyó. No puede criticársela por ello porque hubo muchísimos más crédulos. Tampoco intente explicarle que aún están con el «estudio de impacto ambiental». Se reirá de usted y con razón. Todo el mundo sabe que el ambiente de Tineo durante la semana está prácticamente muerto, así que cualquier impacto sólo puede ser para mejor. En cambio, en Cangas existe cierto ambientillo formado, en parte, por personas que ahora paran aquí de lunes a viernes y que luego viajarán todos los días. El «impacto ambiental» será, pues, devastador. No hace falta pagar ningún estudio para saber esto.
Me gustaría, en cambio, ver el estudio en que se han basado para decidir que el nuevo centro de salud de Cangas ya no es necesario. No olvidemos que no sólo estaba ya aprobado, sino que llegó a contar con un pequeño presupuesto. ¿Qué es lo que los ha llevado a cambiar de idea? La población es la misma, dos años más vieja, y las instalaciones, las mismas, un poco más envejecidas. La única modificación notoria se ha producido en el gobierno municipal. ¿Han llegado, pues, a la conclusión de que la coalición de PSOE e IU (anterior Corporación) es tan dañina para la salud que allí donde gobiernan son imprescindibles más infraestructuras sanitarias? Es una hipótesis sorprendente, pero no veo otra explicación. Al fin y al cabo, uno de los proyectos estrella del Gobierno autonómico (coalición PSOE e IU) es el nuevo Hospitalón Central. ¿Qué pasará entonces si pierden las próximas elecciones? ¿Dejará de ser necesario? Me pregunto también qué síntomas han descubierto en los ciudadanos gobernados por ellos. ¿Náuseas? ¿Dolores de cabeza? ¿Temblores de piernas? ¿Diarrea? ¿Aborregamiento?
Estoy impaciente por ver con qué realidades virtuales intentan encandilarnos para las elecciones de junio. ¿La Casa de Cultura, que tendría que estar terminada hace un año? ¿El túnel del Rañadoiro, que tendría que haberse acabado hace tres? ¿O les dará vergüenza venir a pedirnos el voto después de tantas promesas incumplidas? Seguro que no, hay que ser parvulito o GPS para confiar en semejante cosa.